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Obama en su discurso ante el congreso | Foto: AP

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Barack Obama II: ¿será posible?

El presidente de EE.UU reafirmó sus propuestas y agregó una nueva y polémica: subir los salarios.

13 de febrero de 2013

Una hora después de culminar el discurso del Estado de la Unión (State of the Union) por parte del presidente Obama, Marcos Rubio, senador republicano por la Florida y quien estaba encargado de dar la respuesta oficial de su partido, dejó en el ambiente la cuestión de si en realidad son posibles los planteamientos hechos: “El Estado no es la solución para todo“, sentenció y agregó: “es la libre capacidad de emprendimiento individual la fuerza que ha creado esta nación”.

Semana.com le presenta las principales propuestas del mandatario y algunas dificutades que podría tener para hacerlas relaidad.

La reducción del déficit

“La idea –dijo Obama- no es simplemente recortar el gasto para disminuir el déficit fiscal”, la idea es invertir inteligentemente. “Imposible lograrlo”, declaró poco después del discurso el excandidato a la vicepresidencia por el Partido Republicano Paul Ryan. No obstante a favor del presidente está el hecho de que en el último año se logró una reducción ostensible en el gasto, cerca de 312 billones de dólares. Además el próximo año le entrará al fisco un volumen de dinero considerable debido a la no ratificación de excepciones de impuestos a las grandes corporaciones, herencia de George Bush.

El aumento del empleo

Estados Unidos durante los dos últimos años del primer mandato de Obama recuperó alrededor de 4,2 millones de empleos, de acuerdo al Bureau of Labor Statistics. Varias empresas han anunciado el traslado de sus plantas al país, y el mercado de la construcción –gran generador de empleos- está comenzando a dar muestras de recuperación. Es muy posible que esta promesa se cumpla sin problemas.

La reforma migratoria

En el tema de la inmigración, tan esperado por algunos, el presidente urgió a los partidos a avanzar rápidamente en esta reforma. Aseguró que su gobierno garantiza control en las fronteras y orden en el proceso de regularización, pero lo primero sonó a contentillo para los Republicanos y lo segundo a verdad de Perogrullo. “Aprueben la reforma y envíen la, yo (Obama) la firmaré inmediatamente”.  Sin embargo, parece ser que el momento llegó y que esta propuesta será aprobada,  “Llegó la hora de la reforma migratoria”, declaró Marco Rubio.

El control de armas

Tal vez el momento más emocionante de la noche se dio cuando se mencionó a Hadiya Pendleton, una adolescente muerta en un tiroteo en la escuela. Los padres de la victima estaban en el recinto y se pusieron de pie, entonces el presidente los señalo: “ellos merecen su voto”, y repitió “ellos merecen su voto”. Se refería Obama a la reforma de la enmienda II de la Constitución, que pretende controlar la venta y uso de armas por parte de civiles. Fuerte mensaje para aquellos que defienden a capa y espada el derecho a portar armas indiscriminadamente. “La solución a todos los problemas no es el Estado”. Repuntó Marco Rubio, prácticamente rechazando cualquier apoyo a la iniciativa. La única posibilidad del presidente para sacar adelante está iniciativa seria esperar que en dos años el Partido Demócrata recupere la mayoría en la Cámara Baja.

El aumento del salario mínimo

Casi en las postrimerías del discurso, Obama sacó de lo profundo de su sombrero una propuesta que sin duda enfurecerá a los ricos, el aumento del salario mínimo. “Hagamos que los trabajadores dejen de ganar por debajo de la línea de pobreza”. Si bien algunos estados avanzaron en esta iniciativa y decretaron salarios mínimos mayores que el salario mínimo federal de U$ 7,25. Parece difícil en todo caso llegar a los 9 dólares propuestos por Obama, no sólo porque ello implicaría un incremento mayor al 20%. Sino porque además  “ese incremento podría terminar por eliminar trabajos, como medida de compensación por parte de los empresarios”, según Michael Saltsman, Director de investigación en el instituto de políticas de empleo.

En general se podría decir que las propuestas de Obama son bien difíciles de cumplir, sobre todo si se tiene en cuenta las palabras de Rubio: “el Estado no es la solución a todos los problemas del país” y sus propuestas presidente “no resuelven los problemas reales”.

Se presagia en todo caso una fuerte lucha entre demócratas y republicanos, los primeros por pasar y hacer realidad las ideas del presidente, y los segundos por bloquearlas. Pero tal vez por eso el mismo Obama comenzó su discurso citando las famosas palabras de Kennedy, cincuenta años atrás: “No estamos aquí para rivalizar por el poder (refiriéndose a republicanos y demócratas), sino para ser aliados en la búsqueda de progreso”.