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El discurso demócrata es más incluyente que el republicano | Foto: Archivo SEMANA

Internacional

EE.UU.: ¡Ojo a cómo le hablas a los latinos!

Un grupo de latinos aconseja a los políticos republicanos cómo dirigirse a esta creciente minoría.

Juliana Jara
8 de febrero de 2013

Los efectos de los resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos no se hicieron esperar. Los republicanos tuvieron que ser derrotados para ver los resultados estadísticos que confirmaban que el voto latino es definitivo para su futuro político en las próximas elecciones al Congreso y a la Presidencia.

Este sector de la población estadounidense votó en un 71% por Barack Obama, candidato del partido demócrata en esas elecciones, lo cual se transformó en un dato crucial para trazar las estrategias a futuro para las próximas elecciones de ambos partidos. La proyección demográfica de ese país es ahora mirada con lupa. Se estima que la minoría latina será la que más va a crecer en los próximos años y por ello las estrategias del partido republicano deben ajustarse para no seguir perdiendo esos votos.

La recientemente creada 'Hispanic Leadership Network', (HLN), una asociación de hispanos conservadores, hizo una serie de recomendaciones a la sociedad estadounidense conservadora para moderar su lenguaje sobre el tema de la inmigración. A pesar de que este documento no fue explícitamente dirigido al partido conservador, son estos quienes se supone que harán uso de las recomendaciones plasmadas en él.

Esta organización sugirió utilizar términos más políticamente correctos como hablar de “indocumentado”, en lugar de “ilegal” o “alien”. Así mismo, sugiere no utilizar expresiones como  “barrera eléctrica”, “construir un muro a lo largo de la frontera” o “enviarlos de vuelta a sus países”, refiriéndose a la seguridad fronteriza. También propone no utilizar la expresión “camino a la ciudadanía”, sino “obtener estatus legal”.

Luciana Manfredi, profesora de la Universidad Icesi de Cali y experta en mercadeo político, afirma que esta es una nueva estrategia política que evidencia el hecho de que el discurso de los demócratas es más incluyente que el de los republicanos.

Un estudio llevado a cabo por Caitlin M. Fausey y Teenie Matlock publicado en la revista Political Psychology, sugiere que “diferencias sutiles en la gramática influenciaban si la gente pensaba que un candidato sería reelecto. Estos hallazgos proveen nuevas visiones en cómo un lenguaje puede configurar las posiciones de las personas en la esfera política” dice la publicación.

Por otro lado, Silvia Puente, directora del Latino Policy Forum, una organización con sede en Chicago que trabaja para beneficio de la población latina, indica que los republicanos “se dieron cuenta un poco tarde” de que sus discursos eran reaccionarios y desafiantes.

Puente dice que los ellos “tendrán que trabajar muy duro” para poder recuperar la audiencia latina, ya que si bien hay un ala conservadora en esa población, lo cierto es que en general, no lo son tanto: “la comunidad latina no es tan conservadora en temas como el matrimonio gay y el aborto”.  Hay además un cierto escepticismo frente a lo que los republicanos pretendan hacer a futuro: “Han hecho mucho daño y la comunidad latina se siente muy irrespetada”, afirma Puente.

Asimismo, Manfredi afirma que la filiación política de los latinos en Estados Unidos está ligada con el país de origen. “Los cubanos tienden a ser republicanos por la antítesis que estos representan frente al régimen político de Raúl Castro. El que llega a Estados Unidos autoexiliado o sufriendo alguna persecución, suele ser más de centro-derecha”. Sin embargo, también afirma que hay otros factores importantes que determinan la filiación política como lo son el origen socioeconómico que llevaban en su país y en el caso de los hijos de inmigrantes si son de primera, segunda o tercera generación.

El panorama luce difícil para los republicanos, pues aunque cambien su discurso y lenguaje, la mayoría de la población latina lo verá como un giro en su estrategia política en la cual no cabe una nueva ideología.