Consejo Electoral venezolano: ¿juez y parte?

La policía antimotines llegó temprano en la mañana del jueves 21 de marzo a instalarse frente a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano. La razón: una marcha estudiantil convocada para las diez de la mañana para exigir al ente rector que restrinja el uso de recursos públicos en la campaña y ponga límites al uso de medios de comunicación por parte de Nicolás Maduro como presidente encargado.

Pero los estudiantes no lograron lo que querían. Cerca de la Asamblea Nacional, en pleno centro de Caracas, los estudiantes, en su mayoría de tendencia opositora, se toparon con un grupo oficialista que buscó impedir su paso hasta la sede nacional del CNE cerca de allí. Algunos estudiantes denunciaron ante medios de comunicación locales que fueron agredidos físicamente con bombas lacrimógenas y otro tipo de objetos cortopunzantes.

A la marcha habían llegado estudiantes de universidades de otras regiones del país. Vale recordar que este es tan solo una de varias iniciativas de protesta de lo que han denominado “Operación Soberanía”, y que incluyó huelgas y encadenamientos por varios días frente a la embajada de Cuba, y contra la decisión del Tribunal Supremo de Justicia que le permitió al gobierno iniciar un nuevo periodo ejecutivo sin la juramentación presidencial en enero. El último acto fue una queja oficial para exigirle al CNE que incorporara al registro electoral a los jóvenes que cumplieron mayoría de edad desde el pasado 7 de octubre, para que puedan ejercer su derecho al voto.

Los estudiantes no han sido los únicos que han protestado contra lo que consideran la falta de imparcialidad y garantías por parte del CNE venezolano. El mismo candidato opositor, Henrique Capriles, ha criticado que su rectora principal, Tibisay Lucena, usara un brazalete de luto por el presidente Chávez, y le pidió que al menos guardara “las formas”. Otros diputados de oposición y el vocero de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, también han exigido que se limite el uso de recursos públicos por parte del Estado, que favorecen la candidatura de Nicolás Maduro y su tiempo de exposición ante medios de comunicación.

Los medios de comunicación no se han quedado atrás en sus críticas contra la entidad. El domingo pasado, el diario El Nacional, escribió contra la rectora Lucena su editorial titulado “Doña Mentira” y cerraba con la lapidaria frase: “Que Dios la perdone, doña Lucena, porque ya sabemos su destino”. El editorial fue interpretado como una ofensa personal contra ella y su estado de salud, pues Lucena ha estado enferma de cáncer. Hasta el único rector de la oposición en la entidad, Vicente Díaz, salió en su defensa y calificó de “deplorable” la columna, pese a que él también ha cuestionado el uso de los recursos del Estado para la campaña oficialista.

Días antes el CNE se sintió aludido por las declaraciones de la secretaria del departamento de Estado de los Estados Unidos adjunta, Roberta Jacobson, quien dijo que era “difícil” que las elecciones en Venezuela fueran “limpias y transparentes”.  

Lucena ha sido la primera en salir a defender su gestión y transparencia al frente de la entidad. Siempre ha dicho que técnicamente el sistema electoral de voto automatizado en Venezuela es superior al de muchos países, entre ellos el de Estados Unidos. “Venezuela tiene el mejor sistema electoral del mundo. En cambio, el sistema de Estados Unidos es frágil, inseguro y cada vez más excluyente de minorías”, dijo Lucena.

Por las declaraciones de la funcionaria estadounidense, el gobierno venezolano, además, decidió congelar los acercamientos que venía adelantando Roy Chaderton, embajador de Venezuela ante la OEA, desde el año pasado, para reestablecer las relaciones que están rotas desde hace varios años entre ambos países. "Roberta Jacobsen, cuando usted entienda que Venezuela es un país soberano, entonces vuelva a llamar", dijo el canciller Elías Jaua.

Funcionarios de la entidad también salieron a respaldar el jueves a la rectora Lucena y a manifestar su rechazo a las críticas contra el CNE. Humberto Castillo, exrector de la entidad, dijo que iban a solicitar que declararan como empresa no grata al diario El Nacional. "Pedimos en nombre de los trabajadores que no se invite al diario a ninguna de las actividades del CNE con miras a los comicios del próximo 14 de abril".