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Berlusconi se cayó por su desastrosa política económica, que tiene a Italia al borde de la quiebra y a Europa con los nervios de punta. Aquí, en una foto de 2004, en la que escenificaba un pirata en una fiesta de carácter político ('Día en contra de los impuestos'), tras cortar el pastel. | Foto: AP/Antonio Calanni

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“Berlusconi volvió a Italia una democracia de telenovela”

Pierre Musso, autor de Berlusconi, el nuevo príncipe, le explicó a Semana.com porqué el Cavaliere duró tanto tiempo en el poder y qué futuro le espera a Italia.

12 de noviembre de 2011

Después de 17 años de dominar la política italiana, el martes pasado Silvio Berlusconi no tuvo otra opción que presentar su renuncia. No lo tumbaron sus investigaciones por corrupción, sus escándalos sexuales o su comportamiento controvertido. Al final, Berlusconi se cayó por su desastrosa política económica, que tiene a Italia al borde de la quiebra y a Europa con los nervios de punta.

Semana.com habló con el francés Pierre Musso, autor de Berlusconi, el nuevo príncipe y de El Sarkoberlusconismo. Filósfo, doctor en Ciencias Sociales y profesor de Información y Comunicación en la Universidad de Renne II, Musso explica los alcances, las razones , la herencia y el futuro del poder de Il Caveliere.

Semana.com: ¿Quién es para usted, en base a sus investigaciones, sus libros y artículos, Silvio Berlusconi?

Pierre Musso: Silvio Berlusconi es ante todo un gerente, un empresario que construyó y dirigió durante 30 años un imperio de medios de comunicación, que aún hace parte de su patrimonio familiar. Está compuesto por dos grandes entidades, Mediaset, que tiene tres canales de televisión y Mondadori, una de las editoriales más importantes de Italia.

Il Cavaliere es un maestro en lo que Umberto Eco llamó la “neo-televisón”, lo que quiere decir que sabe cómo usar los signos, los símbolos, las pasiones y las emociones. Desde hace 20 años importó técnicas de marketing y comunicación a la vida política italiana. Así la renovó y la convirtió en una “neo-política”. Se presentó como un hombre que se hizo a si mismo, “el gerente de Italia”, "El presidente-empresario", según sus propias palabras.

Así introdujo la anti-política a la política. Pero al mismo tiempo encarnó la "anomalía italiana", porque es el único líder político de una democracia importante que tiene una enorme fortuna y un monumental imperio mediático.

Semana.com: En pocas palabras cómo definiría estos 20 años de dominación política de Silvio Berlusconi en Italia? ¿Cuál es la Italia de Berlusconi?

P.M.: Desde 1993, Berlusconi impuso la personalización del poder, la polarización de la política pero también tuvo un gobierno estable desde 2001. Mientras los gobiernos italianos de antes de 1990 sólo duraban pocos meses, él permaneció en el poder más de 3300 días. Es un récord absoluto para un jefe de gobierno desde la Segunda Guerra Mundial.

La Italia política de Berlusconi se volvió un espectáculo y una “democracia de los talk show y de telenovela”. Los ciudadanos han seguido, como en un espejo, las aventuras, los escándalos, los negocios y la vida cotidiana de su líder. Ayer para identificarse con él, hoy para rechazarlo. Así, Berlusconi gobernó con la fascinación y el asombro.

Semana.com: A pesar de todos sus problemas legales, sus escándalos sexuales, sus desastrosas políticas económicas, Berlusconi logró permanecer en el poder 17 años. ¿Cómo se puede explicar eso?

P.M.: Berlusconi se presentó como un hombre nuevo, un político diferente. Decía que no era un profesional de la política, como los de los partidos tradicionales. Se vendió como un empresario, un hombre que “ejecuta” gracias a su experiencia y a su trabajo. Y nos se nos olvide, es presidente de un gran club de fútbol, el AC Milan.

Cultivó una sonrisa inoxidable y un optimismo de acero en política, yendo hasta el registro cómico y a los chistes para diferenciarse de los demás. Pero sobre todo es un maestro de la puesta en escena televisiva y cuentero de primera. Él es un personaje "tele-real”, uno parecido al de las ficciones audiovisuales que vemos todos los días en la pantalla chica. Transformó la vida política en una democracia de la opinión pública y los ciudadanos en espectadores de su vida personal. Incluido en sus bromas, sus escándalos y sus juicios.

Semana.com: ¿Qué futuro tiene Berlusconi?

P.M.: Berlusconi sigue siendo indispensable en la vida política italiana, pues es el líder de uno de los dos partidos más importantes de la península, el Popolo della Liberta. Es el aliado de la Liga Norte de Umberto Bossi (partido de ultradercha que propone la autonomía del norte de Italia) y tiene la mayoría absoluta en el Senado y aún mucha fuerza en la Cámara de Diputados. Y eso es clave en un sistema parlamentario, donde los partidos deciden todo, incluyendo la elección del Presidente de la República. Y aún sueña con convertirse en jefe de Estado en 2013.

No se descarta tampoco que vuelva en poco tiempo, como un remedio para la fuerte impopularidad que va a enfrentar el nuevo gobierno, pues les va a tocar imponer medidas de austeridad a los italianos.

En cuanto a la multitud de procesos judiciales que lo persiguen, ligados sobre todo a su actividad empresarial, ha beneficiado hasta ahora de prescripciones. De todos modos el sistema judicial italiano es independiente, Italia es una democracia y un Estado de Derecho. Tanto así que Berlusconi ha tratado a menudo los magistrados de “rojos y comunistas”. Así que los procesos van a seguir.

Semana.com: ¿Qué futuro tiene Italia, golpeada por la crisis económica y política?

P.M.: A muy corto plazo, el escenario más probable es la nominación de un gobierno de transición, de unidad nacional, con Mario Monti a su cabeza como lo sugirió el presidente Giorgio Napolitano. Pero apenas se apliquen medidas de austeridad, recortes de presupuestos, el apoyo del Parlamento se desmoronará rápidamente. Berlusconi y la Liga Norte pueden preparar en condiciones inmejorables un posible retorno al poder en 2013, después de la actual legislatura.

Otro escenario menos probable es que este gobierno técnico no logre el apoyo del parlamento e Italia caiga de nuevo en la inestabilidad que caracterizó la vida política de la península de 1945 a 1993, antes de la “era Berlusconi”. Habría entonces que llamar a elecciones anticipadas en 2012...