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EE. UU.: muy pocos votantes decidirán las elecciones

En ese país, los presidentes no son elegidos por el voto popular, sino por el Colegio Electoral. Así las cosas, lo importante es lo que ocurra en los estados indecisos. Por el momento, Obama parece tener una ventaja marginal.

3 de noviembre de 2012

El resultado de la muy reñida contienda presidencial entre el mandatario Barack Obama y el candidato republicano Mitt Romney será decidido el 6 de noviembre por un porcentaje pequeño de votantes en sólo nueve estados. Eso es debido a que en Estados Unidos los presidentes no son elegidos por el voto popular, sino por el Colegio Electoral.

El sistema surgió a partir de una solución negociada política en el siglo XVIII. A los estados se les asigna un número fijo de votos electorales con base en su población. En casi todos los casos, quien gana un estado obtiene todos sus votos electorales. Y el candidato que consigue una mayoría de los 538 electores se convierte en presidente.

La mayoría de los estados son confiablemente demócratas o republicanos, pero ni Obama ni Romney han asegurado suficientes estados para ganar una mayoría de electores. Eso significa que la batalla real es por los nueve así llamados "estados oscilantes" o "estados péndulo", aquellos cuyo resultado es incierto. Quien logre ganar suficientes de esos estados para lograr al menos un total de 270 votos electorales ganará la elección.

Encuestas nacionales, las cuales muestran una contienda virtualmente empatada, no necesariamente pronostican el resultado. Un candidato puede ganar la mayor cantidad de votos a nivel nacional y no conseguir una mayoría de electores. Lo importante es lo que ocurra en los estados indecisos. Y, por el momento, Obama parece tener una ventaja marginal.

El Colegio Electoral

A cada estado se le otorga un elector presidencial por cada miembro en el Congreso: uno por cada miembro de la Cámara de Representantes, cuyos escaños son asignados según la población, y dos más debido a que cada estado tiene dos senadores. Eso garantiza que cada estado tendrá al menos tres votos electorales. El Distrito de Columbia cuenta con tres electores a pesar de que no tiene representación completa en el Congreso.

En la mayoría de los estados, el ganador del voto popular obtiene todos los electores del estado. Las únicas excepciones son Nebraska y Maine, los cuales otorgan electores proporcionalmente.

El sistema fue redactado en la Constitución de Estados Unidos para superar preocupaciones de estados pequeños en el sentido de que serían dejados sin voz ante estados hermanos de población más grande. La solución fue un punto intermedio entre quienes querían que el presidente fuera escogido por el Congreso y otros que pedían que fuera por voto popular nacional.

En lo que es mayormente una formalidad mucho tiempo después de que se ha determinado al ganador, los electores de cada estado se reunirán el 17 de diciembre en sus estados de origen y emitirán sus votos para presidente y vicepresidente. El Congreso se reunirá el 6 de enero para realizar un conteo oficial.

El sistema de Colegio Electoral puede producir dos anomalías. Como sucedió con el entonces vicepresidente Al Gore, quien perdió ante George W. Bush en el 2000, un candidato puede ganar la mayoría del voto popular pero perder la presidencia. O los candidatos pueden empatar en votos electorales con 269 cada uno, con lo cual la Cámara de Representantes decide el desempate. La designación del vicepresidente recae en el Senado. Al esperarse que la cámara baja permanezca en manos de los republicanos, un empate significaría la presidencia para Romney. Es probable que los demócratas retengan el control de la cámara alta, lo que significaría que el vicepresidente Joe Biden tendría un segundo período.

El estado de la contienda

En 41 estados más el Distrito de Columbia, los resultados son bastante previsibles. Estados como Texas y Alabama casi con seguridad apoyan a Romney; California y Nueva York están entre los que favorecen a Obama.

Una cuenta de la Associated Press muestra que Obama está adelante en estados que suman 237 votos electorales; Romney tiene ventaja en estados que totalizan 191. Si eso se mantiene, Obama debe ganar en suficientes estados indecisos para acumular 33 votos electorales más. Romney necesita 79 más.

Los dos estados indecisos que más votos electorales dan son Ohio, con 18, y Florida, con 29. Encuestas muestran que los candidatos están empatados en Florida, pero Obama tiene una ligera ventaja en Ohio.

Ambos estados son cruciales para Romney. Si Obama gana Florida, Romney necesitaría ganar todos los restantes estados indecisos, incluido Ohio. Si Romney gana en Florida, pero pierde Ohio, Obama estaría a sólo 15 votos electorales de la victoria. Eso lo dejaría con varios caminos hacia el triunfo. Por ejemplo, podría ganar obteniendo Nevada (seis electores) y Wisconsin (10), dos estados donde las encuestas lo muestran con ventaja.

Debido a esas posibilidades, muchos analistas ven a Ohio como el estado esencial la noche de la elección. Ningún candidato presidencial republicano ha ganado la Casa Blanca sin haber obtenido la victoria en ese estado del centro de la Nación.

Los otros cinco estados indecisos son Carolina del Norte (15), Virginia (13), Iowa (6), Colorado (9), y Nuevo Hampshire (4).

Los asuntos

La economía es por mucho el principal asunto en la contienda. Estados Unidos ha batallado para lograr la recuperación completa después de la crisis financiera de finales del 2008 y la Gran Recesión, la cual inició durante el gobierno de George W. Bush. Obama se atribuye haber evitado problemas más profundos y dice que la economía, aunque no es la ideal, se encuentra en el camino de la recuperación y que Romney restablecería las políticas que llevaron al colapso. Romney dice que la continua debilidad económica demuestra el fracaso de las políticas de Obama y, al señalar su propio historial como un empresario exitoso, dice que sabe cómo estimular al sector privado y crear empleos.

Las encuestas muestran que a nivel nacional, Romney tiene una ventaja ligera como el candidato mejor capacitado para manejar la economía. No obstante, Obama mantiene su ventaja marginal en Ohio, donde su decisión de prestar dinero federal a la endeble industria automotriz salvó miles de empleos.

Entre otros asuntos importantes se encuentran el enorme déficit federal, atención médica e inmigración. Esos temas pueden ser especialmente importantes en Florida. El estado tiene una enorme población hispana, y Obama es mucho más popular con ese bloque de votantes en general, sin contar a la comunidad inmigrante cubana tradicionalmente de inclinación republicana. La dura postura de Romney sobre los inmigrantes sin permiso de estancia en el país podría hacerle daño entre los hispanos.

Florida es además un paraíso para los estadounidenses jubilados que dependen demasiado del Seguro Social, el sistema de pensiones del gobierno federal y Medicare, el sistema de salud del gobierno para la gente 65 años de edad y mayor. Algunos votantes ancianos podrían temer que las propuestas de reducción del déficit de Romney y de su compañero de fórmula electoral como candidato a la vicepresidencia, el legislador Paul Ryan, podrían conducir a una reducción de prestaciones.

Florida fue arruinada por la recesión, con alto desempleo y el colapso del mercado de bienes raíces. Ese sufrimiento económico podría ser un factor a favor de Romney.

Es improbable que los asuntos internacionales influyan en muchos votantes. Obama ha señalado sus esfuerzos contra el terrorismo, incluida la autorización al operativo militar en Pakistán que mató al líder terrorista Osama bin Laden, y el retiro de las fuerzas armadas estadounidenses de Irak por parte de su gobierno. Romney dice que Obama ha sido débil con los enemigos de Estados Unidos como Irán y no ha apoyado a aliados como Israel. Romney ha prometido además tomar medidas severas contra lo que ve como prácticas comerciales injustas por parte de China.

Obama es el primer presidente de raza negra de Estados Unidos y Romney sería el primer presidente mormón, pero ni la raza ni la religión han sido discutidas ampliamente en la campaña.

Gasto

El gasto de dinero en la campaña presidencial en el 2012 ha superado la marca de 2.000 millones de dólares.

Una importante razón del incremento este año fue la determinación de la Corte Suprema de 2010 en el caso de Citizens United (Ciudadanos Unidos) que permitió a corporaciones y sindicatos gastar cantidades ilimitadas en campañas políticas. El fallo revocó un precedente de un siglo de existencia en Estados Unidos que limitaba la participación financiera de esos organismos.

Cifras compiladas hasta ahora muestran que Obama había recaudado fácilmente de manera personal más dinero que Romney, pero que el presidente estaba siendo superado por mucho en gastos de campaña por fuentes externas que respaldan al adversario republicano.

Congreso

Aunque la atención se ha centrado en la contienda por la Casa Blanca, el control del Congreso también está en juego. Se espera que los republicanos retengan su mayoría en la Cámara de Representantes. Se consideraba que los demócratas corrían el riesgo de perder su mayoría en el Senado, pero ahora los analistas pronostican que la retendrán por un margen mínimo de diferencia.

Una tercera parte del Senado de 100 escaños estará en juego. Para ganar una mayoría, los republicanos necesitan llevarse cuatro bancas si Obama es reelegido, o tres si Romney es el ganador (el vicepresidente sufraga un voto que rompe el empate). El retiro de algunos senadores republicanos en estados de tendencia conservadora pareció abrir la puerta a ganancias republicanas. Pero en varios estados, los republicanos que surgieron de las votaciones primarias para nominarlos eran candidatos que, aunque eran llamativos para la base de miembros del partido, son considerados como posiblemente demasiado conservadores o indeseables por otras razones para los votantes en general.

Por ejemplo, los republicanos contaban con triunfos en Misurí e Indiana. Pero terminaron prácticamente abandonando a su candidato por Misurí, Todd Akin, después de que afirmó en agosto que los cuerpos de las mujeres tienen formas de evitar el embarazo en casos que llamó de "violación legítima". En Indiana, Richard Mourdock derrotó al veterano senador Dick Lugar, de tendencia más moderada, que probablemente habría sido reelegido fácilmente. Mourdock enfrenta críticas tras afirmar en un debate que, cuando una violación deriva en un embarazo, es "algo que Dios tenía pensado".

Otras contiendas observadas muy de cerca son las de Massachusetts, Connecticut, Virginia, Wisconsin, Dakota del Norte, Montana, Nevada y Arizona.

Los 435 escaños en la cámara baja están en juego, pero los que los ocupan suelen ser reelectos. Parece improbable que los demócratas se lleven las 25 bancas que requieren para recuperar el control.

Día de las elecciones

La contienda presidencial está tan reñida que podría demorarse mucho el anuncio de un vencedor. Las encuestas no se cierran en los 50 estados hasta que concluya la votación en Alaska a la una de la madrugada. Pero en los tres estados que posiblemente sean los más cruciales, todos los votos habrán sido depositados para las 8 de la noche. Las encuestas en Virginia cierran a las 7 de la noche, en Ohio a las 7:30 de la noche y Florida a las 8 de la noche. Todas las horas son del tiempo del Este de Estados Unidos.

Las encuestas de salida mostrarán las tendencias poco después de que cierren las urnas, pero salvo inesperados resultados muy positivos en favor de alguno de los candidatos, el conteo de los votos en los estados más reñidos podría demorarse horas, o más. La elección del 2000 tardó semanas en definirse debido a una disputa por el conteo de los votos en Florida. El triunfo de Bush se definió en última instancia por un fallo de la Corte Suprema.