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Cuenta regresiva para visita del Papa a Brasil

El Pontífice podría encontrarse con la estrella del fútbol Neymar. Su viaje estará marcado por estrictas medidas de seguridad.

21 de julio de 2013

La procesión por las playas de Río de Janeiro de la cruz peregrina y la imagen de la Virgen María, símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), marcó este domingo la recta final de la cuenta regresiva para la visita del papa Francisco a Brasil, país que espera este lunes la llegada del Pontífice.

Bajo un intenso calor de 32 grados, los símbolos, llevados en los hombros por fieles, recorrieron Barra da Tijuca, las playas de Ipanema y Copacabana y Orla de Leblón, en una procesión que llamó la atención de los bañistas.
El jueves, la cruz y la imagen mariana habían visitado la favela de Rocinha, la mayor de la ciudad.

El papa Francisco, en su primer viaje como Pontífice al exterior, es esperado mañana en Río de Janeiro y se tiene previsto que el líder religioso recorra las calles del centro de Río de Janeiro en el "papamóvil".

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff; el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, y el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, ofrecerán una recepción al Papa en el Palacio de Guanabara, sede del Gobierno regional.

El Pontífice presidirá diversos actos de la JMJ, entre ellos un Vía Crucis en la playa de Copacabana, el jueves, y la misa de clausura, que tendrá lugar el domingo 28.

Además del recorrido por el centro de Río de Janeiro, el Papa pidió un encuentro con representantes de la delegación argentina que acude al evento católico, según dijo hoy en una rueda de prensa el alcalde.

Paes destacó como "positivo" la "cierta imprevisibilidad" del Pontífice con los cambios en su agenda.

El alcalde adelantó que a la recepción fueron invitados deportistas como Neymar, atacante de la selección brasileña y del Barcelona, que no confirmó todavía su presencia; el exbaloncestista Oscar, que recientemente pasó por una cirugía en el cerebro para extirparle un tumor, y los exfutbolistas Pelé y Zico.

El sábado, Rousseff, que no tenía actividades oficiales programadas para el fin de semana, convocó a sus ministros de Defensa, Justicia, Relaciones Exteriores y de la Secretaría de la Presidencia para repasar por última vez los detalles del operativo de seguridad previsto para la JMJ y la visita papal.

El operativo involucra 14.000 efectivos del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea; las Policías Civil, Militarizada, Federal y de Carreteras, el Cuerpo de Bomberos, las Guardias Patrimonial de la ciudad de Aparecida y la Civil Metropolitana de Río de Janeiro, además de la Guardia Suiza, que vela por la seguridad del Papa.

La operación "Grandes eventos" llevó a la aprehensión entre la noche del sábado y la madrugada de hoy de 2,5 toneladas de marihuana en las afueras de Río de Janeiro, que fueron confiscadas durante dos retenes de la Policía Federal y de Carreteras.

Mientras las autoridades locales daban los últimos retoques al plan de recibimiento del Papa, miles de peregrinos de todos los puntos del planeta seguían llegado a la "Ciudad maravillosa", entre ellos un importante grupo de jesuitas que esperan ansioso el encuentro con el primer papa de esa orden religiosa.

"Nosotros, jesuitas, pensamos: 'Si cada equis años el Papa reúne a la juventud en la JMJ, entonces nosotros podríamos reunir a la juventud ligada a la Compañía de Jesús en todo el mundo", explicó a Efe el sacerdote Geraldo Lacerdine en el colegio Santo Inácio de Río de Janeiro, que albergará a 2.000 peregrinos de más de 50 países.

Uno de ellos es el estudiante bonaerense Beto Bettinelli, de 24 años, que dijo a Efe que espera llevar su experiencia durante la JMJ de vuelta a casa, para que allí "también disfruten de esta Iglesia".

"Espero encontrarme con la iglesia universal, con peregrinos de todo el mundo y disfrutar de la alegría de todos los que han venido acá y quieren vivir la misma fe", relató.

La misma ilusión demostraba el paraguayo Sergio Costafría, de 19 años y futuro estudiante de Periodismo.
"Veo muchas naciones, estoy emocionado, con muchas expectativas de que esto sea increíble", expresaba envuelto en la bandera de su país.

De otro lado, la organización de la JMJ confirmó que artistas de once países, entre ellos el nicaragüense Tony Meléndez, que por la falta de sus brazos toca la guitarra con los pies, amenizarán la programación del evento.