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Donald Trump y Donald Trump Jr. | Foto: AFP

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Donald Junior, de tal palo tal astilla

El hijo del presidente de Estados Unidos está en el ojo del huracán por su participación, el año pasado, en una reunión con la abogada rusa que tenía información contra Hillary Clinton. Perfil del heredero del magnate.

18 de julio de 2017

Por: María Carmenza Arenas

Bocón como su padre pero más bronco que él, Donald Junior, como se conoce al hijo mayor de Trump, suele verse enredado en controversias por sus ‘metidas de pata’ y por sus posturas en temas delicados como el de la supremacía blanca. El último escándalo, su reunión con una abogada rusa, en junio del año pasado, con el propósito de conocer secretos sobre Hillary Clinton que pudieran afectar su aspiración a la Presidencia.

Este lunes, el presidente de Estados Unidos., insistió  en defender la polémica reunión. “La mayoría de los políticos hubieran ido a una reunión como a la que asistió Don Jr. para obtener información de un oponente. ¡Eso es política!”, comentó en su cuenta personal de Twitter.

Tiene 39 años y nació el 31 de diciembre de 1977 en Nueva York. Su madre es la primera esposa de Trump, Ivana Marie Zelnícková, exmodelo de origen checo. A pesar de que su primer matrimonio duró quince años, antes de que terminara ya tenía como amante a Marla Maples, también exmodelo y algunas veces actriz. La relación de Trump con Maples se ventiló ampliamente en las revistas de chismes y escándalos del jet set. Como recuerda la periodista de POLITICO, Gwenda Blair, muchas publicaciones recogieron las declaraciones de esta última en las que decía que con Trump había tenido el mejor sexo de su vida.

Donald Junior tenía apenas 14 años cuando se destapó el escándalo. Peleó con su padre y le dejó de hablar por un año. Lo culpaba por el fin del matrimonio con su madre. En las declaraciones para obtener el divorcio, Ivana lo acusó de haberla violado durante su vida en matrimonio. Después se retractó, y se especula que el cambio se debió a las presiones económicas de Trump.

Un padre distante

Donald Trump fue un padre distante con sus tres primeros hijos. No los consentía, no jugaba o hablaba con ellos. Para que los niños pudieran hablarle, tenían que visitarlo en su oficina de Trump Tower, un piso abajo de donde vivían.

De todas maneras, el hijo sufría con las tomaduras de pelo y el ridículo al que lo sometieron sus compañeros de colegio, a raíz del escándalo. De acuerdo con la revista Vanity Fair, llegó hasta las lágrimas. Se negó a asistir al matrimonio de su padre con Maples.

Ivana trató de protegerlo y lo envió a un internado en Pennsylvania. Ese cambió fue bienvenido por Donald Junior.

La influencia del abuelo materno

Donald Junior no recibió las orientaciones de su papá, quien no construyó, por lo menos frente a su hijo mayor, la imagen del padre. Ese papel lo cumplió su abuelo materno, quien junto con su abuela, pasaba seis meses del año en Trump Tower. Con ellos aprendió a hablar el checo. Durante muchas vacaciones, por seis semanas al año, visitaba a sus abuelos en lo que antes era Checoslovaquia.

En contraste con su padre, un hombre de ciudad y del jet set, Donald Junior se aficionó a la vida al aire libre, a la pesca y a la cacería. Fue su abuelo quien le enseñó a disparar.

Las imágenes de Donald hijo cazando especies en extinción, como tigres y elefantes, han generado controversias entre asociaciones y personas dedicadas a la defensa de los animales. Por ejemplo, las fotos que compartió matando un elefante, con cuchillo en mano y ensangrentado, mostrando su cola como trofeo.

Estudió economía en la Wharton School de la University de Pennsylvania, donde también estudió su padre. Allí adquirió la fama de bebedor empedernido y agresivo. En Nueva Orleans, durante una borrachera que derivó en puños, fue llevado a la cárcel. Allí pasó más de diez horas.

El año loco

Después de la universidad se fue a Aspen, Colorado, a continuar sus juergas y a cazar y pescar. Trabajó en un bar y vivió en un remolque por un año hasta que se cansó de esa vida. Con gran disciplina dejó de beber. Entendió que tenía dificultades para manejar el alcohol. Regresó a Nueva York a trabajar con su padre en el negocio de la construcción. “Sabía que quería trabajar para mi padre”, declaró en una ocasión. “No sé si es genético porque siempre estuve rodeado de esa actividad”, añadió.

Donald Jr. y las mujeres

En contraste con su padre, no se le han conocido escándalos con mujeres o líos de faldas. En noviembre de 2005 se casó con una modelo, Vanessa Kay Haydon, en el Club que Trump tiene en Mar-a-Lago, Palm Beach. Ella es mitad judía y mitad ascendencia danesa. Han tenido cinco hijos, como cualquier pareja ultraconservadora.

Sus otras controversias

Como su padre, está siempre listo para atacar a los periodistas de los medios más tradicionales y reconocidos.

Contrasta esta actitud con su defensa y aparente cercanía con medios ultra nacionalistas y que defienden la preminencia de la raza blanca. Ha aparecido en programas y respondido preguntas de este tipo de personajes. Ha compartido escenarios con personas cercanas al Ku Klux Klan.

Como si fuera poco, ha defendido a algunos “expertos” en inventar teorías conspirativas. Por ejemplo, ha aplaudido a Mike Cernovich, quien, durante la campaña propagó rumores sobre graves problemas de salud  de Hillary Clinton. También se encargó de circular la absurda teoría de que en la pizzería de Washington DC, Comet Ping Pong, existía una red de explotación de niños, comandada por la misma Hillary.

Recientemente compartió un trino que vinculaba el retiro de un director del FBI, durante el gobierno del expresidente Bill Clinton, con la muerte de su asistente, Vince Foster, quien está completamente comprobado que se suicidó.

De acuerdo con Donald Junior, Cernovich se merece el premio Pulitzer de periodismo.

Su trino más controversial

En su página de tuits, en marzo de 2017 escribió: “Me tiene que estar tomando del pelo! Los ataques terroristas son parte de la vida en una ciudad grande, dijo el Alcalde de Londres Sadiq Khan.

No sólo Donald Junior citó a este alcalde fuera de contexto, sino que lo criticó recién pasado el ataque terrorista. El alcalde no le respondió y se limitó a decir que tenía cosas mucho más importantes que hacer. Sin embargo, tanto en Estados Unidos como en Inglaterra las críticas fueron inmediatas y fuertes.

Wes Streeting, miembro del Parlamento británico y expresidente de la Unión Nacional de Estudiantes, le dijo a Trump hijo: “Usted utiliza un ataque terrorista en nuestra ciudad para atacar al Alcalde de Londres para obtener ganancias políticas. Usted es una desgracia”.

El escándalo por la reunión con la abogada rusa

Como los medios norteamericanos han informado ampliamente, en junio del año pasado, el publicista de un cantante ruso, amigo de Trump, organizó una reunión con la abogada Natalia Veselnitskaya, supuestamente cercana al régimen ruso. El gancho para que Donald Junior aceptara reunirse con la rusa fue el de que ella tenía información importante e incriminatoria contra Hillary, que podría ayudar las aspiraciones presidenciales de Donald Trump. Ese gesto fue descrito como parte del apoyo de Rusia y su gobierno a la candidatura de su padre. Trump Junior, de inmediato respondió: “Si esto es lo que usted dice, me encanta”.  

La reunión fue organizada de inmediato y a ella fueron invitados, adicionalmente, su cuñado Jared Kushner y el entonces presidente de la campaña presidencial, Paul Manafort. El diario The New York Times, hace pocos días, dio a conocer esta reunión, la que ha sido calificada por muchos como una prueba de las actividades de coordinación entre la campaña del republicano y el gobierno de Putin, para favorecer a Trump y perjudicar a la candidata demócrata, Hillary Clinton. Se habla de que existió “colusión” con un gobierno extranjero, que además es rival de los Estados Unidos, para afectar los resultados de la campaña norteamericana.

Trump Junior ha incurrido en contradicciones sobre este tema y al comienzo negó que el objetivo de la reunión fuera el de recibir información contra Hillary. Calificó a los periodistas como mentirosos, y ante las amenazas del NYTimes de publicar el intercambio de mensajes con los rusos, se decidió a adelantarse y publicarlos el mismo. El escándalo está en pleno apogeo y las investigaciones serán numerosas. Los resultados, todavía están por verse. Sin embargo, el escándalo llega en momentos en que el gobierno de Trump todavía no arranca y no puede darse el lujo de tener que dedicarse a apagar incendios.

Con la mejor de las intenciones, pero sin detenerse a reflexionar, Donald Junior ha perjudicado enormemente a su padre.