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CARNE DE CAÑON

La caida de Serra y de García Vargas cierra el primer capítulo deL escándalo de las grabaciones del Cesid justo antes de que España tome las riendas de la Unión Europea.

31 de julio de 1995

LA LONGEVIDAD POLITICA QUE HA CARACterizado a lo largo de 13 años el mandato de Felipe González no alcanzó a cobijar a dos de sus cercanos colaboradores. Aunque el presidente español sigue parado, el vicepresidente del gobierno, Narcis Serra, y el ministro de Defensa, Julián García Vargas, quienes hasta hace algunas semanas parecían intocables, tuvieron que abandonar sus cargos por las grabaciones telefónicas que el Centro Superior de Información y Defensa -Cesid- hizo a reconocidas personalidades de la vida política, economica y periodística, entre quienes se encuentra el mismo rey Juan Carlos.
Y es que a pesar de ser unos consentidos hace una semana, media España apostaba que Serra y García Vargas caerían. De nada les sirvió el respaldo inicial de González, quien no les aceptó la renuncia dos semanas atrás, cuando el diario El Mundo destapó el escándalo. Incluso el vicepresidente se dio el lujo de entregar la cabeza del director general del Cesid, Emilio Alfonso Manglano. Pero las presiones para tumbar a estos dos pesos pesados fueron muy grandes. Los mismos miembros del Partido Social Obrero Español -Psoe- habían pedido sus cabezas en una reunión de la comisión permanente del partido.
A esa exigencia se sumó el hecho de que en esta oportunidad Felipe González no podía meter los cambios de gabinete en el congelador, como ha sido su costumbre, porque España comenzaría a presidir la Unión Europea el primero de julio. El país ibérico no podía asumir esa responsabilidad dando la impresión de que en sus asuntos internos todo andaba manga por hombro y no se había hecho nada. La suerte de los dos funcionarios estaba echada, tenían que irse. Como consuelo les quedó que el presidente, en su intervención ante el Parlamento, aseguró que las grabaciones habían sido fruto de "las deficiencias en la organización y la confidencialidad de los servicios secretos" y que por lo tanto no eran culpables del asunto.
Pero la caída de Serra y de García Vargas no despeja aún el firmamento. Como lo manifestó el parlamentario Joaquín Almunia, la responsabilidad política ya ha sido asumida pero en materia penal no hay nada claro. Hasta la fecha Juan Perote, antiguo jefe de los grupos de apoyo operativo del Cesid, es el único detenido por haber filtrado información privada. El fiscal general del Estado, Carlos Granados, se comprometió a investigar el hecho hasta sus últimas consecuencias, con el antecedente que Granados ya mostró su independencia frente al Psoe en el caso de la malversación de los dineros del Ministerio del Interior. A eso se le suma que las cintas todavía andan rodando por ahí, tanto que un diario español aprovechó la 'reventa' y pagó 15 millones de pesetas (unos 110 millones de pesos) por algunas de las grabaciones íntimas del Rey. El Mundo también espera dar un segundo golpe y ha anunciado que las revelaciones que ha hecho hasta ahora son únicamente la punta del iseberg, que tiene mucho material en sus manos, el cual continuará publicando hasta tumbar a Felipe González.
El enredo de las cintas no sólo se limita a la manera en que fueron logradas; la forma en que cayeron en manos de El Mundo también ha sido materia de controversia. Los medios ibéricos sostienen que tras esa acción está el ex presidente de Banesto, Mario Conde, quien pasó de encabezar las -páginas económicas a las judiciales por especular con el dinero de los ahorradores. Conde recibió de Perote las reveladoras grabaciones.
A Felipe González tampoco se le han aclarado del todo las cosas. Esta semana deberá presentarse de nuevo ante el Congreso para explicar las acciones que realizará España mientras esté a la cabeza de Unión Europea y es probable que en este contexto sus opositores, encabezados por José María Aznar, del Partido Popular, insistan en la necesidad de llamar a elecciones para el próximo mes de febrero, un año antes de que se venza el actual período presidencial. Con el escándalo, la mayoría del socialismo en el Parlamento también puede verse afectada, pues el respaldo de CiU también está en entredicho.
Por ahora el discurso oficial del Psoe continúa sosteniendo que González encabezará su lista para el próximo debate electoral. Sin embargo en las secciones de noticias confidenciales de los impresos españoles ya se comienza a rumorar que él manifestó su intención de no ir más. De allí que se pueda deducir que si bien González tiene las siete vidas del gato, no se puede asegurar que sea inmune a tan accidentada existencia.