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l papa Benedicto XVI preside la procesión de las palmas en la plaza de San Pedro en el Vaticano hoy, domingo, 17 de abril de 2011. Miles de personas asistieron hoy en la plaza de San Pedro del Vaticano a la procesión de las Palmas del Domingo de Ramos con la que se abren los ritos litúrgicos de la Semana Santa. | Foto: EFE/Maurizio Brambatti

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Benedicto XVI pidió por el fin de la violencia en Colombia

El Papa dijo que el hombre quiere ser como Dios pero subraya sus límites, en la misa de domingo de Ramos.

17 de abril de 2011

El Papa Benedicto XVI llamó este domingo de Ramos al fin de la violencia en Colombia, en el tradicional rezo del Ángelus dominical desde la Plaza de San Pedro del Vaticano.

El Pontífice recordó, en español, que el próximo Viernes Santo se celebra la Jornada de Oración por las Víctimas de la Violencia y manifestó que se une "espiritualmente" a esta importante iniciativa, mientras exhortó "encarecidamente" a los colombianos a participar en ella.

Asimismo, dijo que pide a Dios "por cuantos en esa amada Nación han sido despojados vilmente de su vida y sus haberes", al tiempo que renovó su "llamada a la conversión, al arrepentimiento y a la reconciliación".

"¡No más violencia en Colombia, que reine en ella la paz", concluyó el Santo Padre.

El embajador de Colombia ante la Santa Sede, César Mauricio Velásquez Ossa, dijo este domingo que el Papa sigue "con "detenimiento" la situación en su país, donde más de 35 personas han muerto en la última semana debido a las fuertes lluvias y ha pedido ayuda para los damnificados.

"El Papa acompaña a los damnificados del invierno con oración y acción. Pide a Dios por las víctimas y pide acciones para atender la emergencia. Desde la Embajada ante la Santa Sede y animados por el Papa hemos buscado nuevas ayudas para los damnificados. Caritas Internacional continúa ayudando a través de las parroquias en las zonas más afectadas por el desastre", manifestó el embajador.

César Mauricio Velásquez Ossa agregó que con motivo del cumpleaños del Papa, que ayer cumplió 84 años, le envió unos dulces de café colombiano en un empaque con los colores de la bandera del país.

Los dulces fueron acompañados de una breve tarjeta que decía: "unos dulces de Colombia para el Dulce Cristo en la Tierra", precisó el embajador.

El diplomático colombiano también dijo que con motivo de la beatificación de Juan Pablo II, el próximo de abril el cardenal colombiano Dario Castrillón Hoyos presidirá una vigilia de oración y oficiará una misa en el Vaticano, en la iglesia de Santa Ana.

A la ceremonia asistirá la Ministra de Relaciones Exteriores quien encabezará la delegación de Colombia en la beatificación del Papa Wojtyla, el primero de mayo en el Vaticano.

El hombre quiere ser como Dios
 
El Papa manifestó en la misa del domingo de Ramos que el hombre tiene "hoy más que nunca" el deseo de "ser como Dios", pero advirtió de que, pese a los progresos tecnológicos y los avances logrados, los límites de la humanidad permanecen.
 
En la homilía de la misa celebrada en la plaza de San Pedro, tras la procesión de las palmas, que abre los ritos de la Semana Santa, Benedicto XVI hizo un repaso de los logros acometidos por la humanidad como "la capacidad de volar" o la posibilidad de comunicarnos de una parte a otra del mundo.
 
Sin embargo, advirtió de que junto con nuestras capacidades también han aumentado "las posibilidades del mal que se presentan como tempestades amenazadoras sobre la historia" y recalcó que, pese a todos esos progresos tecnológicos, nuestros límites permanecen.

"Sólo hay que pensar en las catástrofes que en estos meses han afligido y siguen afligiendo a la humanidad", señaló.

El Pontífice dijo que el hombre se encuentra "en el punto de intersección entre dos campos de gravedad".

Está la fuerza que "le atrae hacia abajo, hacia el egoísmo, hacia la mentira y hacia el mal" y, por otro lado, está la "fuerza de gravedad del amor de Dios: el ser amados de Dios y a respuesta de nuestro amor que nos atrae hacia lo alto".

El Papa señaló que todo depende de que el hombre pueda "escapar del campo de gravedad del mal y ser libre de dejarse atraer totalmente por la fuerza de gravedad de Dios, que nos hace auténticos, nos eleva, nos da la verdadera libertad".

Así, el Papa insistió en que el hombre "solo" es demasiado débil para elevar su corazón a la altura de Dios y subrayó que, "precisamente la soberbia de querer hacerlo solo, le derrumba y le aleja de Dios".

Afirmó que "Dios mismo debe elevarnos, y esto es lo que Cristo comenzó en la Cruz. Él descendió hasta la extrema bajeza de la existencia humana, para elevarnos hacia Él, hacia Dios vivo".

Se refirió a "las grandes conquistas de la técnica" que "nos hacen libres y son elementos del progreso de la humanidad", tan sólo si están "unidas" a actitudes y elementos como "el rechazo de la mentira".

Algo, declaró el Pontífice, que sólo es eficaz "si reconocemos con humildad que debemos ser atraídos hacia lo alto; si abandonamos la soberbia de querer hacernos Dios a nosotros mismos".

EFE