El Costa Concordia, está de “pie”

El crucero Costa Concordia fue enderezado totalmente en las primeras horas del martes después de una compleja operación de 19 horas para hacerlo girar desde el lado donde se volcó el año pasado sobre un arrecife de la Toscana, mientras las autoridades dijeron que fue un final "perfecto" a una osadía y falla de ingeniería sin precedentes.

Poco después de las 4:00  a.m. una sirena de niebla sonó en la Isla Giglio y Franco Gabrielli, director de Agencia Nacional de Protección Civil, anunció que el barco logró colocarse verticalmente y que la operación para rotarlo fue completado.

"Completamos la operación de rotación hace algunos minutos en la forma que pensamos que podría ocurrir y en la forma como esperábamos que ocurriera", dijo Franco Porcellacchia, director de proyecto de la empresa propietaria del crucero, Costa Crociere SpA.

"Una operación perfecta, debo decir", sin derrames ambientales detectados hasta ahora, indicó.
Los bomberos aplaudieron cuando Gabrielli y otros ingenieros del proyecto hicieron el anuncio.
El Concordia encalló en un arrecife la noche del 13 de enero del 2012 luego de que el capitán acercó el navío demasiado a la costa de Giglio. En el naufragio murieron 32 personas. Dos cadáveres nunca se recuperaron.

El ingeniero Sergio Girotto dijo que la operación de enderezado comenzó a las 9:00 a.m. tres horas después de lo programado debido a que una tormenta retrasó la instalación de un centro de comando flotante cerca del naufragio. La nave no se movió durante las tres primeras horas de operación, pero cuando se aplicaron 6.000 toneladas de fuerza con el sistema de poleas, "vimos cómo se separaba" del lecho marino cerca de la bahía de la isla de Giglio por medio de cámaras subterráneas, agregó.

Las imágenes transmitidas por sumergibles robóticos indicaban que la parte sumergida del casco sufrió una "gran deformación" por el tiempo que pasó comprimida bajo el peso de las 115.000 toneladas del buque, agregó el ingeniero.

Giglio forma parte de un archipiélago toscano en un refugio marino con una población numerosa de delfines y peces.

El Concordia, de 300 metros (1.000 pies), es al parecer el mayor buque crucero que naufragó y que requirió la rotación.

Con el buque enderezado, los ingenieros se proponen agregar tanques llenos de agua en ambos costados del casco para equilibrarlo, anclarlo y estabilizarlo durante los meses del invierno. El casco descansará sobre un lecho submarino artificial a unos 30 metros (100 pies) de profundidad, una plataforma y bolsas de cemento para llenar las irregularidades del arrecife.

Cuando llegue la primavera, se irán vaciando los tanques para que el barco pueda navegar nuevamente y ser remolcado.