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COMO CAIDO DEL CIELO

La muerte de Amado Carrillo, el narco más importante de México, sorprendió tanto a las autoridades, que tardaron una semana en confirmarla. Análisis de sus consecuencias.

11 de agosto de 1997

Cuando los rumores comenzaron a circular nadie podía creerlo. Que el narcotraficante más importante y más perseguido de México estuviera muerto era una noticia que sorprendía por sí sola. Pero que no hubiera muerto en una vendetta con sus rivales o en enfrentamiento con las autoridades, sino en un hospital luego de unacirugía plástica, sonaba inverosímil.
Las primeras versiones acerca de la muerte de quien las agencias norteamericanas consideran el más importante capo de América Latina desde la caída de los hermanos Rodríguez Orejuela, aseguraban que Amado Carrillo _apodado el 'Señor de los cielos' por su habilidad para transportar grandes cantidades de cocaína por avión_, se habría registrado en una clínica privada en el exclusivo sector del Distrito Federal con el fin de someterse a una cirugía estética y a una extensiva liposucción.
Aparentemente las autoridades locales algo sabían de las intenciones del capo, pues días antes allanaron un prestigioso hospital del sur de Ciudad de México. Por esa razón Carrillo decidió internarse en una clínica de segundo nivel, especializada en ginecobstetricia, y para asegurar su privacidad pagó por mantener cerrados los tres quirófanos y todo un piso del establecimiento.Pero sus precauciones no bastaron para ponerlo a salvo de la justicia. Sólo que la que llegó no fue la justicia mexicana sino la divina. Las ocho horas de intervención _que incluyó una prótesis de barbilla, una nueva nariz, arreglos en sus orejas y una liposucción que le quitó cinco kilos de peso_ fueron todo un éxito. Hasta las 12 de la noche el capo reaccionaba positivamente y daba gracias a Dios y a los ocho médicos que lo operaron. Sin embargo una aparente adicción a una droga llamada Dormicum hizo que su corazón fallara.
La droga, que había sido expresamente prohibida por los médicos de la clínica, le fue aplicada por insistencia de uno de los hombres que acompañaban al capo, quien dijo ser médico. En vista de ello las enfermeras administraron por vía intravenosa el remedio. A las seis de la mañana los agentes de seguridad de Carrillo se dieron cuenta de que el cuerpo del capo yacía sin vida en la habitación 407.Aunque todo el personal médico presenció cómo los guardaespaldas trataban de sacudirlo y revivirlo con golpes en el pecho, se percataron de que era inútil aplicar técnicas de resucitación. El 'señor' se fue a 'los cielos' a las cuatro de la mañana. El cadáver _de un hombre de 42 años_, registrado bajo un nombre falso, fue enviado a una funeraria, donde lo prepararon y lo enviaron a la norteña ciudad de Culiacán, en el estado de Sinaloa, lugar donde vive la familia de Carrillo.
Pero no bien llegó el féretro a la ciudad natal del capo, las autoridades se apoderaron de él y lo enviaron a la capital para corroborar los rumores acerca de su muerte. Desde entonces el 'Señor de los cielos' tuvo que esperar una semana para descansar en paz.
El principio del fin
La confusión acerca de la identidad del capo y las circunstancias en que murió hicieron correr ríos de tinta. El tema causó toda suerte de contradicciones y enfrentamientos: las autoridades estadounidenses y mexicanas entraron en un duro altercado por cuenta de la identificación del cadáver. Por un lado, la agencia estadounidense antidrogas _DEA_ afirmó a los dos días de ocurrida la muerte que el cadáver había sido identificado como de Amado Carrillo Fuentes, pues las huellas coincidían con los registros dactilares que poseen las autoridades de migración estadounidenses.
Sin embargo la justicia mexicana tardó mucho más en pronunciarse al respecto. El exceso de cautela con el cual las autoridades locales trataron el asunto se debió al temor de la Procuraduría a volver a hacer un oso monumental, como sucedió hace algunos meses, cuando la institución dio el parte de victoria al afirmar que había encontrado el cadáver del desaparecido congresista Manuel Muñoz Rocha. Sin embargo, meses más tarde se descubrió que los restos, encontrados en una propiedad de Raúl Salinas, hermano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, no correspondían a Muñoz sino al suegro de una bruja, quien en un supuesto momento de clarividencia llevó a las autoridades hasta el falso cadáver.Sea como fuere, después del penoso novelón de la vidente y el falso cadáver, que terminó en la destitución del Procurador y todo su equipo, las autoridades judiciales actuaron con suma precaución, hasta el punto que no les bastó el cotejo de las huellas sino que hicieron tests genéticos para comprobar si el ADN del cadáver era similar al de familiares de Carrillo. Como afirmó el procurador mexicano Jorge Madrazo, "después de las cosas que han pasado en México estamos tomando todo con mucho cuidado, y diremos si el cadáver perteneció a Amado Carrillo hasta que tengamos absoluta certeza".
Y como si la muerte del capo no fuera suficiente para mantener a los mexicanos y a la prensa internacional en vilo, la diferencia de opiniones entre la DEA y las autoridades mexicanas estuvo a punto de convertirse en un incidente diplomático. Ante la rapidez con que la agencia antidrogas salió a decir que sí se trataba del capo y la cautela de las autoridades mexicanas para confirmarlo, el embajador de México en Washington, Jesús Silva Herzog, afirmó a un diario que consideraba al director de la DEA, Thomas Constantine, como un "cretino" por haber hecho esa declaración antes de que la Procuraduría hubiera hecho público el resultado de sus peritazgos. Antes de que el problema pasara de castaño a oscuro el vocero del Departamento de Estado, Nicholas Burns, se apresuró a criticar a la DEA y a afirmar que no era intención del gobierno estadounidense entrometerse en asuntos de competencia exclusiva de las autoridades de México.
La batalla por el trono
Tras superar el incidente y luego de la confirmación de la identidad del cadáver una de las mayores preocupaciones de las autoridades mexicanas y estadounidenses es el futuro de la organización que éste dirigía. Lo cierto es que son muchos y muy variados los amigos que Carrillo hizo en su paso por la delincuencia, lo cual hace prever que la sucesión en la dirigencia del cartel de Juárez esté asegurada. Como afirmó el propio Constantine: "Si la cabeza muere, eso les afecta pero una nueva persona viene a sustituirlo". Por lo pronto, todo apunta a que será el hermano del 'Señor de los cielos', Vicente Carrillo Fuentes, que desde hace varios años viene trabajando en la organización, quien reemplazará al barón del cartel de Juárez. Recientes testimonios judiciales indican que Vicente y otros 10 hombres eran quienes manejaban, junto con Carrillo, la organización que controla casi toda la frontera con Estados Unidos, que lleva el 60 por ciento de la cocaína que ingresa a ese país y que sirve de enlace con el cartel de Cali.
Sin embargo hay quienes sostienen que la cosa no será tan sencilla. La lucha por el poder podría aumentar la violencia por narcotráfico en México, especialmente en el norte del país, donde las tensiones de la organización de Carrillo con el cartel de Tijuana de los hermanos Arellano Félix han aumentado drásticamente desde que el narcotraficante Juan García Abrego, quien cumple 11 cadenas perpetuas en Texas, dejó acéfala su organización. La muerte del 'Señor de los cielos' puede recrudecer una lucha territorial que quedó sin resolver.Y no es ese el único asunto que se le quedó entre el tintero a Carrillo. El narcotraficante se llevará a la tumba la clave del equivalente al proceso 8.000 mexicano, pues él ha sido el protagonista de los mayores escándalos de corrupción ligada al narcotráfico en México. No solamente existen implicaciones de políticos, gobernadores y cientos de funcionarios con su organización, sino que, hace apenas unos meses, el general Jesús Gutiérrez Rebollo, quien hasta entonces fuera el zar antidrogas mexicano, fue separado de su cargo y encarcelado por sus vínculos con el 'Señor de los cielos'. Aparentemente la capacidad de corrupción que llegó a tener su fortuna _estimada en 25.000 millones de dólares_ alcanzó hasta las más altas esferas y por lo menos logró que no tuviera otra cuenta pendiente con la justicia mexicana que una acusación de porte ilegal de armas.Aunque seguramente el hecho de comprar funcionarios proporcionó seguridad a Carrillo durante mucho tiempo, lo cierto es que desde las acusaciones contra Gutiérrez Rebollo el narcotraficante vivió como un prófugo, al punto de querer cambiar su apariencia física mediante una cirugía plástica que le costó la vida.
En todo caso, tras siete días de discusiones y pruebas, el viernes llegó al aeropuerto privado de Culiacán el féretro de Amado Carrillo, el cual pasó a ocupar su lugar en la cripta familiar en la finca de los Carrillo Fuentes. Irónicamente, hace tan sólo unas semanas el capo llamó al periodista radial Pedro Ferris de Con para pedirle que el día que informara de su muerte supiera que "a Amado Carrillo no lo mata sino Amado Carrillo". Así fue.