Durmiendo con el enemigo

Ahora resulta que los soldados de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán) no tienen que cuidarse solo de los talibanes, sino de los propios afganos aliados a quienes están entrenando. Este fin de semana murieron seis de ellos a manos de sus aprendices afganos y, tan solo en lo que va del año, los ataques internos han dejado 51 muertos de varias nacionalidades. La situación pone en duda la eficiencia del plan de las fuerzas occidentales de retirarse de Afganistán, pues la idea era capacitar a los militares y policías afganos para que puedan defenderse solos de los talibanes a partir de 2014, cuando termine la misión de la ISAF. Pero el proceso de selección de los efectivos afganos ha fracasado hasta tal punto que los soldados deben llevar sus armas cargadas en todo momento y se les han asignado ‘ángeles guardianes’ que los cuiden mientras duermen o comen. Las autoridades norteamericanas han restado importancia a la situación pero ya Francia, por ejemplo, amenazó con sacar a sus tropas de Afganistán antes de tiempo si los ataques persisten.