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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu (c), habla durante la runión semanal de su gabinete en Jerusalén, Israel. | Foto: EFE

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Choques entre policías y cientos de ultraortodoxos en Israel

Las revueltas ocurren tras la revelación de diferentes tipos de acoso y actitudes discriminatorias en contra de las mujeres. "Israel es un Estado democrático, occidental y liberal", dijo el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.

27 de diciembre de 2011

Cientos de judíos ultraortodoxos se enfrentaron el martes a agentes de policía en dos barrios diferentes de la ciudad israelí de Beit Shemesh, foco de una creciente polémica sobre el aumento de comportamientos integristas, informó la Policía.
 
Los haredim (literalmente "temerosos" de Dios) quemaron contenedores de basura y persiguieron y lanzaron piedras contra los agentes, uno de los cuales resultó herido leve, señalan medios locales.

Uno de los atacantes fue arrestado en el acto por la policía, que ha desplegado patrullas y está quitando, en coordinación con las autoridades municipales, los carteles de esta urbe al suroeste de Jerusalén que instan a las mujeres a caminar por una acera distinta a la de los hombres, indicó el portavoz policial, Miki Rosenfeld.

La retirada de uno de estos signos originó una de las refriegas, mientras que la otra se desató al mediodía, cuando un equipo del canal 10 de la televisión nacional trataba de grabar una pieza informativa.

El equipo fue rodeado de repente por una multitud de residentes y llamó enseguida a la Policía para evitar verse en situación que vivieron el lunes sus compañeros del canal 2, que acabaron atacados y golpeados durante varios minutos por unos doscientos ultraortodoxos.

El alcalde de Beit Shemesh, Moshe Abutbul, anunció la instalación de entre 300 y 400 cámaras de videovigilancia para frenar los ataques o humillaciones a las mujeres en los espacios públicos por parte de los ultraortodoxos más radicales.

"No hay forma de que un alcalde haredí vaya a instalar cámaras en los barrios de haredim. Quien crea que van a poner las cámaras se equivoca", reaccionó uno de los concejales en la oposición, Moti Cohen, en declaraciones a la edición digital del diario "Yediot Aharonot".

El ministro de Interior, Eli Yishai, que el lunes comparó la segregación por género con la división entre competiciones deportivas masculinas y femeninas, empleó el martes un lenguaje más duro sobre el caso de Naama, que ha conmocionado a la inmensa mayoría de la población israelí.

Naama es una niña de Beit Shemesh de ocho años de edad y familia religiosa que tiene miedo a salir a la calle después de que un ultraortodoxo, desde el lunes en libertad bajo fianza, la escupiera recientemente por considerar que no iba vestida con el suficiente recato.

En una reunión del partido que lidera, el ultraortodoxo sefardí Shas, Yishai tildó lo sucedido de "nauseabundo y repugnante" e indicó que "no hay un solo rabino" que lo justifique.

No obstante, uno de los diputados de la formación, Yitzhak Vaknin, masculló: "No hay discriminación hacia las mujeres, es mentira, sólo hay odio a los ultraortodoxos".

Las comunidades ultraortodoxas viven generalmente alejadas del resto de la sociedad y con reglas de comportamiento internas en las que la mujer tiene un papel subordinado al del hombre, como es el caso de las alrededor de cuarenta líneas de autobuses segregados, donde se les reservan los asientos traseros.

La revelación en los últimos días de diferentes casos de acoso y agresiones contra mujeres, sobre todo en Beit Shemesh, llevaron el luens al primer ministro, Benjamín Netanyahu, a anunciar mano dura para frenar un fenómeno creciente entre los más oscurantistas para preservar lo que denominan la "modestia", incluso contra judías religiosas, que visten con recato y se cubren el pelo tras casarse.

"Israel es un Estado democrático, occidental y liberal. La esfera pública es abierta y segura para todos, hombres y mujeres por igual. No hay sitio para el acoso o la discriminación", dijo al inicio de la reunión semanal del consejo de ministros.

Netanyahu se reunirá durante las próximas dos semanas con representantes del mundo ultraortodoxo para convencerles de que condenen en público la segregación entre sexos en los espacios públicos, según el diario "Haaretz".
 
EFE