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Sosteniendo una barra de oro, en recuerdo de las políticas de su gobierno que incluyeron el retorno de su país de las reservas internacionales, Chávez presentó su informe anual ante la Asamblea Nacional. | Foto: Fernando Llano

VENEZUELA

Chávez dice está dispuesto a reconocer eventual derrota

Al presentar el balance de su décimo tercer año de gestión a la Asamblea Nacional, Chávez dijo que si algún opositor resulta vencedor en las elecciones del 7 de octubre "yo sería el primero en reconocerlo".

13 de enero de 2012

A nueve meses de los comicios en los que el presidente Hugo Chávez se juega la tercera reelección y la continuidad de su proyecto político, el líder izquierdista afirmó el viernes que estaba dispuesto a reconocer una eventual derrota y exigió a la oposición a que se comprometa a lo mismo.

Destacó en su discurso, que se transmitió en cadena de radio y televisión, que el 2012 será un "año de pruebas" y de "confrontaciones de ideas", pero aseguró que estaba confiado de que se impondrá la "institucionalidad".

"Estoy parado, completo, y entero", expresó Chávez, al asegurar que había superado el cáncer que enfrentó a mediados del año pasado. "Me hacía falta el cáncer. Le doy gracias a Dios", dijo el gobernante al señalar que el padecimiento lo ayudó a "frenar en seco".

El gobernante, de 57 años, acudió ante el congreso, dominado por los aliados del gobierno, para exponer la "Memoria y Cuenta" de su gestión del 2011, en un país afectado por la creciente delincuencia y galopante inflación.

El mandatario aprovechó el acto para defender la visita que realizó a comienzos de semana a Caracas el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad, la cual fue cuestionada por los opositores y Estados Unidos.

Señaló que el líder persa es "un buen hombre. No es ningún fanático religioso".

Defendió a su vez el programa nuclear iraní, destacando que "no hay ninguna prueba" de que Irán está desarrollando armas atómicas.

Al rechazar los cuestionamientos que han hecho opositores a su gestión por la creciente criminalidad que enfrenta Venezuela, Chávez dijo que "no es política" que se utilice ese problema para confrontarlo. "La responsabilidad de todos los problemas del país es de todos nosotros", agregó.

Bajo la consigna "el pueblo lo sabe y tiene razón, aquí el que manda es Chávez y la revolución", varios miles de seguidores del mandatario y empleados públicos, con sus características franelas rojas, se concentraron en los alrededores de la Asamblea Nacional para acompañar desde las calles al gobernante.

En medio de una fuerte custodia, Chávez salió del palacio presidencial en un vehículo descapotado y recorrió en caravana algunas calles del centro de Caracas hasta la sede del congreso.

La alta delincuencia y galopante inflación son considerados por la oposición como las mayores debilidades del gobierno de Chávez, quien empero mantiene su popularidad sobre 50%, según estimaciones de las principales encuestas locales.

Al desestimar la aceleración que sufrieron los precios el año pasado, especialmente en el renglón de alimentos que registraron una tasa de 33%, Chávez dijo que había que poner en "contexto internacional" las cifras, e indicó que en sus trece años de mandato se ha registrado una inflación promedio de 22,2%.

"Pido ayuda incluso a esta Asamblea, e incluso a ustedes a los que saben de este tema, para que al mismo tiempo que sigamos incrementado el Producto Interno Bruto sigamos haciendo esfuerzos y que sean cada día más efectivos para reducir esa inflación", acotó.

"Este año no aspiramos menos de 4 de ese 5% (de crecimiento económico)", dijo Chávez al expresar que espera que la economía mantenga el ritmo de crecimiento de los últimos dos años.

El diputado oficialista Darío Vivas admitió el viernes, durante una entrevista en la televisora estatal, que un "punto débil" de la gestión de Chávez es el problema de la criminalidad.

"Hay un problema de inseguridad que se ha venido dando, y en este sentido el comandante (Chávez) tiene muchas cosas que decir, desde el punto de vista de cómo ha enfrentado el gobierno esta situación", expresó el congresista.

El bloque opositor objetó en un comunicado la gestión que cumplió Chávez durante el 2011 en materia de seguridad, economía, vivienda, y salud, y dijo que era lamentable que el mandatario siga "desconociendo los problemas de la gente por estar ocupado en perpetuarse en el poder".

La llamada "Mesa de la Unidad Democrática" señaló que la corrupción, la falta de elementos científicos, técnicos y operativos para enfrentar el fenómeno de la criminalidad, la politización de las instituciones y la asignación insuficiente de recursos, han agravado la inseguridad personal, que es considerada por los venezolanos como su mayor problema.

De acuerdo a cifras de la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), durante el 2011 fueron asesinadas 19.336 personas, lo que representó un aumento de 10% respecto al año anterior cuando se registraron 17.600 homicidios.

Entre 1998 y el 2010 la tasa de homicidios casi se triplicó, al pasar de 19 a 57 homicidios por cada 100.000 habitantes, lo que convierte a Venezuela en uno de los más violentos de la región, agregó.

El ministro de Relaciones Interiores, Tareck El Aissami, dijo esta semana que para el gobierno ha sido difícil "romper ese piso duro de 48 muertes por cada 100.000 habitantes", pero reconoció que se ha bajado "significativamente esa curva en estos últimos años", pero no preciso cifras.

A pesar de tener desde hace casi nueve año un control de precios y de cambio, Venezuela concluyó el 2011 con una inflación de 27,6%, la segunda mayor del mundo, superada sólo por Etiopía, y la más alta de la región.

El acelerado crecimiento de los precios empañó los resultados de crecimiento económico de Venezuela, que es uno de los principales productores de crudo del mundo. El Producto Interno Bruto (PIB) creció 4% durante el 2011.

El mandatario, que está impulsado en Venezuela un proyecto socialista, optará en los comicios del próximo 7 de octubre a una tercera reelección.
 
AP