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Trump pide a los republicanos revivir su reforma sanitaria

El presidente estadounidense hizo este miércoles un último intento para rescatar una de sus principales promesas electorales, con un despliegue de amenazas y adulaciones a los congresistas.

19 de julio de 2017

El presidente estadounidense, Donald Trump, hizo este miércoles un último intento para rescatar una de sus principales promesas electorales, con un despliegue de amenazas y adulaciones para que los senadores aprueben la reforma sanitaria antes de sus vacaciones de verano boreal.

Con su credibilidad en el punto de mira, Trump pidió al grupo de 49 senadores reunidos en la Casa Blanca que intentaran derogar y remplazar la ley promulgada por Barack Obama, conocida como "Obamacare", y no se fueran de Washington hasta hacerlo.

"Mi mensaje de hoy es muy simple", dijo el presidente al grupo de atónitos legisladores, muchos de los cuales tienen que hacer frente a la presión de sus votantes para que se opongan al impopular plan presidencial de revisar la ley sanitaria de su predecesor.

"Tenemos que quedarnos aquí, no deberíamos irnos, tenemos que ponernos con esto y no salir de la ciudad", dijo.

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La derogación de "Obamacare" —uno de los puntos fuertes de la campaña de Trump— quedó enterrada el martes tras la oposición de varios senadores republicanos al proyecto, configurando un estrepitoso fracaso para el presidente estadounidense.

La Cámara Alta del Congreso celebrará a principios de la semana que viene una votación sobre el asunto que, si no hay sorpresas de último minuto, está condenada a naufragar.

Trump instó el martes, tras conocer tres nuevas deserciones en las filas republicanas, a dejar "Obamacare" "se desmorone" por su propio peso.

Reemplazar ‘Obamacare‘, un fracaso

Una de las grandes promesas de campaña de Donald Trump, la derogación de la reforma sanitaria de Barack Obama, quedó este martes enterrada tras la oposición de varios senadores republicanos al proyecto, configurando un estrepitoso fracaso para el presidente estadounidense.

La Cámara Alta del Congreso celebrará a principios de la semana que viene una votación sobre el asunto que, si no hay sorpresas de último minuto, está condenada a naufragar.

Trump pareció resignado al bloqueo de su propuesta y declaró que la ley demócrata de 2010 firmada por su predecesor, denominada "Obamacare", terminará cayendo por su propio peso.

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"Dejemos que ‘Obamacare‘ se desmorone, será más simple", señaló Trump desde la Casa Blanca. "Dejaremos que ‘Obamacare‘ fracase, y luego los demócratas vendrán a nosotros".

El presidente no se imaginaba que cumplir su promesa de campaña de cambiar la legislación sanitaria seguiría sin cumplirse este verano boreal. 

En enero, apenas asumido, vislumbró una derogación rápida. Pero el plan de la mayoría republicana, a caballo entre una derogación y una reforma, enfrentó la oposición conjunta de conservadores y moderados.

La mayoría anunció el lunes un plan B: votar una derogación lisa y llana de "Obamacare" sin presentar aún una nueva propuesta, desafiando a los senadores de la bancada del partido a que se opusieran a lo que habían prometido a sus votantes.

El Congreso habría tenido entonces dos años para preparar con cuidado una hipotética reforma del sistema de seguros médicos.

Pero ese plan B fue torpedeado este martes por al menos tres republicanos moderados, Susan Collins, Shelley Moore Capito y Lisa Murkowski, que representan a otros tantos estados en los que el acceso a la atención médica en zonas rurales podría terminarse si se derogaba totalmente la Obamacare.

"No vine a Washington para perjudicar a la gente", dijo la senadora Capito.

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Frente a esas defecciones, el líder la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, decidió organizar una votación "a principios de la semana que viene".

Con 52 senadores de un total de 100, la bancada republicana no puede permitirse más de dos defecciones.

McConnell parece ver más allá de la reforma sanitaria. "Nos vamos a encargar en la reforma fiscal y de las infraestructuras", señaló. "Hay muchas cosas por hacer". 

El republicano rechazó además que los seis primeros meses de legislación no hayan dado frutos, al recordar que el Congreso ha derogado varias medidas económicas y medioambientales de la era Obama. 

Pero el balance sigue sin impresionar, porque los republicanos controlan todas las instancias del poder.