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Fernando Rey Valderrama

OPINIÓN

Desalentador panorama de transporte en Colombia

No se vislumbra un sistema integrado de transporte que jalone el plan de modernización para carga y pasajeros, incluido el tren.

Fernando Rey Valderrama*
1 de abril de 2011

Corría el mes de febrero de 1804 cuando el ingeniero inglés Richard Trevithick movió el primer convoy ferroviario en el mundo sobre las carrileras de la mina Merthyr en el centro del país de Gales. Era un tren compuesto por cinco toneladas de carbón y 70 hombres y anduvo 16 kilómetros a una velocidad de ocho kilómetros por hora. Décadas después, en 1879, se llevó a cabo en Berlín la demostración de la primera locomotora eléctrica, desarrollada por el ingeniero Werner von Siemens y en 1881 entró al servicio urbano de la ciudad el primer tranvía eléctrico.
 
En pleno siglo XXI a Colombia le queda muy poco de su red de ferrocarriles, salvo la explotación de algunos tramos concesionados para la explotación del carbón; nos tocará contentarnos con la mera alusión que el Gobierno nacional hace de sus programas de desarrollo asimilándolos a “locomotoras”. Pero en el sentido estricto, no se vislumbra un sistema integrado de transporte que jalone el plan de modernización para carga y pasajeros, incluido el tren.

La movilidad de personas, bienes y servicios exige voluntad decidida, ingenio y compromiso para optimizar los distintos modos de desplazamiento. Colombia, por ejemplo, dispone de sitios estratégicos que permiten intercambio modal: los puertos fluviales de Neiva, La Dorada, Bolombolo, Berrío, Barrancabermeja y otros, están servidos por vías férreas y carreteras. En el mundo, las dimensiones de las diferentes infraestructuras, vagones, camiones y buques son variadas, pero hay que diseñar estrategias para unificar el cargue, el desplazamiento y descargue de mercancías.

En muchos países la respuesta ha sido el uso del piggy back o la implementación y puesta en marcha de plataformas de carga, las cuales se pueden montar en sistemas de transporte dispares y aptas para recibir todo tipo de cargamento de diferente forma. Algunas adecuaciones de operación o manipulación con alta seguridad requiere este sistema que ha revolucionado la industria del transporte multimodal.

Colombia viene batallando con todo el derecho y con merecimientos la suscripción de un tratado de libre comercio con los norteamericanos, aunque estos se desentienden olímpicamente. Sin embargo, la pregunta de fondo es: ¿sí estamos habilitados para responder con nuestra infraestructura de transporte a las obligaciones que nos corresponde?

Hasta hace algunos años la carga se manejaba sin ningún estándar; ahora se disponen de procesos logísticos para definir rutas y alternativas de transporte hacia un mismo destino. Así se logra disminuir los costos de fletes (sin tablas) y optimizar los negocios. En principio, este proceso es fácil de concebir, aunque no tanto su implementación. Se debe cambiar la mentalidad de aquellas empresas que son simples afiliadoras y facilitar la infraestructura de esta tecnología, el paso hay que darlo. Multinacionales como Walt-Mart, Carrefour, Office, entre otras, trabajan con estas plataformas operativas atendiendo el tiempo limitado para la manipulación de mercancías.

El actual panorama en temas de infraestructura y transporte es francamente desalentador. En materia aeroportuaria, en Eldorado se descarta la indispensable tercera pista que debe ser paralela a las existentes,se habla de sacar la aviación general a Guaymaral pero no se menciona siquiera el prediseño de una nueva pista transversal que mejore la operación, se tiene el aeropuerto Santiago Vila en Flandes para carga (Tolima) pero el tema no arranca. Nos explican que Catam saldrá de Eldorado y hay conversaciones con los militares; ese ejercicio es igual al de la prolongación de la Calle 100 con carrera 11 en Bogotá: lleva 16 años.

¿Por qué no se busca modernizar la vía férrea ampliándola al ancho internacional? ¿Está prevista esta novedad en el proyecto del Ferrocarril Central, al menos instalando un tercer riel para facilitar la operación de un material rodante férreo moderno? ¿Por qué no nos cuentan en qué fase va el proyecto del Ferrocarril del Carare? Confiemos que antes de concluir esta administración logremos, aunque sea, superar a Bolivia en materia de carreteras. Ese reto sería digno del Récord Guiness.

Sinergia y acuerdo entre diferentes entes del Estado, así algunos tengan sus vitrales oscuros para no ver la realidad del país, es lo que se necesita. Por lo menos para Bogotá prendamos una veladora a Santa Rita de Casia, con la fe del carbonero, para que logre después de 60 años tener un Metro y un Tren de Cercanías y desde aquel edificio no los embolaten. ¿Será que nos estamos vistiendo despacio pero porque nada nos afana? Hay tiempo para recuperar las materias de transporte y planeación nacional, ya vendrá el segundo parcial…

*Profesor de Ingeniería Civil de la Universidad Santo Tomás.