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Una mujer palestina se lamenta durante un funeral. Varios de sus familiares fallecioeron tras bombardeo de Israel en la Franja de Gaza. (AP) | Foto: AP

CONFLICTO

Crece la tensión en medio oriente por conflicto en la Franja de Gaza

La ofensiva militar israelí deja hasta el momento 76 muertos y más de 400 personas heridas.

9 de julio de 2014

Siete civiles palestinos -tres mujeres y 4menores- murieron en los ataques registrados esta madrugada al impactar tres misiles israelíes en sus casas en la ciudad de Jan Yunes, en el surde Gaza.


El reciente conflicto deja, hasta el momento, más de 400 palestinos heridos. El número de personas muertas asciende a 76 en la operación militar israelí "Margen protector", que entra en su tercera jornada, según fuentes sanitarias locales.

La pasada noche Israel bombardeó en una ofensiva conjunta que se desarrolla por aire y mar 108 blancos en la Franja, con los que suman ya 750 los objetivos alcanzados, según un comunicado del Ejército israelí.

Entre dichos objetivos figuran tres milicianos de la Yihad Islámica en un operativo lanzado a primera hora del día y que supuestamente están involucrados en la manufactura de cohetes de medio alcance.

Por otra parte, el Ejército israelí cifra en aproximadamente 360 los cohetes de distinto alcance disparados desde el territorio palestino contra Israel,de los cuales 255 impactaron en este país y aproximadamente 67 fueron interceptados por las baterías antimisiles del sistema "Cúpula deHierro".

De momento, los ataques de los milicianos palestinos desde Gaza no han provocado víctimas mortales, aunque sí decenas de casos de israelíes que han tenido que ser atendidos por los servicios médicos por ataques de ansiedad y pánico.


Foto: AP


Las sirenas se volvieron a activar esta mañana en la ciudad de Tel Aviv, y de acuerdo al Ejército israelí un cohete fue derribado en pleno vuelo por las baterías antimisiles desplegadas en la zona.

Testigos obligados de un conflicto bélico
Cohetes, alarmas y calles desiertas en las ciudades fronterizas. 

Los vecinos de las localidades del sur de Israel aledañas a Gaza llevan tiempo acostumbrados al sonido de las alarmasque les dan 15 segundos para refugiarse antes del posible impacto de un proyectil.

Pero en los últimos días, la intensificación de los disparos de cohetes y morteros, con la siguiente respuesta de los bombardeos por aire del Ejército israelí, ha devuelto a estas comunidades a sus peores pesadillas.

"Lo que sucede aquí no se trata del segundo día de una operación militar, llevamos cerca de 14 años soportando el disparo de cohetes desde Gaza", se queja Tzipi Alón, de 56 años y vecina de la localidad de Sderot.


Foto: AP

Israel lanzó en la madrugada del martes la ofensiva "Margen Protector" con el objetivo declarado de restaurar la calma en la zona y asestar un duro golpe a Hamás, organización que asumió la autoría del disparo de decenasde obuses contra territorio israelí.

Con una voz cascadamientras consume hasta el extremo un cigarrillo, Alón reconoce: "Desgraciadamente nos hemos acostumbrado a esto, pero esto no es vida".

A su lado, una estación de autobuses con forma de refugio de cemento armado, como todas las de esta población situada a escasos dos kilómetros de la franja palestina, es una prueba meridiana del miedo en el que viven estas comunidades fronterizas.

También las patrullas policiales son blindadas y todas las casas tienen un refugio antiaéreo, mientras que escuelas e instituciones públicas y sanitarias son verdaderos búnkers para cuando se disparan las alarmas "Color Rojo".

"Vivimos con tranquilizantes y tensión, si oímos un vehículo que da un bote creemos que es un "Kasam" -cohetes de corto alcance de Hamás-.Tenemos el miedo metido en el cuerpo", reconoce Alón.

Las calles de esta población, de 24.000 habitantes y en pleno períodovacacional, aparecen desiertas y como explica Marcelo Jodorenko, de 49 años y natural de Buenos Aires, la gente sale sólo para lo imprescindible.

Este porteño radicado desde hace dos décadas en la localidad apunta que Sderot tiene el extraño honor de contar con el único parte infantil "completamente blindado del mundo", donde dosescultóricas serpientes y un castillo de hormigón albergan en suinterior un refugio.


Foto: AP

Una de las razones por las cuales la población no pega ojo por las noches es "por los constantes bombardeos sobre Gaza", subraya Momi Elmergui, sefardí de 70 años y originario deTánger, mientras se escuchan a lo lejos varios estruendos.

Conuna bolsa de pan de pita en la mano y tocado por una kipá, este vecinode Nir-Am, el barrio más cercano a Gaza, del que dista 400 metros, explica que la gente aprovecha la mañana para hacer la compra porque"los palestinos están de ayuno por Ramadán".

Y asegura que la solución al conflicto pasa "o bien por hacer la paz o liquidar a los terroristas que emplean a sus propios niños".

Noi, camarera del restaurante "Tuvale", que hoy día sólo es frecuentado de tanto entanto por algún periodista, dice que en Ashkelón, situada a 10 kilómetros al norte de Gaza, la situación es aún peor.

Relata cómo ayer tuvo que detener su vehículo de camino a esa ciudad ante el sonido de las alarmas antes de ver cuatro cohetes en el cielo, tres delos cuales fueron interceptados.

En ese momento, un cohete de estas baterías surca el cielo dejando una estela en dirección a esa ciudad y poco después se escucha una explosión.

Desde el inicio de la operación más de 200 cohetes impactaron en suelo israelí y 53 fueron derribados, según el Ejército.


Foto: AP

Israel ha lanzado más de 160 ataques aéreos en la franja, que han causado cerca de 40 víctimas mortales y más de 200 heridos.

A primera hora de la tarde de este martes, dos misiles de medio alcance llegaron ala localidad israelí de Zihron Yaakov, situada a 140 kilómetros de Gaza, el punto más septentrional alcanzado hasta el momento por las faccionesarmadas palestinas.

Ciudades como Tel Aviv han sido objetivo  de los ataques, después de que varias andanadas pusieran en alerta aciudades como Jerusalén, y el Aeropuerto internacional Ben Gurión tuviera que interrumpir el tráfico durante algunas horas.