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El presidente ecuatoriano dio marcha atrás en su reto contra la superpotencia. | Foto: SEMANA

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Correa se arrodilla ante Estados Unidos

El presidente de Ecuador se echa para atrás en su desafío a EE. UU. y califica al espía Snowden de “persona complicada”.

2 de julio de 2013

La bravuconada de Rafael Correa contra Estados Unidos duró unos pocos días. El presidente ecuatoriano dio marcha atrás en su reto contra la superpotencia ante el posible asilo que entregaría al extécnico de la CIA Edward Snowden, y como si eso no fuera suficiente, se cambió de orilla y dijo públicamente que el espía es una “persona complicada”. Es más, para que no quedaran dudas sobre su nueva postura, anunció que el cónsul ecuatoriano que firmó un salvoconducto para que Snowden saliera de Hong Kong con destino a Moscú será “sancionado” por cometer semejante imprudencia.

Paradójicamente, la afirmación de Correa coincide con la divulgación de una carta de Snowden, en la que agradece al gobierno de Ecuador por su “valentía” en la defensa de sus derechos y por considerar su caso.

Pero Correa ahora mira para otro lado y muestra signos de querer desprenderse de un problema que le estaba creando muchos dolores de cabeza. En una entrevista que publica este martes el diario británico The Guardian, el presidente de Ecuador asegura que el caso de Snowden es responsabilidad de Moscú y que el estadounidense tendría que llegar a territorio ecuatoriano antes de que su país pueda evaluar la petición de asilo.

El extécnico de la CIA, quien ha divulgado las actividades de ciberespionaje realizadas por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de EE. UU., se encuentra en la zona de tránsito del aeropuerto de Moscú, tras haber volado desde Hong Kong.

“¿Somos responsables de llevarlo a Ecuador? No es lógico. El país que le debe dar un documento de salvoconducto es Rusia”, dijo Correa en la entrevista, la cual concedió en Quito.

Según el presidente, su gobierno no ayudó a Snowden, de manera intencionada, para que viajara de Hong Kong a Moscú con un pase de viaje temporal, y afirmó que se trató de “un error de nuestra parte”. “La situación de Snowden es muy complicada, pero en este momento está en territorio ruso y estas son decisiones de las autoridades rusas”, añadió el presidente sobre el espía estadounidense, a quien las autoridades de su país le han revocado el pasaporte.

Preguntado sobre si quiere verle, el presidente ecuatoriano contestó: “No, particularmente. Él es una persona complicada”, y añadió que “Snowden espió durante un tiempo”.

Las opiniones de Correa contrastan con las de Snowden, quien, en una carta divulgada por el mismo diario, afirmó que “existen pocos líderes mundiales que arriesgarían estar del lado de los derechos humanos de un individuo frente al gobierno más poderoso del planeta, y la valentía de Ecuador y su pueblo es un ejemplo para el mundo”.

Añadió que sin la “acción decisiva” de su cónsul en Londres, Fidel Narváez, para proteger sus derechos en su salida de Hong Kong, “nunca me podría haber arriesgado a viajar”.

Sin embargo, ahora el presidente ecuatoriano quiere mostrarle al mundo que ese problema no lo creó su país. “La solicitud de derecho de asilo es una cosa, pero ayudar a alguien a viajar de un país a otro (...) Ecuador nunca ha hecho esto”, dijo Correa, y reiteró que la emisión de un documento de viaje emitida por su consulado en Londres el 22 de junio fue un error.

“Fue un error de nuestra parte. Mire, esta crisis nos afecta en un momento muy vulnerable. Nuestro ministro de Exteriores estaba de viaje por Asia. Nuestro viceministro de Exteriores estaba en la República Checa. Nuestro embajador estaba en Italia”, agregó.

Según Correa, Narváez y el fundador de Wikileaks, Julian Assange, quien está refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, hicieron cosas porque temían que Snowden pudiera ser detenido.“El cónsul, en su desesperación, probablemente no podía contactar al ministro de Exteriores, y emitió un documento de salvoconducto sin validez, sin autorización, sin que siquiera nosotros supiéramos”, afirmó el presidente.

“Mire, él (Assange) está en la embajada, es amigo del cónsul, y le llama a las cuatro de la madrugada para decirle que van a capturar a Snowden. Él (cónsul) está desesperado, ¿cómo vamos a salvar la vida de este hombre?, y lo hace”, aseguró un arrepentido Correa.

Según el presidente ecuatoriano, el documento no es válido y el cónsul “tendrá que aceptar las consecuencias” y será “sancionado”, sin precisar cuáles sanciones se le impondrán.

No obstante, Correa puntualizó que Assange tiene el respeto de su país y “está bajo la protección del Estado de Ecuador”.

El exanalista de la CIA Edward Snowden, reclamado por espionaje en Estados Unidos, ha pedido asilo a 21 países, entre ellos varios latinoamericanos, reveló este martes la página web de Wikileaks.