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CRIMEN Y CASTIGO

Tras un largo proceso, es condenado a 20 años de prisión el ex presidente Salvador Jorge Blanco.

9 de septiembre de 1991

NO HABIA PASADO UN MES desde que Salvador Jorge Blanco entregó el poder a Joaquín Balaguer, el 16 de agosto de 1986 cuando las denuncias contra él se habían convertido en la comidilla de Santo Domingo. Comenzó entonces el calvario que terminó la semana pasada, cuando fue condenado a 20 años de prisión y a pagar multas por 4,5 millones de dólares.
Lo cierto es que desde que asumió su cargo por penúltima vez (el año pasado fue reelegido) Balaguer inició una campaña contra la corrupción, que tomó en un cierto momento características obsesivas. Cada lunes por la noche durante semanas, los dominicanos se acostumbraron al desfile de ministros que cuestionaban la honradez de sus antecesores. Contra Jorge se lanzaron muchos dardos. El parlamentario Miguel Angel Vásquez culpó al presidente por la muerte de 54 personas que perecieron durante los disturbios de abril de 1984. La dirección de presupuesto agregó denuncias sobre compras por 90 millones de dólares en pertrechos militares, que habrían sido hechas a través de empresas ligadas a Manuel Antonio Cuervo Gómez, secretario de las Fuerzas Armadas. Otros cargos hablaban de falsificación de escrituras publicas, exoneración fraudulenta de impuestos y cheques oficiales girados sin justificación.
El proceso contra Jorge tuvo toda clase de incidencias, desde un intento de asilo en Venezuela y Panamá, con infarto de por medio, hasta una condena anulada, en 1987. En espera del resultado de su apelación, Jorge Blanco insiste todavía en que su suerte proviene de la persecución oficial desatada por el hoy octogenario Joaquín Balaguer.