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Mohamed Badie, líder espiritual de la Hermandad Musulmana en una rueda de prensa en El Cairo | Foto: EFE

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Egipto podía considerar terroristas a los Hermanos Musulmanes

El fallo de un tribunal pondría en jaque a este partido político.

26 de noviembre de 2013

El Gobierno egipcio considerará a los Hermanos Musulmanes como grupo terrorista si así lo dicta un tribunal, afirmó este martes el ministro de Justicia, Mohamed al Mahdi.

"Si hay un fallo judicial que dictamina que los Hermanos Musulmanes son una organización terrorista, nosotros acataremos esa decisión", dijo en una rueda de prensa Al Mahdi, que destacó que el Código Penal estipula todos los delitos de terrorismo y la forma de hacerles frente.

"El Gobierno apoya a la policía y al ejército en su lucha contra el terrorismo, y pide asignar tribunales especiales para juzgar a los acusados de este tipo de delitos, con el objetivo de conseguir una justicia efectiva", agregó.

El primer ministro, Hazem Beblaui, había asegurado previamente que, "a título personal", considera a la cofradía como un grupo terrorista, aunque descartó que el Gobierno pueda emitir un decreto en ese sentido sin que lo estipule una ley o un fallo judicial.

El pasado 23 de septiembre, el Tribunal de Asuntos Urgentes de El Cairo prohibió las actividades de los Hermanos Musulmanes y ordenó la congelación de sus fondos.

La cofradía, que nunca fue declarada como grupo terrorista, fue ilegalizada en 1954 por Gamal Abdel Naser, una situación que se mantuvo durante el régimen del expresidente Hosni Mubarak (1981-2011), cuando estuvo semitolerada e incluso logró 88 escaños de candidatos que concurrieron como independientes en las elecciones legislativas de 2005.

Durante la presidencia de Mohamed Mursi, los opositores acusaron a los Hermanos Musulmanes de monopolizar el poder y la división social se agudizó hasta el punto de que el Ejército depuso al dirigente islamista el pasado 3 de julio tras la celebración de protestas multitudinarias.

Desde entonces, los islamistas se han manifestado para pedir la vuelta de Mursi, aunque se han visto acorralados por las autoridades, que han reprimido por la fuerza sus marchas y han detenido a sus principales líderes.