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DISPUTA

China y Japón se comprometen a seguir el diálogo sobre conflicto territorial

Sin resultados palpables continúan los diálogos entre las dos naciones asiáticas acerca de su diferendo territorial.

25 de septiembre de 2012

El encuentro el viernes en Pekín entre el viceministro de Asuntos Exteriores japonés, Chikao Kawai, y su homólogo chino, Zhang Zhijun, en torno a la soberanía de las islas Diaoyu/Senkaku, concluyó sin que se alcanzara acuerdo alguno y con el único compromiso de "continuar las conversaciones" al respecto.

Ese fue el resumen ofrecido por el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hong Lei, durante una rueda de prensa en la que no quiso especificar cuándo continuarán las "conversaciones".

"Esos detalles los tengo que consultar", se limitó a responder al respecto.

Por su parte, el viceministro chino aseguró, a través de un comunicado publicado por la agencia oficial Xinhua, que ambas partes habían mantenido "un cándido y profundo intercambio de puntos de vista durante el encuentro".

No obstante, enfatizó que las "Diaoyu y sus islas afiliadas han sido territorio sagrado chino desde la antigüedad, tal y como demuestran las pruebas históricas y legales".

"Japón, sin embargo, ha tomado la vía ilegal al nacionalizarlas", añadió.

La citada "nacionalización" se refiere al episodio que desató las tensiones entre ambos países cuando, hace dos semanas, Tokio anunció la compra de tres de los islotes del archipiélago, lo que provocó el envío de barcos patrulla procedentes de China y Taiwán (que también se las disputa) a las aguas más cercanas.

La última flota en llegar ha sido la formada hoy por docenas de pesqueros taiwaneses, que se acercó a la zona a reclamar su derecho a faenar y las abandonó poco después, tras recibir cañonazos de agua por parte de los guardacostas japoneses.

El Gobierno de la isla aboga por una "explotación conjunta" de los recursos pesqueros y mineros de la zona e insta a la "neutralidad" a EEUU, según transmitió hoy el presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, al responsable de relaciones económicas con Asia-Pacífico del Departamento de Comercio de EEUU, Atul Keshap.

Mientras, Pekín aprovecha el discurso nacionalista y apuesta por una "postura unificada" con las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Taiwán en el reclamo de las Diaoyu.

El conflicto ha reavivado el sentimiento antinipón que, por las históricas rencillas entre las naciones vecinas, la población china ya albergaba, y se han sucedido numerosas manifestaciones contra Japón en el país asiático en las últimas dos semanas.

Las protestas, que en ocasiones se tornaron violentas, provocaron que varias empresas japonesas decidieran cerrar sus sedes y fábricas en China, tras sufrir ataques algunas de ellas.

A pesar de que el Gobierno chino suele llamar "a la calma" a los ciudadanos a través de sus medios oficiales, el régimen comunista publicó hoy un "libro blanco" que aviva el clamor popular con reivindicaciones nacionalistas sobre las Dioayu.

El texto, dividido en siete partes y divulgado por Xinhua, resalta que "el ánimo de China de defender su soberanía nacional es firme y su compromiso con respetar los acuerdos de la Guerra Mundial Anti-Fascista no será alterado por ninguna fuerza externa".

China asegura que en la Declaración de Postdam de 1945, a finales de la Segunda Guerra Mundial, ya se estableció la devolución japonesa de las Diaoyu (Senkaku para Japón), que ocupaba desde su victoria en la guerra chino-japonesa de 1894-95.

Las islas, actualmente en manos de Japón, están a unos 250 kilómetros de la costa de China continental y a 200 al oeste del archipiélago japonés de Okinawa, y se sospecha que junto a sus aguas hay ricos yacimientos de petróleo y gas.

El desencuentro entre ambos países ha llevado a Pekín a posponer la celebración por el 40 aniversario de la normalización de las relaciones diplomáticas con Tokio, prevista para el próximo sábado.

Tras el resultado poco fructuoso del encuentro de hoy entre los viceministros de Exteriores, el conflicto por las Diaoyu/Senkaku se mantiene como uno de los peores episodios en años de las relaciones bilaterales entre los países vecinos.
 
EFE