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Corea del Sur intenta atraer turistas al lugar "más tenebroso de la Tierra"

Ambientalistas aseguran haber creado una impecable reserva natural, con miles de especies, en la zona desmilitarizada ubicada en la frontera con Corea del Norte.

Alianza BBC
9 de mayo de 2012

La frontera entre Corea del Sur y Corea del Norte ofrece mucho más que el tradicional recuerdo de una camiseta, a pesar de que las vende también.

 

La llamada Zona Desmilitarizada (DMZ, por sus siglas en inglés), una muestra viva de la Guerra Fría, es custodiada por un millón de soldados y otro millón de minas terrestres colocadas a lo largo de sus 248 kilómetros. Ahora Corea del Sur ha decidido crear en el lugar una nueva zona de ecoturismo, en el mismo sitio que el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, bautizó como "el más tenebroso de la Tierra". Pero no es que la zona de distensión tuviese problemas para atraer a los turistas.

 

Alrededor de 6,5 millones de visitantes vienen cada año a utilizar sus binoculares para espiar en secreto a Corea del Norte. Entran a los túneles de infiltración y se toman fotografías frente a los monumentos del tiempo de guerra y demás reliquias. "Creo que las personas que vienen aquí se sienten conmovidos por el pueblo de Corea del Norte. Y esto es lo más cerca que pueden llegar", dijo Steven Felker, ministro de la Christ Chapel de Nueva York. "Para otros curiosos, esto es lo más cerca que pueden llegar de manera segura a una zona militarizada activa".

 

Pero el gobierno de Corea del Sur no está contento con que la gente mire a la zona de distensión como un lugar guerra y tensión. Y por ello tiene la esperanza de que se refieran al área que la rodea como la "Zona de Paz y Vida" (PLZ). Los restos de soldados se encuentran enterrados en tierras de cultivo, en donde los autobuses turísticos no se detienen. "Hasta ahora la zona de distensión ha sido un lugar de restricción y de enorme seguridad", dijo Park Meeja, director de política de la naturaleza del Ministerio del Ambiente. "Pero convertirla en un sitio de ecoturismo, cambiará la percepción de la gente. Esperamos que en el futuro vengan más personas a experimentar la vida silvestre, en lugar de venir a ver al último país dividido del mundo".

 

La idea no es tan inverosímil como parece. El acuerdo de armisticio al término de la Guerra de Corea hace 60 años creó una zona parachoques de 2 kilómetros a ambos lados de la línea de alto el fuego, en los que se prohibió la presencia de equipos y personal militar. Más allá hay existe una franja de más de 8 kilómetros a la que el acceso del público es muy restringido.

 

Los ambientalistas aseguran haber creado una impecable reserva natural, con miles de especies, incluyendo ardillas voladoras coreanas. El plan de Ministerio del Ambiente es crear senderos a través de la zona para permitir el acceso de turistas. Pero los conflictos, aunque hayan ocurrido hace 60 años, no siempre son fáciles de olvidar. Cientos de palos blancos, plantados en hileras, identifican las tumbas de los soldados chinos y norcoreanos que murieron durante la Guerra de Corea.

 

Se encuentran escondidos en tierras de cultivo, fuera de una autopista cerca de la frontera, en un sitio en el que los autobuses turísticos no se detienen. El entierro más reciente allí ocurrió el año pasado.

 

Los restos siguen siendo descubiertos por el ejército de Corea del Sur todo el tiempo. Y hay otros recuerdos también, por supuesto, porque la guerra que esos soldados libraron nunca terminó formalmente. A Corea del Norte y del Sur los una frágil tregua, pero no un acuerdo de paz. Corea del Norte ha enviado proyectiles y espías al Sur, en varias ocasiones desde entonces. Y ambas partes llevan a cabo, de forma regular y a gran escala, ejercicios militares. Aunque se revisen y transformen los recuerdos del conflicto, las tensiones militares serán difíciles de borrar.