Aviones a medias

La Fuerza Aérea Suiza es una de las más poderosas y equipadas, pero solo en horarios de oficina. Así lo comprobó un copiloto etíope que secuestró su propio avión para pedir asilo en ese país europeo. El Boeing 767 de Ethiopian Airlines aterrizó en el aeropuerto de Ginebra tras dos horas de pánico. Aunque todos los pasajeros y la tripulación quedaron a salvo, lo que sorprendió no fue tanto el secuestro, sino el descuido de la Fuerza Aérea, que no pudo intervenir porque sus bases estaban cerradas. Por eso, aviones franceses e italianos escoltaron el avión secuestrado hasta su aterrizaje a las seis de la mañana. Según un oficial, “Suiza no pudo intervenir porque sus bases permanecen cerradas en las noches y fines de semana”. Al parecer, la capacidad de respuesta durante las 24 horas no está habilitada por razones financieras. Pero lo más probable es que luego de este capítulo, los horarios se extiendan por completo.