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"Castro suicidó su revolución"

SEMANA entrevistó al periodista argentino Andrés Oppenheimer, quien visitó Bogotá para el lanzamiento de su best seller mundial "La hora final de Castro".

1 de marzo de 1993

"CASTRO SUICIDO SU REVOLUCION"
FIDEL CASTRO SIEMPRE HA DICHO QUE LA historia lo absolverá, pero los últimos acontecimientos en Cuba sugieren que el comandante, que una vez fue la encarnación del ideal revolucionario latinoamericano, está cada día más al borde de que la historia, en lugar de exonerarlo, lo sepulte como a cualquier dictador tropical.
El espectáculo que Castro está dando al mundo es inocultable.
Activistas de derechos humanos encarcelados en actos de repudio; un piloto que aterriza en una autopista y rescata a su familia, y otro que se lleva en un avión comercial a sus parientes y amigos a la Florida; miles de sus ciudadanos tirándose al mar en neumáticos sin considerar que de cada cinco mueren dos en la travesía; muchachas "jineteras" que se montan a un carro de un extranjero cambio de unos jeans o un champú gringo. No hay comida ni siquiera en el mercado negro " no hay jabón ni desodorante" no hay buses para ir a trabajar y no hay trabajos productivos para hacer.
En este presagioso escenario aterrizó un periodista argentino que alguna vez simpatizó con la revolución cubana Andrés Oppenheimer, reportero de The, Miami Herald, recaudó durante dos años más de 500 testimonios de un país estrangulado por dentro y por fuera.
Oppenheimer caminó con permiso del gobierno por el malecón de La Habana, hizo las largas colas del racionamiento, habló con jóvenes disidentes y activistas veteranos, rastreó el escándalo de narcotráfico que sacudió a las altas esferas del poder de la isla, conversó con Gabo y otros amigos de Castro..Y al terminar su libro, que acaba de salir publicado en español en Colombia después de convertirse en best-seller en Estados Unidos, concluyó que Castro pasará a la historia "no como el guerrillero idealista que hizo una gran reforma social en CulSa", sino el hombre que que destruyó la revolución y le entregó el país a la derecha" .
En "La hora final de Castro", Oppenheimer cronometra, con puntualidad de reportería norteamericana" los signos de la cuenta regresiva de Fidel.
SEMANA entrevistó a Oppenheimer, quien visitó Bogotá a raíz del lanzamiento de su libro en Colombia.
SEMANA: ¿Si las cosas están tan mal porqué Castro no cae?
ANDRES OPPENHEIMER: Entre otras cosas por lo que en el libro llamo el factor zombie, en el libro cuento varias anécdotas de gente en Cuba, sobre todo la generación de Fidel que tiene un terrible miedo al cambio, en primer lugar debido a la seguridad que les representa el gobierno actual por más miserables que sean las condiciones; en segundo lugar porque muchas gentes tienen ocupaciones en Cuba que jamás podrían existir en una sociedad capitalista porque son absurdas, dignas de Fellini.
SEMANA: ¿Como por ejemplo?
A.O.: En La Habana existe la única orquesta del mundo creada exclusivamente para tocar en un hospital siquiátrico. Es la orquesta sinfónica del hospital Mazmorra compuesta por 82 músicos profesionales cuerdos dedicados de tiempo completo al inútil oficio de encantar enfermos mentales con piezas de Tchaikovski, Wagner y Beethoven.
Cuatro veces a la semana la orquesta se presenta ante su único público: un grupo de no más de 15 de los dos mil internos del centro asistencial autorizados por su doeilidad. No se garantiza que hasta el final. Uno de los músicos, que es joven y buen músico, me decía que si este sistema se acabara mañana a él no le importaría, pero muchos otros que son pésimos músicos o gente de edad avanzada que no conseguiría otro empleo tienen terror al cambio porque saben que ningún otro sistema subvencionaría a una orquesta de esas
De los 3.5 millones que hay en la fuerza laboral cubana más de
1.1 ocupan lo que la oficina nacional de censo denomina "empleos improductivos" y dentro de estos últimos hay 304 mil que son los improductivos dentro de los improductivos, que tienen trabajos ficticios.
SEMANA: ¿Pero hay otros motivos por los que Castro se mantiene en el poder?
A.O.: Uno es el miedo de la gente al exilio cubano porque algunos dirigentes ultraconservadores del exilio en Miami están hablando de recuperar sus propiedades en Cuba. Para el cubano que vive en La Habana y que hace 30 años se mudó a una casa de alguien que se fue, el temor de que el día de mañana venga un exiliado de Miami y le golpee en la puerta y le exija que se vaya de su casa es un temor real . Y el gobierno de Castro se ocupa de alimentar ese temor todos los días.
El otro motivo grande es el miedo racial. Aunque el gobierno de Cuba no lo quiera reconocer porque es tan elitista racialmente como el exilio, Cuba se ha convertido en un país racialmente más oscuro de lo que era en el 89 porque más del 95 por ciento de los cubanos que se han ido del país son blancos, la población que se ha quedado en la isla y que se ha multiplicado ha cambiado la balanza racial hacia una mayoría negra. Un cubano negro me dijo de qué nos sirve a nosotros levantarnos contra una élite comunista blanca si lo único que obtendríamos a cambio sería una élite capitalista blanca. En otras palabras, los negros en Cuba no ven en el exilio blanco una posible salvación para su miseria.
SEMANA:¿Y el factor represivo y policíaco no cuenta?
A.O.: Sí, es un factor, pero la efectividad de la represión se ha deteriorado enormemente en los últimos tres años como todo lo demás en Cuba, si no cómo te explicas que 50 cubanos hayan podido complotar para robarse un avión y salir de Cuba, o cómo un piloto aterriza en las playas del este y recoge a su familia sin que los radares lo detecten.
SEMANA:¿Pero ya no hay un temor a la autor¿dad ?
A.O.: Sí lo hay, pero se está perdiendo.
SEMANA: ¿Entonces por qué cree usted que Fidel se va a caer? A.O.: Precisamente por el desmoronamiento general del sistema en Cuba.
Si tú comparas la opinión pública en Cuba en 1986, en 1989 y en 1993 ves que hay un cambio radical. Cuando yo empecé a ir a Cuba en 1986, prácticamente no encontraba un cubano en la calle que tuviera algo malo que decir sobre el sistema, por eso tenía que recurrir a los disidentes para que le dieran a uno la otra cara de la moneda. En 1989 con el comienzo del derrumbe del bloque soviético, algunos cubanos empezaban a decir por la calle que quizás el comunismo había tenido sus fallas pero no llegaban a criticar a Fidel. Ahora los cubanos en la calle no sólo se ríen del comunismo sino que cada vez más están criticando a Fidel. Esto era impensable hace apenas tres o cuatro años.
SEMANA: ¿Ahí está la semilla del cambio?
A.O.: Todo indica que esta tendencia de inconformismo se incremente minuto a minuto paralelamente al desmoronamiento del sistema de seguridad y de la economía. Si te fijas en todas las variables no hay ninguna que le permita suponer que Fidel Castro pueda revertir esta situación. Si hace tres años cuando se comenzó a derrumbar el bloque soviético Fidel Castro hubiera tenido el coraje político de hacer una apertura democrática, probablemente la revolución hubiera sobrevivido.
Hace tres años la mayoría de los cubanos todavía te decían que querían preservar todavía muchos hoy lo dicen que querían cambiar el sistema preservando las conquistas sociales de la revolución en materia de salud y educación. Pero ahora hasta la salud y la educación se están desmoronando. Por su terquedad en impedir los cambios Castro pasará a la historia como el hombre que suicidó a su revolución.
SEMANA:¿ En qué escenario cree usted que puede ocurrir el desenlace de esla crisis?
A.O.: Puede ser un escenario violento o puede ser un desmoronamiento cotidiano, como el diente de un niño que se va aflojando hasta que un día está pendiente de un hilo y es tan obvio que se va a caer, que el día que se cae a nadie lo sorprende. Puede ser una rebelión popular que el ejército se niegue a reprimir.
SEMANA:¿ Cómo es la relación entre García Márquez y Castro?
A.O.: En el libro hablo de las reuniones de Gabo con Fidel a solas durante la caída del bloque soviético y Gabo se ve así mismo y no tengo personalmente por qué dudarlo como una fuerza moderadora sobre Fidel. Aunque Gabo nunca me lo ha dicho en estos términos yo creo que Gabo sabe que Castro está llevando la revolución a la ruina y creo que a su manera trata de decírselo.
SEMANA:¿Y qué alcance tiene su influencia?
A.O.: Como me dijo Alina, la hija de Fidel, Castro no escucha, dicta cátedra. Si escuchara a Gabo y a Felipe González y a Salinas, Cuba no estaría enterrada en la crisis en que está ahora.
Tengo entendido que Gabo estuvo en Cuba el mes pasado y su presencia allí indica su continuo apoyo a Fidel.
SEMANA: En la versión en español hay un cambio sutil en la mamera como usted describe a Gabo.
A.0.: Sí hay un cambio. En la primera decía un hombre con un ego tan grande como su talento y cuando leí la traducción me detuve en esa frase y creo que era demasiado dura porque el hombre tiene un ego enorme, pero en honor a la verdad su talento es aún mayor.
SEMANA:¿Qué novedades tiene el libro en español?
A.O.: Actualiza un poco con la destitución de Aldana, está cambiado el prólogo, y ahora estoy trabajando para el paperback que va a salir en noviembre.
SEMANA: Su libro ha recibido muy buenos comentarios en la prensa de Estados Unidos. The New York Times señalaba que el título del libro estaba inspirado más en la publicidad que en la realidad A.O.: Yo había propuesto otro título, hubiera preferido un título más neutro, pero la editorial quería este título por considerarlo más provocativo: aunque me opuse en un principio, lo acepté.
SENANA: El presidente Gaviria y en general el Grupo de los Tres se han opuesto a las medidas que endurecen el embargo a Cuba y a la política de aislar el gobierno cubano, ¿qué opina de esa postura? La postura de presión multitaleral me parece más inteligente que la unilateral por parte de Estados Unidos, pero me pregunto si el Grupo de los Tres está presionado porque Cuba deje de tener un presidente vitalicio con tanto vigor como el que emplea para que Estados Unidos levante el embargo, si es así no le veo nada criticable.
SEMANA: ¿Cuál ha sido el efecto del libro en Cuba?
A.O.: Sé que ha tenido un impacto enorme y que por lo menos un alto funcionario cubano ha pedido 20 copias en un país suramericano y he recibido varios mensajes de Cuba felicitándome por el libro y los funcionarios oficiales obviamente están criticando públicamente el libro, pero estoy seguro de que en el fondo de su alma muchos estan de acuerdo en la mayoría de lo que dice.