Cinco noticias del mundo de esta semana

La explosión de un camión bomba en el centro de Kabul, que cobró la vida de al menos 90 personas y dejó a otras 463 heridas, se convirtió en uno de los ataques más cruentos en toda la guerra en Afganistán. Si bien la mayoría de víctimas fueron civiles, el acto de terror ocurrió cerca del palacio presidencial y de varias embajadas, por lo que decenas de diplomáticos quedaron heridos en la tragedia. Aunque los talibanes negaron ser responsables del atentado, las fuerzas de inteligencia locales aseguran que la red pakistaní Haqqani, aliada de ese grupo islamista, ejecutó el bombardeo. Este atentado encendió las alarmas de la coalición de fuerzas armadas de la Otan, que tiene 5.000 hombres en suelo afgano, pues la situación de seguridad en ese país ha sufrido un fuerte deterioro en los últimos meses. En efecto, a pesar de los esfuerzos de las Fuerzas Militares para contener a los yihadistas, más de 200 personas han muerto en al menos seis atentados de los talibanes y de Estado Islámico en el último año. Así, aunque Barack Obama había prometido retirar a sus tropas de Afganistán, el destacamento estadounidense en Kabul le pidió al presidente Donald Trump enviar a 5.000 soldados adicionales para apoyar al débil gobierno local, que hoy controla menos del 60 por ciento del territorio. El atentado de esta semana podría inclinar la decisión del magnate en esa dirección.

Italia

cachorros de la mafia

El relevo generacional en la ‘Ndrangheta, el grupo criminal más poderoso de Italia desde los años noventa, se materializó en una tragedia. Alex Pititto, el hijo de 15 años de uno de los capos de esa banda, asesinó a su mejor amigo después de que este le dio “me gusta” a una de las fotos que subió su novia a esa red social. Al día siguiente, Pititto citó a su compadre, Francesco Lamberti de 19 años, afuera de un campo de olivos, en donde le disparó tres veces. El episodio resalta la creciente violencia en el sur de Italia, donde las lógicas y códigos de conducta de la mafia se han infiltrado en todas las esferas de la sociedad. Además, las fuerzas policiales italianas advirtieron que los baby capos, como son conocidos los hijos y nietos de la mafia, son proclives a la suntuosidad y no temen las consecuencias de sus crímenes por la impunidad rampante en el país.

Japón

Alerta roja

El ensayo de un misil balístico norcoreano que terminó en aguas japonesas tiene a Tokio con los pelos de punta. El arma de corto alcance recorrió 400 kilómetros y alcanzó una zona de operación de barcos comerciales. Para los nipones no cabe duda de que se trata de una retaliación por el encuentro que sostuvo el primer ministro, Shinzo Abe, con los líderes del G7. Por eso su gobierno le ha pedido a la comunidad internacional que actúe para contener la amenaza nuclear del régimen de Kim Jong-un. Este es el tercer misil que Corea del Norte lanza en tres semanas, lo que tiene a Abe en una encrucijada, pues su país carece del poderío militar para mantener a Kim al margen sin apoyo de Estados Unidos. Hoy, la gran pregunta es si Tokio mantendrá su Constitución pacifista o entrará en una carrera armamentista para defenderse de la amenaza de Pyongyang.

Rusia

Sí, pero no

Por primera vez, el presidente ruso, Vladimir Putin, admitió que ciudadanos de su país pueden estar detrás de los ataques informáticos de las elecciones de Estados Unidos de 2016. El mandatario indicó que eso es “teóricamente posible”, ya que “si esos ‘hackers’ son patriotas, hacen su propia contribución contra quienes hablan mal de Rusia y trabajan a favor del interés nacional”. Aunque Putin reiteró que el Kremlin jamás ha participado en ‘hackeos’ contra otros países, las agencias de inteligencia estadounidenses aseguran que Moscú estuvo detrás de la guerra sucia contra Hillary Clinton durante la campaña del año pasado. Esta no es la primera vez que Putin cambia su discurso, pues tras negar durante meses que sus tropas estuvieran involucradas en la guerra en Ucrania, el mandatario admitió que las Fuerzas Militares rusas apoyaron a los rebeldes separatistas del este de ese país.

La Cifra

3.200 millones de dólares tendrá que pagar la empacadora de carne más grande del mundo, JBS, por vender alimentos podridos. Esta multa rompe récords, pues supera los 2.600 millones que tuvo que desembolsar la constructora Odebrecht.