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EE.UU. Reforma de salud enfrenta su mayor prueba

19 de septiembre de 2009

Sigan adelante. No tienen que repararlo todo ahora. Sólo por favor no dejen que se estanque.
 
Esa es la esencia del mensaje que los líderes demócratas en el Senado tienen para los senadores del Comité de Finanzas de la cámara alta, los cuales tienen pensado comenzar a votar el martes en torno a una reorganización del sistema de atención a la salud en el país.
 
Los demócratas en el crucial comité están decepcionados con la propuesta de ley presentada por su presidente, el senador demócrata Max Baucus. Los republicanos ven en ella una oportunidad de propinar un golpe contundente a la principal prioridad del presidente Barack Obama en política interna.
 
Lo que está en juego es muy alto, porque éste no es simplemente cualquier comité.
El panel de 23 miembros es un microcosmos del Senado, la puerta estrecha a través de la cual tiene que pasar la legislación que trata de controlar los costos médicos y busca dar cobertura a los que carecen de seguro en caso de enfermedad. Si el comité no llega a aprobarla, entonces la capacidad de Obama y de los demócratas para lograr la aprobación de un proyecto de ley este año será cuestionada duramente.
 
"Si no puede pasar a través del Comité de Finanzas, la montaña que tiene que ser escalada es de mucho mayor tamaño, y desconozco si tendrán la habilidad para subir esa montaña", dijo Christine Ferguson, asesora republicana en cuestiones de salud en el Senado durante el debate sobre estos servicios en la presidencia de Bill Clinton. Ahora profesora en la Universidad George Washington, Ferguson formó parte de un esfuerzo para lograr un acuerdo bipartidista.
 
Baucus, optimista por naturaleza, dijo tener los votos. "Oh sí, sin duda", dice.
Pero la semana pasada se quedó solo mientras explicaba y defendía su plan de 10 años y 856.000 millones de dólares.
 
Ningún demócrata se le unió frente a los medios de comunicación, ni siquiera los senadores Kent Conrad y Jeff Bingaman, que pasaron meses trabajando con Baucus en el intento de hallar una solución negociada que ambos partidos políticos pudieran respaldar.
 
El senador Jay Rockefeller, segundo demócrata de mayor rango en el comité, rápidamente anunció que no podría votar en favor del proyecto de ley si éste no trae cambios importantes. Los senadores ya tienen listas más de 560 enmiendas.
 
El plan de Baucus requeriría que todos los estadounidenses tengan seguro de gastos médicos o de lo contrario se vean obligados a pagar una elevada multa. Proporcionaría subsidios a muchos hogares de clase media y ampliaría los programas gubernamentales de salud para los pobres. Las aseguradoras no podrían negar el otorgar cobertura en base a la historia personal de salud del solicitante.
 
El plan sería pagado por medio de recortes en los gastos de los programas Medicare y Medicaid, así como por un elevado impuesto a los planes de seguros de salud de alto costo. Baucus no crearía un plan gubernamental que compitiera con las aseguradoras privadas. Y los trabajadores de compañías grandes que les proporcionan cobertura no verían grandes cambios en sus pólizas.
 
Aunque en general las empresas y los grupos del sector salud han dicho cosas positivas en torno a la propuesta, los electores de importantes distritos demócratas están molestos.
 
Los sindicatos ven el impuesto a los seguros como una amenaza directa a prestaciones duramente ganadas. Los liberales están escandalizados por la ausencia de un plan gubernamental de seguros. Hay una preocupación generalizada de que los subsidios planteados por Baucus sean demasiado magros y golpeen a los hogares con miles de dólares en nuevas facturas de aseguradoras.
 
"A fin de cuentas esto tiene que funcionarle a las familias", dijo la senadora demócrata Debbie Stabenow, miembro del comité. "El punto a ceder aquí no puede ser el de que una familia de clase media no pueda pagar el seguro en este proyecto de ley".
 
Baucus no puede ignorar esos temores. Con 13 demócratas y 10 republicanos en el comité, no tiene mucho margen de maniobra para obtener votos. Cuando mucho, podría ganarse el de una republicana, la senadora Olympia Snowe.
 
"Lo importante es seguir moviendo el proceso hacia adelante, y mantener en la mente las metas más grandes, incluso si hay preocupaciones en torno a los puntos específicos", dijo John Rother, principal estratega de políticas para la AARP (anteriormente conocida como la Asociación Estadounidense de Personas Retiradas).
 
Sitio recomendado: Comité de Finanzas del Senado
 
AP