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DE TIPOGRAFOS Y MEDICOS

Hace más de ciento tres años en una tertulia de café surgió el partido que llega al gobierno ahora con Felipe González

29 de noviembre de 1982

Los observadores de las elecciones del 28 de octubre afirman que el triunfo del socialismo en España fue también el triunfo de la gente joven de ese país.
Vistos hoy los resultados, todo hace presumir que el PSOE fue en realidad el partido más votado por la juventud.
Sin embargo lo paradójico es que no sea justamente ese partido el más nuevo de España.
En verdad, el nacimiento del socialismo español se remonta al año 1879, cuando cinco personas, el 2 de mayo de ese año, reunidas en un café de la calle Tetuán de Madrid, fundan en secreto el Partido Democrático Socialista Obrero, nombre que años más tarde sería cambiado por el de Partido Socialista Obrero Español los pioneros del nuevo partido constituían un círculo de amigos aficionados a reunirse todas las noches en aquel lugar para discutir las teorías socialistas. Sin embargo, tal tertulia, por intermedio de José Mesa y Paul Lafargue, era influenciada por el francés jules Gues de, quien editaba en Paris el famoso semanario "L'Egalite" y era visto como el jefe de la ortodoxia marxista, doctrina que se hallaba en plena batalla ideológica contra otras corrientes en el movimiento obrero.
Tipógrafos y médicos retirados componían el núcleo inicial del nuevo movimiento, destacándose dentro de ellos un impresor de recia personalidad, Pablo Iglesias, quien desde 1870, se había unido a la primera Internacional y además editaba un periódico socialista, "La Emancipación" .
Durante dos años el núcleo de Iglesias pasó completamente desapercibido, pero en 1881, una ley restauró el derecho de asociación y los socialistas pudieron empezar a aparecer en público. El partido fue entonces fundado de nuevo gracias al ingreso de los 900 miembros del sindicato de tipógrafos. Iglesias fue elegido entonces secretario del flamante PDSO. Lo que hicieron después lo describe Gerald Brenan, un historiador especializado en ese periodo en España: "Lo primero que hicieron fue organizar una huelga. Algunos de los estable cimientos de impresión habían rehusado cumplir sus obligaciones legales con los empleados. Ellos, entonces, suspendieron las labores. Fue una muy pequeña huelga--sólo 300 tipógrafos se involucran--pero fue la primera en el país desde la restauración de la monarquía y creó gran revuelo.
Varios periódicos tuvieron que dejar de aparecer y toda la prensa, la liberal y la conservadora, denunció a los socialistas. El gobierno intervino en favor de los propietarios y encarcelaron al comité de huelga. Pero la huelga se ganó y, a pesar de que Iglesias fue sentenciado a tres meses de cárcel por el papel jugado en ella, el hecho de que triunfaran contra el gobierno y las autorldades municipales dio a los socialistas cierto prestigio".
Pero el avance del movimiento fue lento. Sólo hasta 1886 pudieron fundar su órgano de prensa "El Socialista".
En 1888 dos dirigentes del partido, Francisco Mora y García Quejido, fundaron la Unión General de Trabajadores (UGT), un sindicato moderado, disciplinado, sin objetivos revolucionarios inmediatos y de huelgas pacíficas. Se inició con 3.300 miembros y sólo once años después pudo duplicar sus efectivos. Lo que explicaba esta dificultad de los socialistas en crecer era el movimiento anarquista, casi que hegemónico en ese momento entre la clase obrera española. Pero a partir de 1899 la UGT conoció un cierto repunte. En Bilbao y Madrid la UGT triunfa en algunas huelgas y éso le permite hacerse fuerte allí pasando de 6.000 miembros a 26.000.
El siguiente paso que dan los socialistas es crear las Casas del Pueblo, copiando una institución de los socialistas belgas. Eran locales donde funcionaban oficinas para reuniones pequeñas, una librería que prestaba libros no sólo de autores socialistas sino otros de interés general y más frecuentemente un café. Todo miembro de la UGT podía hacer uso de esos servicios, lo que convirtió esa institución en invaluable vehículo educacional de los militantes obreros.
Por ello los anarquístas y el partido Radical, comenzaron a ver con cierta hostilidad el crecimiento de la clientela de tales locales. Sin embargo, los seguidores de Iglesias, continuaron en su curso moderado y austero desdeñando tanto las huelgas generales de los anarquistas como la violencia verbal de los Radicales.
Sobre esos tres pilares el PSOE logró saltar a otra etapa. Las huelgas en los centros mineros y de acerías del norte en Bilbao y Asturias, entre 1910 y 1917, aumentan el número de militantes y permiten desarrollar campañas de reclutamiento en el sur del país de tal suerte que en 1910 Pablo Iglesias sale elegido al parlamento y en 1913 "El Socialista" se convierte en diario.
Durante la proclamación de la República en 1931, los socialistas dirigidos por Francisco Largo Caballero, ingresan al gobierno y cuatro años después son el grupo más fuerte del Frente Popular, con 98 diputados en las Cortes, siendo seguidos sólo por la izquierda republicana del Presidente Azaña, que tenía 81 puestos. Los Comunistas detentaban sólo 16 curules.
En realidad, el PSOE llega a ser así el partido de masas mejor organizado de Espáña durante la primera y la última legislatura de la república española.
Después de la guerra civil, los dirigentes convocan en 1914 el primer congreso en el exilio que decide la reorganización del partido y la lucha por el restablecimiento de la república.
Sin embargo, las dificultades de funcionamiento deparado por el hecho de que algunos dirigentes tenían que vivir en México, y otros en Francia y Bélgica, sumado a que la dictadura de Franco acababa con la vida de numerosos dirigentes y militantes socialistas, incidieron en la parálisis de ése partido de los años sesenta en que crecen las divergencias entre los "socialistas del interior y los dirigentes y militantes del exterior". Pero este fenómeno empezó a ser superado tras la caída de la dictadura y la elección, en 1974, de Felipe González para la dirección del PSOE.