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El gobierno de Costa Rica aseguró que “si bien las informaciones que han circulado están estrictamente relacionadas con la vida privada de Bolaños, y no con su quehacer como funcionaria pública, la separación de su cargo se dará para que ella pueda enfrentar este caso desde el ámbito privado”.

ESCÁNDALO SEXUAL

¿Debe perder su trabajo una viceministra por ser infiel?

Karina Bolaños, la viceministra de Costa Rica, fue destituida por un vídeo erótico que ya es viral en YouTube. Ella es la primera mujer en la lista de políticos que quedaron en la cuerda floja por sus infidelidades, pero hasta qué punto su vida íntima puede convertirse en noticia o en causal de despido.

31 de julio de 2012

Desde las célebres amantes de John F. Kennedy hasta Bill Clinton y su affaire con Mónica Lewinsky, el sexo siempre ha sido la debilidad de los poderosos. Lo único que ha cambiado es que por la inmediatez de los medios ahora es más fácil exponerlos y por cuenta de las redes sociales, el juicio público no se hace esperar.

Los escándalos más recientes incluyen las acusaciones a Silvio Berlusconi por prostitución de menores, la revelación del hijo extramatrimonial de Arnold Schwarzenegger y la infidelidad online del congresista Anthony Weiner, por solo mencionar algunos.

La lista continúa pero lo novedoso de la polémica desatada por Karina Bolaños es que esta vez la infiel es una mujer. Nada más y nada menos que la Viceministro de Juventud y Cultura de Costa Rica y la esposa del diputado Víctor Hugo Víquez.

Horas después de que el video íntimo, que supuestamente estaba dirigido a su amante, se difundió por la red las represalias no se hicieron esperar.

El ministro de Cultura y Juventud de Costa Rica, Manuel Obergón, aseguró que “si bien las informaciones que han circulado están estrictamente relacionadas con la vida privada de Bolaños, y no con su quehacer como funcionaria pública, la separación de su cargo se dará para que ella pueda enfrentar este caso desde el ámbito privado”.

Camilo Rojas, experto en Marketing Político, le explicó a Semana.com los motivos de esta decisión: “un gobierno que está desprestigiado no puede darse el lujo de convertirse en objeto de burlas y permitir que la agenda mediática se centre en semejante escándalo y, por eso, prefirió que ella se defendiera por fuera de su cargo”.

Sin embargo, la decisión del gobierno de apartarse causó revuelo. Algunos sectores de la opinión pública apoyaron a Bolaños pues aseguran que un problema personal no debe interferir con su vida laboral.

Las mujeres costarricenses se solidarizaron con su causa ya que el video fue grabado en 2007, cuando ella estaba temporalmente separada de su esposo, según declaró a CNN.

Además, las imágenes fueron subidas a la red por un ingeniero de sistemas inescrupuloso que fue contratado por su familia para instalar cámaras de vigilancia y dar mantenimiento a los computadores. Este hombre obtuvo de forma ilícita la información comprometedora y desde entonces se dedicó a chantajearla a cambio de su silencio.

"No me encuentro bien. He sido víctima de una extorsión desde hace mucho tiempo de una persona que me estafó, me amenazó y me amedrentó", dijo Bolaños.

La ex viceministra también se disculpó ante los jóvenes a quienes representaba y sostuvo que “no tenía nada de qué avergonzarse”.

Bolaños aceptó la decisión de la presidenta Laura Chinchilla, quien sufre un tremendo bajón en la popularidad de su gobierno, pero aprovechó para criticar a la mandataria por su apatía: “creí que iba a tener más apoyo de Chinchilla. El trabajo no debe medirse por cuestiones que son de la vida íntima”, agregó.

“La presidenta, en su condición de mujer, desaprovechó una excelente oportunidad para mostrarse solidaria con el drama de Bolaños. Paradójicamente, quien podría salir beneficiado de semejante escándalo es el marido a quien le pusieron los cachos. Si el diputado la perdona públicamente y se muestra como un hombre dispuesto a salvar su familia, puede traducir ese apoyo en votos”.

Más allá de qué estrategia emplean los políticos para calmar los ánimos de los electores cada vez que sus deslices se filtran en la red, tal parece que cuando se trata de figuras públicas, independientemente de que sean estrellas de Hollywood o políticos en ejercicio, la frontera entre la vida privada y la vida pública no existe.