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Las acciones de los grandes bancos globales sufrieron pérdidas, ante la mirada atónita de los operadores. | Foto: A.F.P.

MERCADOS

Huracán bursátil con la salida del Reino Unido de la UE

La decisión del Reino Unido provocó un tsunami que derrumbó todos los mercados del planeta. Pero no es el único efecto. Vienen más. SEMANA explica.

25 de junio de 2016

El mundo económico está en shock por la decisión que tomaron los británicos la semana pasada. El hecho de que la quinta economía del planeta salga de la Unión Europea (UE), tendrá repercusiones globales, más allá de las propias consecuencias que se sentirán en el Viejo Continente y en especial en el Reino Unido.

Para la muestra lo que sucedió el viernes pasado, una vez se conoció la noticia. Los mercados, que habían apostado a que el Reino Unido permanecería en la UE, reaccionaron con caídas dramáticas en las principales bolsas de Asia, Europa, Estados Unidos e incluso América Latina. Hubo descensos como el 12 por ciento de la Bolsa de Madrid, la peor caída de su historia. La libra esterlina se desplomó 11 por ciento (tan pronto salieron los resultados), llegó al nivel más bajo en 30 años y de paso arrastró al euro que también perdió terreno frente al dólar. El viernes, el sector financiero era un manojo de nervios, con fuertes pérdidas en las acciones de los grandes bancos globales. El banco central de Inglaterra tenía listos 250.000 millones de libras adicionales para estabilizar la moneda y tranquilizar a los bancos. La deuda pública de los países europeos comenzó a sufrir fuertes ventas, pues los inversionistas salieron a refugiarse en otras partes. Hasta el petróleo que venía en ascenso fue empujado a la baja.

Aunque abandonar el bloque comunitario era una posibilidad, en el fondo los inversionistas no esperaban que sucediera, dadas las graves consecuencias económicas del hecho. Ello explica la dramática reacción de los mercados.

Pero además de este primer impacto, que se sintió como un tsunami, se sabe que vendrán nuevas consecuencias. La agencia calificadora Fitch Ratings advirtió que la mayoría de los sectores económicos del Reino Unido se verán afectados, pues se espera un crecimiento débil, una menor inversión a mediano plazo, y un futuro incierto para los acuerdos comerciales que tiene este país.

El primer ministro británico, David Cameron, había advertido que de triunfar el brexit, el Reino Unido se sumiría en una “recesión de fabricación propia”. El ministro de Economía, George Osborne, hace unas semanas, revisó a la baja sus pronósticos de crecimiento para el próximo quinquenio, a niveles de un escaso 2 por ciento. Ahora con la última decisión se habla, incluso, de una posible contracción del PIB del 3,6 por ciento y de la pérdida de más de 500.000 empleos.

El efecto sobre las finanzas públicas del Reino Unido también se colocó en terreno de lo incierto. Según el Instituto de Estudios Fiscales (IFS por sus siglas en inglés), el retiro de la Unión Europea le podría representar a ese país una caída entre 20.000 y 40.000 millones de libras entre 2019 y 2020, tras la caída del PIB.

Pero las consecuencias no paran allí. La agencia Fitch anunció que, en breve, revisará la calificación de la deuda soberana británica, lo que también podrá afectar a las empresas de ese país. Sus analistas afirman que el estatus del Reino Unido como un importante centro bancario internacional –y en especial la City de Londres– podría sufrir daños a partir de ahora. Por ejemplo, esperan que algunas líneas de negocio se desplacen hacia la Unión Europea. “Los mayores costos de importación y la presión sobre las exportaciones debido a la posible imposición de aranceles serían ampliamente negativos para las empresas”, dice el informe.

Ahora bien, el coletazo de la decisión de los británicos se extiende a otras latitudes. El diario The Wall Street Jounal afirmó que la victoria del brexit puede posponer aún más la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de elevar las tasas de interés.

En cuanto al impacto sobre América Latina, hay que decir que, además del contagio de los mercados bursátiles y financieros, es muy pronto para saberlo con certeza. Por ahora, cabe recordar que Colombia, Chile, Perú y México tienen acuerdos de libre comercio con la UE. Por esta vía también los tienen con el Reino Unido, pero al producirse el brexit dejarán de tener validez con este último y deberán ser negociados bilateralmente. Claro está que esto sucederá en dos años, cuando se formalice la salida del bloque europeo. En este sentido es importante precisar, como dice el portal de la BBC, que el reloj de los dos años empieza a contar cuando el Reino Unido comunique formalmente su decisión de abandonar la UE al Consejo Europeo, lo cual no está claro cuándo sucederá. En cualquier caso, esto puede significar un traumatismo para los flujos de comercio, toda vez que las negociaciones bilaterales por lo general toman mucho tiempo.

Un análisis sobre lo que sucederá con el comercio del Reino Unido y el mundo, realizado por la revista América Economía, señala que más de la mitad del comercio británico tiene lugar actualmente con la UE y el comercio con otros 60 países está regulado por acuerdos realizados a través de la UE. Por eso, para prevenir interferencias en los flujos comerciales decisivos para la economía británica, el Reino Unido deberá prioritariamente negociar acuerdos con la UE y con países no pertenecientes a esta, como Estados Unidos, India, China, Japón y Australia.

En igual sentido, analistas le dijeron a la BBC que las condiciones en que el Reino Unido comercia con la UE y con el resto del mundo deberán ser replanteadas muy pronto. El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el brasileño Roberto Azevêdo, dijo el viernes que “el pueblo británico se ha pronunciado” y que la OMC está dispuesta a trabajar con el Reino Unido y la UE y a prestarle toda la ayuda posible, declaraciones que muestran la preocupación que hay en el mundo por la decisión y sus efectos.

La canciller alemana, Angela Merkel, llamó a la calma y pidió no tomar decisiones apresuradas antes de conocer las acciones que emprenderán los gobiernos para enfrentar la coyuntura. Esto después de que algunas voces en Italia y Francia llamaron a repetir la acción emprendida por el Reino Unido de buscar separarse de la UE. Por ahora, habrá que esperar las nuevas que seguro vengan tras el terremoto que se armó con el brexit.