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Trump Lideró las encuestas durante todo el otoño. | Foto: AFP

ESTADOS UNIDOS

Semana fatal para Donald Trump

A pocos días de las cruciales elecciones de Wisconsin, varias metidas de pata tienen al magnate contra las cuerdas. En todas, las mujeres son protagonistas.

1 de abril de 2016

Donald Trump entró a la carrera presidencial con un mensaje radical que sedujo a los republicanos. Lideró las encuestas durante todo el otoño y comenzó con pie derecho las elecciones primarias.

Durante todo el invierno, ha estado en el lugar correcto en el momento indicado. Pero la llegada de la primavera lo ha afectado profundamente.

De hecho, esta semana Trump tuvo que enfrentar su peor crisis en la carrera hacia la Casa Blanca debido a errores graves en los que, además, ha vuelto a quedar en evidencia su misoginia.

Trump y el aborto

El jueves, el magnate afirmó que las mujeres que habían interrumpido un embarazo “deben sufrir algún tipo de castigo”. Aunque en los ocho meses que lleva en la contienda el candidato ha cosechado una gran cantidad de votos por su ‘espontaneidad’, esta vez el tiro le salió por la culata.

Por un lado, sus contrincantes demócratas no tardaron en subrayar la intolerancia del magnate. Hillary Clinton se refirió a sus comentarios como “espantosos y reveladores” y Bernie Sanders dijo que estos estaban “más allá de toda comprensión”. Pero eso era predecible.

Las principales críticas vinieron de la derecha, y específicamente de los movimientos que están contra el aborto. “Trump no entiende la posición de los grupos provida”, le dijo a The New York Times Penny Nance, directora del grupo conservador Concerned Women for America. “Por el contrario, convirtió nuestra causa en la caricatura que la izquierda quiere ver”.

“Ningún activista provida diría nunca que hay que castigar a una mujer que decidió abortar” afirmó por su parte en un comunicado Jeanne Mancini, la presidenta del grupo conservador March for Life Education and Defense Fund.

De hecho, el comentario de Trump fue tan polémico, que logró unir por primera vez los partidarios y a los detractores del aborto. Aunque el candidato que ‘nunca pide perdón’ dio marcha atrás y dijo que quienes debían ser castigados eran los médicos que practicaban abortos ilegales, el daño ya estaba hecho y desde entonces la noticia ha acaparado los titulares de la prensa estadounidense.
 
“Una bomba en un esfero”

Pero eso no fue todo. El martes, a su jefe de campaña, Corey Lewandowski, le imputaron cargos por agredir a una periodista en un mitin de Trump. Ese día la Policía de Florida lo acusó del delito de agresión simple por un altercado con la periodista Michelle Fields.

Según ella, tras un mitin en Florida, se le acercó a Trump para hacerle un par de preguntas. Pero antes de que este le respondiera, Lewandowski la agarró por el antebrazo y de un tirón la alejó del candidato. Poco después la periodista publicó una foto en su cuenta de Twitter en la que se veían los moretones que le dejó la agresión.

Irónicamente, los hechos se desarrollaron el 8 de marzo, cuando se celebra el Día de la Mujer.

Durante semanas, la campaña negó los hechos. Cuando el martes las autoridades revelaron el contenido de una cámara de seguridad confirmaba la versión de Fields, Trump defendió a Lewandowski con el argumento de que ella tenía un esfero en la mano con el que podía atacarlo.

La pelea de las esposas

Como si lo anterior fuera poco, desde el lunes el candidato ha tenido que lidiar con las repercusiones de la pelea personal que el martes pasado libró con Ted Cruz.

Esta comenzó con una foto erótica de Melania Trump publicada por un grupo de apoyo a Ted Cruz (quien sin embargo no autorizó su publicación). En esta, ella aparece desnuda y mira lasciva a la cámara. “Conozca a su próxima primera dama. O, apoye a Ted Cruz este martes”, decía el aviso, refiriéndose al caucus del 22 de marzo en Utah.

El mismo día, Trump publicó un trino en el que amenazaba con encender el ventilador sobre Heidi, la esposa de Cruz. También retuiteó un mensaje de un seguidor con una foto muy halagadora de Melania junto a una espantosa de Heidi con un mensaje venenoso: “Una imagen vale más que mil palabras”.

El efecto en las primarias

Y aunque Trump es conocido por sus agresiones, lo cierto que es que la ‘pelea de las esposas’ se calentó y estaban en juego nada menos que los 40 delegados que otorga Utah, que Cruz  –con el 70 % de los votos– terminó embolsillándose.

A su vez, los comentarios de esta semana son malas noticias para las expectativas del magnate de consolidar su campaña el martes en Wisconsin, donde se disputan 42 delegados.

Se trata de uno de un estado con una gran población blanca, que ha sufrido los efectos de la desindustrialización en Estados Unidos, y que teóricamente debería ser un triunfo fácil para Trump.

De hecho, hasta hace poco las encuestas le daban una cómoda ventaja. Pero en las últimas semanas, tres sondeos le han dado la ventaja a Cruz, que al ganar volvería a alejar a Trump de los 1.237 delegados que necesita para ganar la nominación.

A eso se suma el daño que las palabras de Trump le han hecho a su candidatura entre las mujeres. Según una encuesta reciente realizada por The Washington Post, menos del 25 por ciento de las republicanas apoya al magnate. Y a escala nacional, ese rechazo se eleva al 75 por ciento de las votantes.

Teniendo en cuenta que en las elecciones de 2012 el 53 por ciento de los electores es de sexo femenino y que en Estados Unidos una de tres mujeres ha interrumpido un embarazo, es probable que Trump se haya autoinfligido una herida de consideración.