El 13 Rehabilitado

Por lo que parece los neozelandeses están entre los habitantes del mundo más impresionables por las supersticiones. Tanto es así que el Concejo Municipal de la ciudad de Auckland ha considerado que la práctica de no usar el número 13 para marcar las calles, las direcciones de las casas y los pisos de los edificios conduce a la confusión, lo que puede resultar peligroso en caso de emergencia. Como consecuencia, de ahora en adelante será ilegal eliminar la cifra ‘fatídica’ de la nomenclatura. Nadie sabe por qué ese número produce tanta aversión aunque algunos sostienen que tiene que ver con el número de comensales de la última cena de Jesucristo.