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“Correa nos tiene con ?un machete en la nuca”?

La confirmación de la sentencia contra el diario 'El Universo' tiene conmocionada a la prensa latinoamericana, porque podría significar el cierre del diario y el fin de la libertad de expresión en Ecuador. SEMANA entrevistó a Carlos Pérez, el director del periódico.

24 de septiembre de 2011

El diario ecuatoriano El Universo planteó un arbitraje internacional para tratar la demanda del presidente Rafael Correa por la que tres directivos y un exeditor de ese matutino fueron condenados a tres años de prisión y a pagar 40 millones de dólares por una columna de opinión supuestamente injuriosa contra el gobernante, relacionada con la actuación del presidente en una asonada policial que el gobierno presentó como un intento de golpe de Estado.

El mandatario socialista abrió la posibilidad de retirar la querella, que suscitó críticas de organizaciones defensoras de los derechos humanos, luego de que la justicia confirmó en segunda instancia la condena a Carlos Pérez, a los subdirectores César y Nicolás Pérez y al exeditor de Opinión Emilio Palacio. "Que reconozcan su error, que mintieron, que pidan disculpas al país, no a Rafael Correa, que digan que van a tratar de ser más serios, más profesionales, más éticos en su labor de informadores, y podemos hablar de desistir del proceso" por injurias calumniosas, dijo.

El director del rotativo aseguró estar preocupado porque el proceso judicial "no ha sido claro" y se han dado "abusos", pues "se nos acusa de algo que no hicimos". Esto dijo en diálogo con SEMANA.

SEMANA: ¿Cómo califica el fallo?

CARLOS PÉREZ: Es una sentencia exprés, porque el juez leyó un proceso de 5.000 páginas y dictó una sentencia de 120 páginas en menos de un día. Lo lamentamos, creemos que es un atentado a la libertad de expresión. Lo que está promoviendo esta sentencia, de mantenerse en firme hasta el final, es la censura previa, porque ya en este país no es posible publicar lo que uno querría.

SEMANA: ¿O sea que se la hicieron al juez?

C.P.: De eso no tengo ninguna prueba. Lo que sí creo es que el juez sería el lector más rápido del oeste. Pero es un hecho que Correa ha dicho que él es el jefe máximo de la justicia en el marco de la reestructuración del sector que lidera su gobierno. O sea que nos han llevado a una corte donde el jefe de los magistrados es el mismo demandante, lo cual lo hace juez y parte, y eso en ningún proceso judicial está bien visto y lo convierte en un juicio en gran parte político. El presidente tiene muchísimo más poder que la prensa.

SEMANA: Correa ha dicho que podría retirar la querella si ustedes se disculpan y reconocen que mintieron…

C.P.: Él quiere condenar para después perdonar, y la propuesta para desistir de la acusación es confusa y es como tener a alguien sentado con el machete en la nuca, lo que demuestra que él manda en el poder judicial. Es indigno, es acercarse ante una especie de emperador a que te perdone. Creo que es inaceptable. Además, tú pides perdón cuando sientes culpabilidad. No me siento culpable por algo que no escribí. Este no es un caso de perdón, es un caso de justicia. Correa ahora está ofreciendo un tipo de indulto hacia nosotros, hacia el caso, pero propongo: vamos a un arbitraje para ver qué sucede, porque creemos que aquí, en este país, no hay justicia, por el momento.

SEMANA: ¿Hasta dónde piensan llegar con este proceso?

C.P.: Agotaremos todas las instancias nacionales y luego acudiremos a las internacionales. Esta sentencia es histórica, pero por lo lamentable para la democracia del país.

SEMANA: ¿Hablamos de intimidación y censura?

C.P.: El fondo es que a cada periodista se lo va a intimidar, esa es la censura más agresiva y canallesca que pueda existir. Era preferible cuando entraba el militar con la escopeta a callar al director del medio.

SEMANA: ¿Y cómo ha sido la actitud del sector empresarial? ¿Ha dejado de pautar en el diario por temor al presidente?

C.P.: Todo lo contrario, el apoyo ha sido enorme. Justo cuando se conoció la sentencia estábamos celebrando los 90 años y fueron tantos los avisos que tuvimos una edición de aniversario de 200 páginas, algo sin precedentes en el país.

SEMANA: ¿Creen que el diario podría desaparecer?

C.P.: Eso sería un costo político muy alto para el presidente. El diario sobrevivió a un cierre en 1932 y aquí está, 90 años después. A ese dictador de entonces la historia no lo recuerda, fue un pasajero que en su momento tuvo todo el poder.

SEMANA: ¿La intención del régimen será la de absorber este diario para hacerlo oficial?

C.P.: No podría ser del gobierno porque la demanda es a título personal de Rafael Correa Delgado.

SEMANA: ¿Hay espacio para un diálogo formal que termine con este litigio?

C.P.: Siempre estamos dispuestos a eso. Creo que la sociedad pierde con estas acciones judiciales y creo que un diario digno puede llegar a conversaciones porque estimo que la sociedad debe salir ganando siempre. n