Home

Mundo

Artículo

México

¡Aquí me quedo!

El popular alcalde capitalino Andrés López Obrador, de tendencia izquierdista, podría después de todo ser el próximo presidente de México.

1 de mayo de 2005

El apoyo popular al de de Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, quedó demostrado después de que un millón de personas marcharon en su apoyo el pasado 24 de abril en el Zócalo de la capital. Al día siguiente, en lo que parecía un claro desafío al presidente Vicente Fox, López Obrador regresó a su puesto en la alcaldía, después de que le fue retirada la inmunidad política el 7 de abril. En la legislación mexicana no existía nada que le impidiera a López Obrador continuar en la alcaldía. Le había sido retirada la inmunidad política para que se pudiera iniciar el proceso judicial, pero en ningún momento fue destituido de su cargo. El alcalde había perdido su inmunidad política en un proceso motivado por la ejecución de una obra pública. Pero detrás de ello, la opinión y los analistas han visto una maniobra del ejecutivo para bloquear su participación en las próximas elecciones presidenciales. Todos esperaban que la Procuraduría General expidiera una orden de captura contra el político y líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD), pero ello nunca sucedió. Además se descubrió que dos diputados del Partido Acción Nacional (PAN) pagaron una fianza con el fin de evitar que el alcalde fuera encarcelado y evitar que López Obrador iniciara su campaña política tras las rejas. Para los dirigentes del PAN era importante evitar que Amlo, como le llaman los chilangos (los mexicanos de la capital), se convirtiera en un mártir político tanto a nivel nacional como internacional . Todo pareció quedar confirmado cuando el caso dio un giro inesperado el 27 de abril. Ese día Fox aceptó la renuncia del procurador general de la Nación, Rafael Macedo de la Concha, quien llevaba el proceso en contra del alcalde y siempre fue criticado por utilizar su poder judicial para intimidar a los adversarios políticos del Presidente. Muchos creen que éste sacó al Procurador para lavarse las manos en este asunto, que ha puesto a México bajo una fuerte presión internacional. En la 'jugarreta política' no sólo participarían el oficialista PAN, sino también su adversario de siempre, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), liderado por Roberto Madrazo. Ambos partidos habrían entrado en una especie de sociedad circunstancial, por el temor de que Amlo arrase en las elecciones de 2006. "El Presidente está rectificando el rumbo del proceso y los malos manejos que se han llevado en él. También manda un mensaje para mostrar que hay un responsable de esto, pero que no es la presidencia porque de facto no fue la que directamente llevó a cabo el proceso", dijo a SEMANA el politólogo mexicano Carlos Lugo. Fox accedió a reunirse con el alcalde para comenzar una negociación y aclarar la situación legal . "La presidencia de la República no va a ser obstáculo para que ningún candidato participe en la elección, si es aprobado por su partido", dijo el vocero presidencial Rubén Aguilar Valenzuela en una rueda de prensa. Por ahora el consejero jurídico del gobierno, Daniel Cabeza de Vaca, será el nuevo Procurador General, por decisión del Presidente, en espera de que sea ratificado por el Senado. Se sabe de antemano que él revisará el caso de López Obrador en busca de vacíos y fallas jurídicas, pero lo más probable es que el proceso quede en la historia y los cargos contra el alcalde sean retirados. Una medida tardía, porque todo el escándalo no ha hecho más que aumentar la ya grande popularidad de Amlo. Una cosa y otra vuelven a poner al alcalde en el camino hacia el palacio presidencial, donde se convertiría en un nuevo mandatario de izquierda en América Latina.