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Este es Pedro Vargas, el cubano implicado en un asesinato de seis latinos en Miami, Estados Unidos. | Foto: .

ESTADOS UNIDOS

Asesino de Miami denunció “brujería” antes de matar a seis vecinos

En una llamada al 911, se escucha cómo el cubano Pedro Vargas pedía ayuda horas antes del asesinato.

31 de julio de 2013

El hombre que disparó contra seis vecinos hasta morir a manos de la Policía el sábado en un edificio de Miami, Estados Unidos, había llamado al teléfono de emergencia 911 para decir que era víctima de una brujería, como se oye en la grabación divulgada este miércoles.
 
"Me están queriendo hacer brujería", dijo en español Pedro Vargas, en una llamada de unos 12 minutos al teléfono 911 realizada el viernes en la tarde, pocas horas antes de empezar un tiroteo que dejó otras seis personas muertas en el edificio residencial de Hialeah.
 
La grabación de esta llamada fue divulgada el miércoles por el Departamento de la Policía de Hialeah, ciudad latina conocida como el corazón del exilio cubano en Estados Unidos, cercana al aeropuerto internacional de Miami.
 
Una de las víctimas fue Carlos Gavilanes, un ecuatoriano de 33 años, que murió alcanzado por una bala perdida cuando caminaba a su apartamento con su hijo, en un edificio situado frente al lugar del tiroteo.
 
"Me siento amenazado y estoy siendo víctima de brujería", se oye decir en otra parte de la conversación al hombre. Poco después toma el teléfono su madre, una señora de 89 años, que le pide a la recepcionista no enviar a la Policía porque su hijo, indicó, estaba teniendo un episodio nervioso.
 
La recepcionista le preguntó a la anciana si se sentía en peligro, a lo que ella respondió que no, pero en un tono muy confuso se le oye decir que ella deseaba que su hijo tomara una cita con un psiaquiatra.
 
Pedro Vargas, cubano de 42 años, nacionalizado estadounidense, acusó a un abogado de apellido Castillo del supuesto trabajo de brujería y pidió a la recepcionista de su llamada de emergencia que anotara el número de patente de un automóvil sospechoso que veía a través de la ventana de su apartamento.
 
Vargas habría iniciado un incendio de dinero en su apartamento, según indicaron fuentes policiales, y cuando los administradores del edificio tocaron a su puerta para insistirle que salieran de allí y llamaran a los bomberos, el hombre empezó a disparar.
 
Vargas, diseñador gráfico de profesión y despedido de varios trabajos desde el 2008 por conductas "impropias" con sus superiores, mató a una pareja colombiana que administraba el edificio, así como cuatro personas inocentes, todas de origen latino.
 
El hombre había adquirido el arma de forma legal y contaba con licencia vigente para portarla libremente