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CHAVEZ CONTRA TODOS

Los ataques del presidente contra Colombia podrían ser una maniobra ante la proximidad <BR>de las elecciones para la Constituyente.

16 de agosto de 1999

El presidente venezolano, Hugo Chávez, le está llegando la hora de la verdad, y eso lo
tiene nervioso. Desde que llamó "moribunda" a la Constitución Nacional en el mismo acto de su
posesión hace seis meses, Chávez ha cifrado el éxito de su gestión en que la Asamblea Nacional
Constituyente dicte una nueva Carta Magna según sus designios. Y, a menos de nueve días para el
domingo 25 de julio, con el ambiente político completamente enrarecido por su abierta participación
electoral, todo indica que Chávez, cuya popularidad ha bajado considerablemente, ya no las tiene todas
consigo. Eso explicaría en parte la ola de andanadas verbales que el mandatario venezolano ha
lanzado contra Colombia. Porque si algo saben bien los colombianos, es que cuando un político
venezolano quiere mejorar su aceptación, la mejor fórmula es atacar a Colombia.Como dijo a
SEMANA un analista venezolano que prefirió mantener su nombre en reserva, "las palabras de la
ministra colombiana, Marta Lucía Ramírez, cuando criticó la medida de bloquear el ingreso de
camiones colombianos a Venezuela, vinieron como anillo al dedo para Chávez y su gobierno. La
reacción fue destemplada, sobre todo cuando el embajador en Colombia, Fernando Gerbasi, fue
llamado a consultas. Es una desproporción que sólo se explica como una maniobra electorera". Ese
mismo analista sostiene que el presidente decidió armar el escándalo a sabiendas de que el fallo
de la Comunidad Andina de Comercio sería adverso a la decisión venezolana, para presentar una
imagen de víctima de la presión internacional.
Las voces que señalan que Chávez podría fallar en su intención de dominar la asamblea son cada
vez más altisonantes (ver recuadro). Y la insistencia del presidente en mantener un tono
confrontacional con los demás poderes públicos ha llegado a convencer a los analistas de que las
cosas ya no están tan seguras para las huestes chavistas. Ni éstas ni nadie saben a ciencia cierta la
preferencia del electorado. Siendo un proceso atípico y único históricamente en Venezuela, y quizás
en el mundo, en cuanto a que la redacción de una constitución es sometida al sufragio universal (ver
recuadro), la ausencia de los sondeos ha permitido múltiples especulaciones.
No hay claridad
En todo caso el presidente ha demostrado que está dispuesto a todo para salirse con la suya. Cuando
ha recibido críticas, ha amenazado con dar un 'fujimorazo', y ante las censuras reiteradas del Consejo
Nacional Electoral, ha desafiado su autoridad. Es claro que, en forma deliberada, ha centrado el
debate de la constituyente en su persona. Asegura que no tiene un borrador o modelo de la nueva
Carta Magna, pero ha declarado infinidad de veces que le gustaría la reelección inmediata a la
francesa con dos períodos seguidos de siete años por lo que su mandato se extendería a 14 años.
También revocar los mandatos de los poderes públicos mediante un referéndum, establecer un cuarto
poder, el Poder Moral, es decir, la concentración de los organismos contralores, dar beligerancia
política a las Fuerzas Armadas y crear un nuevo federalismo político, de ocho regiones. O sea que,
en la recta final de la campaña, ni los electores ni los 1.130 candidatos inscritos tienen muy claro el
quién, cómo, por qué y para qué van a cambiar el marco jurídico y político del país, al punto que los
más escépticos se preguntan si la Asamblea a la final no se convertiría en una trampa caza bobos,
como calificó el candidato Rafael Octavio Rivero, con la cual perderían muchas de las libertades que
han disfrutado durante cuatro décadas bajo la Carta que ya es conocida popularmente como la
"moribunda". En la amplia gama de candidatos lo único claro es que van divididos y
desproporcionados sin que exista una polarización porque no es la pelea entre dos aspirantes favoritos
sino la de un proyecto de país, que paradójicamente ni siquiera ha sido presentado. De los 1.130
aspirantes nacionales y regionales hay un grupo definido de 128 que son los del Polo Patriótico,
postulados por el gobierno. En la otra orilla está la gran mayoría integrada por independientes y
algunos apoyados por los partidos tradicionales.

Los del Polo Patriótico se atribuyen el triunfo, pero los que no son chavistas afirman que el presidente
perderá la Asamblea Nacional, es decir, se han perfilado dos bandos cuyas intenciones van más
allá de la simple elaboración de un nuevo texto constitucional. Tanto los unos como los otros
participan en las elecciones bien para aprobar los planes de Chávez o para rechazarlos. Los que no han
estado de acuerdo con la Constituyente se han postulado como candidatos para oponerse a las
intenciones del presidente. En conjunto hay de todo: desde los leales a Chávez hasta sus más
acérrimos enemigos, desde políticos connotados hasta artistas, cantantes, pastores evangélicos y
caciques indígenas. Una vez instalada la Asamblea en agosto y cuando se determinen sus estatutos
de funcionamiento, cuyo punto principal es si la aprobación de las reformas será por votación de una
simple mayoría o dos tercios de los 131 miembros entonces vendrá lo bueno. Es decir, la Asamblea se
dividirá en dos grupos: los que estén a favor de las propuestas de Chávez y los que se opongan.
Sólo una intersección de intereses entre ambos grupos podría cambiar el futuro del país. Los
realmente independientes, que son muchos pero desconocidos y novatos en la política, han caído
inocentemente en el juego aun sabiendo que no obtendrán votos suficientes para incorporarse a la
Asamblea.
De ahí que el presidente ha mostrado tanto afán en el proceso para asegurarse por lo menos 90
asambleístas del Polo Patriótico, según ha declarado. Ha sido y es el promotor principal de la
campaña. Conduce dos programas en medios de comunicación estatales: radio, televisión y un
periódico personal que ya lo comparan con el Gramma cubano. Dirige los actos de masa en la
calle, hace recorridos en la provincia, ordena discursos a cada rato en cadena televisada y se pelea
con todo el mundo.
La semana pasada su batalla fue contra el Consejo Nacional Electoral, que le prohibió seguir
emitiendo sus programas de radio y televisión, porque ponen en condiciones de inferioridad a sus
adversarios. Chávez finalmente se salió con la suya en una maniobra política. Su estrategia electoral es
dividir a los venezolanos tal como lo demostró en una de sus últimas apariciones mediáticas: "La lucha
que está planteada en Venezuela es entre las viejas cúpulas de AD, Copei, los bandidos que
destrozaron nuestra patria y nosotros. Claro y sencillo. La lucha entre el bien y el mal. No hay
término medio. O estamos con Dios o estamos con el diablo. Y nosotros estamos con Dios porque la
voz del pueblo es la voz de Dios".
"Perderá la Asamblea"
Los críticos de Chávez perciben que el presidente venezolano perderá las elecciones de la
Asamblea Nacional Constituyente y atribuyen su derrota a la actitud desesperada con la que ha
actuado en la recta final de la campaña como la de enfrentarse a cuanta institución que se atreva a
ponerle freno, no importando si con ello crea un clima de angustia, zozobra y crispación.
El ex presidente Carlos Andrés Pérez, que aparentemente arrasará en el Táchira como candidato
regional para la Asamblea, acusa a Chávez de ser el principal responsable del "desastre
institucional" que se ha producido en el país. "Chávez es un ignorante, un desastre, a los venezolanos
nos tiene que dar vergüenza. Los problemas económicos se han multiplicado desde que asumió el
mando. Su política exterior es errada. Chávez va a perder las elecciones en la Asamblea.
Lamentablemente la Constituyente nos llevará a una dictadura y no a la solución de los problemas".
Los dirigentes de Copei, Oswaldo Alvarez Paz y Rafael Octavio Rivero, coinciden en que el oficialismo
no ganará estas elecciones porque consideran que los venezolanos prefieren el equilibrio ante la
conducta de Chávez, a quien acusan de haber "prostituido" la campaña a favor de los candidatos
chavistas. "Vamos a la Asamblea porque tenemos que pararle la intención de Chávez de dar un golpe
de Estado e imponer una dictadura".
El escritor e historiador Manuel Caballero también coincide en que el presidente no ganará las
elecciones, pero advierte sobre el peligro de que Chávez podría disolver la Asamblea si no le
aprueban la reelección del mandato. El prestigioso banquero Oscar García Mendoza es escéptico en
cuanto a los resultados y critica a los independientes que se han postulado porque formarán parte de
"un tristísimo sainete" porque en su opinión "con la Asamblea lo que busca el presidente es que se le
permita, bajo un barniz democrático, la acumulación de poderes personales, ergo, la dictadura".
Chávez vs Colombia
·"Colombia es un país en guerra en el que no hay el equilibrio que se estableció en los papeles".
·"Los nuestros (los camioneros venezolanos) tendrían que ir en tanques de guerra para protegerse. La
decisión que hemos tomado es humanitaria".
·"Los camioneros venezolanos no pueden ir a Colombia porque los asaltan, los matan y les roban la
carga, no hay seguridad".
·"No hemos tenido ninguna respuesta del gobierno de Pastrana sobre este problema de los camiones y
ya se acabó nuestra paciencia".
Las peleas
Desde que tomó posesión, Hugo Chávez se ha enfrentado con todo el mundo.
·Amenazó con cerrar el Congreso Nacional y la Corte Suprema de Justicia
·Ha dicho que hay que liquidar a los partidos Acción Democrática y Copei.
·Se ha enfrascado en una campaña de desacreditación contra el Fiscal General y el Contralor
General.
·Ascendió a 34 militares vetados por el Congreso.
·Molestó a la Iglesia por decir que Dios y la Biblia están a favor de los chavistas.
·Ha desacatado las sanciones disciplinarias del Consejo Nacional Electoral.
·Ha irritado a millones de venezolanos que tienen que verlo por televisión 'al desayuno, almuerzo y
cena'.