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DESTINO SINIESTRO

Nene Doc, el heredero del tirano de Haití François Duvalier, tiene tras sus pasos a la justicia. Pero estaría deambulando por las calles de Francia.

11 de enero de 1999

Jean-Claude Duvalier tenía 19 años cuando a la muerte de su padre, en 1971, se convirtió en presidente vitalicio de Haití. Su progenitor, el médico François Duvalier, había gobernado su país con mano de hierro desde 1957 y era conocido con el remoquete de 'Papa Doc' porque reflejaba su extraña combinación de figura paternal y tirano capaz de los actos de mayor barbarie para mantener su poder absoluto.
Jean-Claude creció en medio de las mieles del poder en unos años en que Papa Doc no vacilaba en aplastar cualquier adversario por medio de los 'Tonton Macoutes', una pandilla de asesinos disfrazados de policías cuyo uniforme de chaqueta blanca, gorra del mismo color y gafas de un negro impenetrable recordaban el espíritu de los zombies en un país dominado por la religión vudú. Papa Doc usaba todo, desde las torturas hasta las ceremonias ocultistas, para mantenerse a toda costa en el poder. Todavía hoy en Haití es imposible mencionar el apellido Duvalier sin producir una ola de terror en quien escuche. Cuando murió el viejo médico su fortuna se cifraba en cientos de millones de dólares representados en propiedades alrededor del mundo mientras su país se hundía en la miseria absoluta de la cual, por lo demás, aún hoy está lejos de salir.
Ese fue el régimen que heredó Jean-Claude, quien pronto se convirtió en Nene Doc. Lejos de democratizar el país, el joven Duvalier quiso seguir los pasos de su padre, hasta que en 1986 fue finalmente expulsado del país. Junto con su esposa Michele, con quien se casó en 1980 en una fiesta que costó tres millones de dólares, se refugió en una lujosa mansión en la Riviera Francesa.
Pero Nene Doc jamás fue especialmente inteligente (sus compañeros de colegio le llamaban 'Cabeza de canasta') y pronto comenzó a perder su dinero. Ni siquiera en el exilio Michele aceptó disminuir sus gastos. Son legendarias sus expediciones de compras, como una vez que gastó 455.000 dólares en una sola entrada a la joyería Boucheron y otra de 180.000 en vestidos de Givenchy.
La pareja se divorció en 1990 y en 1994 Nene Doc fue lanzado de su mansión por no pagar el arriendo. Se pasó a vivir en una casa mucho más modesta con su madre, quien falleció hace un año, y un grupo de perros, mientras su situación económica empeoraba constantemente. Incapaz de recuperar sus activos congelados en Suiza y Estados Unidos, Nene Doc se sumió en la miseria.
Hoy, en la estela del caso del chileno Augusto Pinochet se ha formado un 'Comité para juzgar a Duvalier', y comienzan las acciones legales para buscarlo. Pero hay quienes dicen que el pobre hombre deambula por las calles, incapaz de entender por qué su herencia dorada se convirtió en su maldición. Dicen que reniega de su infausto padre, porque cuando era el niño más envidiado y odiado de Haití "nunca me contó nada".