Calzones peligrosos

Los islamistas radicales han tratado de hacer atentados con bombas en zapatos y en cartuchos de impresoras. Ahora se les ocurrió disimularlas en lo más íntimo del ser humano: los calzoncillos. La semana pasada un militante de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) en Yemen, que en realidad era un infiltrado de la CIA, se entregó con su explosiva carga. El agente fue reclutado por la inteligencia saudita, bajo supervisión estadounidense, para ofrecerse como terrorista suicida. Con la información que recolectó, la célula fue atacada y murió uno de los líderes de AQPA. El episodio mostró cómo están trabajando las agencias de contrainteligencia y dejó claro que Yemen es el nuevo bastión islamita. El calzoncillo está siendo analizado en profundidad por el FBI, pero las autoridades aún no han anunciado si ahora van a escrutar tangas por ‘seguridad nacional’.