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El presidente de Panamá Ricardo Martinelli extrañará a nueve mandatarios. | Foto: SEMANA

RELACIONES INTERNACIONALES

El ‘feo’ de nueve países a la Cumbre de Panamá

Mujica, Rousseff, Maduro y el propio Rey de España, las ausencias más notarias de la Cumbre Iberoamericana. ¿Boicot?

18 de octubre de 2013

La XXIII Cumbre Iberoamericana, que está a pocas horas de instalarse en Panamá y que era considerada como la cita de los países de habla hispana para modernizar este foro diplomático, tendrá notables ausencias. 

Nueve presidentes se ausentarán de la cita, además del Rey de España, Juan Carlos de Borbón, quien se excusó por no haberse recuperado de su reciente operación de cadera y que por primera vez no hará presencia desde la creación de la Cumbre en 1991.

El pasado miércoles canceló su participación el presidente de Bolivia, Evo Morales, y el de Guatemala, Otto Pérez Molina, quien había anunciado que insistiría en el encuentro en su propuesta de despenalización de las drogas. Los dos mandatarios alegaron motivos de agenda para no viajar a Panamá. 

Otros gobernantes que no asistirán son los de Brasil, Dilma Rousseff; de Uruguay, José Mujica; de Chile, Sebastián Piñera; de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner (también por motivos de salud); de Ecuador, Rafael Correa; y de Cuba, Raúl Castro.

“Los que no vinieron tendrán sus motivos, sus razones. Nicolás Maduro, no sé, pregúntenle a él”, dijo el jueves a la prensa local el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, anfitrión de la reunión en relación a la previsible ausencia del presidente venezolano.

Incluso, Martinelli aprovechó para jalarle las orejas al presidente colombiano Juan Manuel Santos, uno de los últimos en hacer presencia en el país centroamericano, al pedirle que llegara un poco más temprano. 

En consecuencia, la presencia más importante de jefes de Estado quedó en cabeza del presidente español Mariano Rajoy, el mexicano Enrique Peña Nieto, el colombiano Juan Manuel Santos y el nicaragüense Daniel Ortega, el único miembro del grupo de países de la Alianza Bolivariana (Alba) que se hará presente en Panamá. 

La ausencia de mandatarios, según expertos internacionalistas, no obedece a un boicot directo a la cita de Panamá pero sí un reflejo de que este tipo de foros diplomáticos está perdiendo trascendencia. 

En diálogo con Semana.com, el internacionalista Vicente Torrijos considera que la cumbre ha sido una expresión de sentimientos históricos y de vínculos sentimentales y culturales, pero que no ha logrado materializarse en planes de acción o de incidencia ni en el sistema democrático ni el desarrollo socioeconómico de las naciones que lo integran. 

“Crece la sensación de que estos ejercicios diplomáticos no son útiles y son sólo compromiso que  se reduce a declaraciones de buena voluntad. Ni siquiera la Cumbre Iberoamericana ha servido para que algunos países soluciones sus tensiones”, definió Torrijos.

Además, el internacionalista considera que cada vez hay una especie de conciencia en los países de los costos que supone este tipo de cumbres y por eso dice que la ausencia obedece a lo que llama un ejercicio de ‘racionalidad diplomática’. “Los ciudadanos preguntan eso cuánto cuesta, qué impacto tiene, en qué manera incide. Y cuando los gobiernos se ven obligados a rendir cuentas, no tienen como justificar su presencia en estos escenarios”.

La coincidencia que sean muchos los países del Alba los ausentes a la cita, también la explica Torrijos en que en la región hay muchos escenarios multilaterales yuxtapuestos. “Los países del Alba están tratando de controlar las agendas del sistema interamericano e iberoamericano, quieren que perduren las instituciones que ellos han creado. Tratarán de torpedear el sistema de la OEA para que finalmente Unasur y la Celac  sean las que terminen siendo los escenarios capitales del diálogo político y estratégico de las Américas”. 

Sobre el futuro del foro de la Cumbre Iberoamericana, Torrijos considera que cada vez más pierde trascendencia y que España, quien llevaba sobre sus hombros esta instancia, cada vez pierde la posibilidad de mantener este tipo de escenarios por la crisis económica que atraviesa. "España necesitaba lubricantes para seguir manteniendo su liderazgo, pero al no tener los recursos suficientes, le queda absolutamente complicado seguir manteniendo un escenario que no tiene nada concreto", explica Torrijos. 

Precisamente España asume el 60 % del coste de la Cumbre, América Latina el 30 % y Portugal el 10 %. Y en la cita de Panamá se proponía que los países americanos asumieran el 40 %. Sin embargo, la ausencia de nueve mandatarios y de un bloque influyente en la región, hacen pensar que no hay verdadero interés en oxigenar este escenario.

Y la presencia de los presidentes de Colombia, José Manuel Santos, de Perú, Ollanta Humala y, en especial, de México, Enrique Peña Nieto, el país que aspira a recoger el testigo de España como motor de este tipo de reuniones –la siguiente se celebrará en Veracruz- de advierten insuficientes para compensar el peso que supone las notables ausencias.