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Canal de Panamá propone fondos para evitar paro

Consorcio propone al Canal de Panamá que le adelante 183 millones de dólares para continuar y no paralizar la obra.

7 de enero de 2014

La Autoridad del Canal de Panamá propuso este martes al constructor de las nuevas esclusas un acuerdo que supondría aportes económicos millonarios de las dos partes, a fin de solventar problemas de caja y evitar una suspensión de los trabajos en el tramo decisivo del programa de ampliación.

Grupo Unidos por el Canal, el consorcio multinacional a cargo de la obra, no respondió de inmediato a la iniciativa, aseguró el administrador de la vía interoceánica Jorge Luis Quijano.

La propuesta, presentada en una reunión entre las partes, consiste en una inyección de 183 millones de dólares por parte del canal más otros 100 millones que aportaría el consorcio. Del monto que aportaría el canal, 83 millones corresponden a una devolución de aportes en concepto de adelantos que debió haber hecho el consorcio durante tres meses.

Esa oferta está condicionada a que el consorcio retire la amenaza de paralizar las obras, que se encuentran en un 65% de avance, aclaró Quijano.

Quijano dijo que no hay un plazo para que el consorcio responda el ofrecimiento, pero destacó que el tiempo es poco puesto que la amenaza de paro del grupo expira en menos de dos semanas.

"No es que ellos han aceptado esta propuesta, tampoco la han rechazado; el hecho es que estamos al menos hablando y hay un ánimo de parte de ellos de seguir viendo esto", expresó el administrador.

"La intención de parar la obra todavía está en la mesa", remarcó el administrador. "Nosotros hemos tomado acciones con base a eso y le hemos dado una notificación de que si ellos no suspenden eso, nosotros tendríamos que ir a un próximo paso que sería terminar el contrato si es necesario".
"Pero realmente esa no es nuestra intención, queremos seguir con el contratista que sería lo más óptimo", expresó.

El consorcio, del que la firma española Sacyr Vallehermoso es la principal inversionista, no emitió hasta el momento ninguna declaración. El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, estuvo en el encuentro con los representantes de la autoridad canalera.

Se trató de la primera cita entre ambas partes desde que el grupo envió al canal una carta el 30 de diciembre señalando que el proyecto atraviesa serios problemas financieros, al tiempo que daba un plazo de 21 días -que se cumple el 19 de enero- para que se le reconozcan supuestos sobrecostos por 1.600 millones de dólares.

Argumentan que esos costos extraordinarios tienen que ver con fallas geológicas en el terreno de la excavación e inconvenientes con el material para preparar el concreto que no fueron previstos supuestamente en los estudios del canal.

El encuentro se da un día después de que la ministra de Fomento de España, Ana Pastor, se reunió con las partes y dijo que el consorcio se había comprometido a dilucidar sus exigencias dentro del contrato, que de paso ha sido la postura de la autoridad canalera.

"Esto es suficiente para seguir adelante con la obra", en los próximos meses, manifestó Quijano, en alusión a la propuesta de los nuevos adelantos para inyectar liquidez a los trabajos. Los aportes serían para pagar a subcontratistas y proveedores.

La propuesta de inyectar dinero también da tiempo para que en ese mismo periodo, de entre dos y cuatro meses, se puedan resolver probablemente al menos uno de los primeros reclamos del grupo de hace más de un año por 685 millones de dólares, según Quijano. Ese reclamo está en la segunda de las tres instancias que establece el contrato para ventilar ese tipo de exigencias.

El grupo presentó otro reclamo por 900 millones de dólares en diciembre, el cual sumado a otros menores alcanza los 1.600 millones de sobrecostos que esgrime el contratista.

De acuerdo con Quijano, el grupo pidió una solución a más largo plazo, que asegurase el flujo de caja hasta el final de la obra. Pero el administrador explicó que ello se saldría de la letra del contrato.

"Es positiva (la propuesta) porque Panamá está demostrando su interés en que las obras no se paralicen", dijo a The Associated Press Rolando Gordón, profesor de Economía de la Universidad de Panamá. "Como ellos se han quedado sin dinero y Panamá está interesada en que ellos sigan trabajando, le ha dicho 'toma esto para que sigas trabajando mientras se aclara el problema (los reclamos por sobrecostos)'''.

El consorcio ganó la licitación en 2009 al ofertar el precio más barato de 3.118 millones de dólares para diseñar y construir el nuevo carril de esclusas. La ampliación, cuya fecha de culminación se retrasó para junio de 2015, tiene un costo global de 5.250 millones de dólares y es la obra de infraestructura más cara impulsada por Panamá en su historia.

Se estima que por el canal pasa el 5% del comercio marítimo mundial y sus dos principales clientes son Estados Unidos y China. La ampliación busca duplicar la capacidad de la vía y permitir el paso de buques gigantes.