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La captura de 13 colombianos revela la dimensión del tráfico de cocaína en Europa.

12 de febrero de 1990

Las tareas de la guerra narcoterrorista del cartel de Medellín no han dejado de lado las actividades relacionadas con el negocio. La semana pasada la policía española descubrió una de las más importantes células de la organización narcotraficante, que ha hecho pensar a las autoridades que se trata sólo del comienzo del desmonte de una poderosa infraestructura del cartel de Medellín instalada en España.
Después de un paciente seguimiento a un buen número de colombianos que ya prácticamente han adoptado un modelo común de comportamiento en Madrid, la policía terminó allanando por lo menos 10 casas de la lujosa zona residencial de "Puerta de Hierro". Los resultados del operativo fueron la captura de 13 colombianos y el decomiso de 278 kilos de cocaína pura, además de una importante suma de dinero que supera los 25.000 millones de pesetas, algo así como 100.000 millones de pesos. Dólares, pasaportes falsos, armas y sustancias para adulterar la cocaína, hacían parte de la parafernalia de los narcotraficantes colombianos.
De acuerdo con las investigaciones de los servicios secretos españoles, un empresario canario llamado Bernardo Torres, alias "Beni", es el hombre del "Clan Ochoa" en ese país y, aún que afirman que aún no han logrado obtener pruebas contundentes en su contra, sostienen que la vigilancia a la que lo tienen sometido lo mantiene un poco a raya. Según la revista Cambio 16 del 18 de septiembre pasado, los especialistas en la lucha contra el narcotráfico estan empeñados en una verdadera cacería del "hombre de los Ochoa", "Beni", de quien poseen un completo "dossier" sobre sus actividades relacionadas con el tráfico de drogas. "Sus negocios son exhaustivamente investigados y sus contactos controlados", sostiene la publicación española en un informe llamado "La guerra de la coca llega a España".
Las autoridades españolas consideran que muerto El Mexicano y apresado Matta Ballesteros, el mercado ha quedado en manos de Pablo Escobar y los Ochoa. En este sentido coinciden con el general Miguel Alfredo Maza Márquez, quien en una reciente entrevista publicada en España por la revista Cambio 16 afirma: "Los narcos colombianos quieren montar en España una infraestructura similar a la que tienen en Colombia".
El general Maza, por su parte, considera que el desplazamiento se ha producido por razones fundamentalmente económicas, porque mientras en Estados Unidos un kilo de cocaína se consigue por 14 mil dólares, en Europa su precio se triplica. Para las autoridades españolas, el clan Ochoa es el que en realidad controla el negocio en Europa. Y aunque los hombres de Pablo Escobar tienen una importante red de lavado de dólares y distribución de cocaína en Suiza, las "bodegas españolas" son controladas por Jorge Ochoa. La policía española tiene los ojos puestos sobre empresas que figuran a nombre de "testaferros españoles" y ya han ubicado firmas como Titania Bell S.A. y Genuine Investment Service Inc., las cuales, al parecer, se dedican a "limpiar" las actividades del clan Ochoa.
De acuerdo con las autoridades españolas, no son pocos los empresarios famosos que han mantenido estrechos vínculos con los Ochoa. Uno de estos es el leonés Manuel Abajó Abajó, gerente de Explotaciones Hípicas Internacionales S.A., quien se encuentra detenido en Valladolid bajo el cargo de tráfico de drogas. Abajó realizó grandes importaciones de caballos de carreras desde Colombia por sumas que superaban los 150.000 dólares. Pero la policía descubrió que en los barrotes en que se traían los caballos que habían sido comprados a firmas controladas por los Ochoa, se transportaba cocaína.
Para las autoridades españolas, aunque Pablo Escobar también ha intentado controlar el negocio en España, a través de un colombiano que mediante un aparente negocio de esmeraldas y una agencia de viajes ha hecho importantes operaciones de lavado de dinero, los zares de la cocaína en España son los Ochoa. En la actualidad no hay miembro de los círcuios típicos y taurinos que no esté bajo el seguimiento de la policía secreta, por sospechas de estar ligado a los Ochoa. Inclusive, no se descarta que la infraestructura que pretende montar el "brazo caballístico" del cartel de Medellín incluya actividades como la que se descubrió en una finca de Paterna, en Valencia, en donde, según algunas investigaciones, El Mexicano había montado una sucursal de entrenamiento de grupos paramilitares.