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Combates en Siria por el control de la ciudad de Alepo

Las fuerzas gubernamentales sirias lanzaron una dura ofensiva para recuperar el control sobre la ciudad de Alepo. Las fuerzas del régimen de Bachar al Asad lograron avanzar a través de carros de combate, frente a los que el ELS utilizó lanzagranadas y proyectiles anti blindados.

8 de agosto de 2012

 "(Las tropas) han logrado un avance de 50 metros en Salahedin con la ayuda de un convoy de tanques T-80 de fabricación rusa. Esos tanques fueron traídos hace tres días desde las bodegas del puerto de Latakia, aunque no sabemos cuándo llegaron de Rusia", dijo a Efe por teléfono el número dos del Ejército Libre Sirio (ELS), Malek Kurdi.
 
Pese a ello, Kurdi aseguró que los insurgentes lograron frenar a la columna de tanques con bombas caseras, que lograron dañar algunos de los carros.
 
"El régimen desea recuperar el barrio porque está ubicado dentro del centro de la ciudad, y desde allí se pueden controlar las instituciones administrativas de Alepo", señaló, y agregó que Salahedin, por sus estrechas callejuelas, es muy difícil de penetrar para las tropas.
 
Una activista independiente en Alepo, Wed al Hayat, afirmó a Efe que los combates comenzaron esta mañana en Salahedin y que el Ejército sirio rodeó el barrio con tanques para intentar irrumpir en él.
 
También fueron escenario de enfrentamientos el vecindario de Al Sajur, Al Shear, Al Sekari o Bustan al Basha, donde el régimen asadista se atribuyó una importante victoria.

Según la televisión estatal siria, las fuerzas gubernamentales lograron "repeler a un grupo terrorista y eliminar a un gran número de terroristas mercenarios" en ese barrio.
 
Mientras, los bombardeos contra otras localidades de la provincia de Alepo se produjeron con especial intensidad en los pueblos de Hanano y Al Bab, según la red de activistas Comités de Coordinación Local, que denunciaron que los militares apuntaron contra la mezquita del barrio de Salahedin.
 
En toda Siria, más de un centenar de personas perdieron hoy la vida a causa de la violencia.
 
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que, de acuerdo a sus datos, murieron 90 civiles y combatientes rebeldes, por 41 miembros de las fuerzas del régimen.

La mayor parte de las víctimas se registró en la provincia de Alepo, con 35, y se especialmente en la ciudad homónima (la más grande del país), con 26 fallecidos.
 
Según los Comités, que no suelen incluir en su recuento a las tropas gubernamentales caídas, la cifra de víctimas mortales alcanzó las 101, la mayoría en Alepo y Hama (centro).

El recrudecimiento de la violencia se produce tras la deserción, hace solo dos días, del primer ministro sirio, Riad Hiyab, que en la madrugada del miércoles entró en Jordania, según el ministro de Estado jordano para Asuntos de Medios, Samih Maaytah.
 
Hiyab llegó a Jordania acompañado por algunos de sus familiares, añadió Maaytah, quien en días previos había negado la presencia del alto cargo sirio en territorio jordano.

En declaraciones a Efe, el activista de los Comités de Coordinación Local Ahmad Masri explicó hoy que la operación para sacar a Hiyab culminó en la noche del martes, cuando éste pudo escapar a través de una alambrada en la frontera entre Siria y Jordania.
 
El varapalo de la defección para el régimen no impidió que su mayor aliado, Irán, asegurase ayer que no permitirá la caída de Al Asad, quien, a su vez, instó al Ejército sirio a "limpiar de terroristas el territorio sirio".

EFE