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EL AFRFAIRE "GREENPEACE"

La onda explosiva del atentado contra el barco del movimiento ecologista llega hasta el Eliseo

23 de septiembre de 1985

El atentado contra un barco de Greenpeace el pasado 10 de julio, en el que fue muerto uno de los miembros de ese movimiento ecológico internacional, ha sufrido una transformacíón dramática. De asunto policiaco de segunda importancia ocurrido en un lejano puerto sobre el mar de Tasmania, el hecho se convirtió en el mayor problema de Estado del presidente francés, Francois Mitterrand. Tan grave, que el propio Primer Ministro Laurent Fabius, ha tambaleado en su silla ministerial.
Algunos medios de prensa han planteado que la operación contra el buque "Rainbow Warrior" de Greenpeace fue organizado en el mismo Palacio del Eliseo. Quien afirma esto, es la misma publicación que días atrás reveló, sin ser desmentida, que los autores del hundimiento de ese barco son agentes del servicio de espionaje francés, acusación que obligó a Mitterrand a ordenarle al político gaullista independiente, Bernard Tricot, la apertura de una exhaustiva investigación al más alto nivel.
DUDAS SOBRE TRICOT
Pero algunas publicaciones han criticado este nombramiento. Lo que sugiere la prensa es que Tricot (en quien la ciudadanía confía por ser de un partido opuesto al gobierno socialista) no será tan independiente del poder, sino que más bien, constituye la vía elegida por el gobierno para camuflar la responsabilidad, del Estado en el atentado contra Creenpeace.
Obviamente, el presidente Mitterrand desmintió de inmediato tales afirmaciones. Como quiera que sea, el desafío que encara el jefe del Ejecutivo francés es cosa seria. Como dijo un editorial del diario socialista Le Matin: "Si el oscuro incidente no es aclarado, la misma legitimidad del Presidente es la que se pone en juego, a pocos meses de una consulta electoral importante". La prensa en general, sea de oposición o no, de Le Monde a Le Figaro, metida a fondo en la investigación del caso, se frota las manos de satisfacción con sus hallazgos.
LOS NOMBRES VERDADEROS
Y ciertamente, el "comando en tránsito" constituido por los falsos esposos Turenge, acusados de ser los autores materiales del atentado, había sido vigilado por la Policía de Nueva Zelandia, la cual, no sólo ha dicho que tiene las huellas dactilares de la mujer en la lancha de goma que fue abandonada presuntamente por quienes hundieron el barco, sino que desde un edificio próximo al embarcadero naval vieron cómo éstos sacaban voluminosos paquetes de un yate (que resultó ser el misterioso y desaparecido Ouvea) y los introducian a un vehículo, dos horas antes de que volara el "Rainbow Warrior". Los Turenge, que no se llaman así en la vida real, sino Alain Tourand y Francoise Verlon, según revelación del semanario Le Carnard Enchainé, (o N.N. y Dominique Prieur, según Le Monde) serían agentes franceses muy especiales, de esos que navegan alegremente de uno a otro servicio, según sea la tarea del momento.
Al menos ya se sabe que ella tiene el grado de capitán en el Ejército francés y que ha cumplido "misiones" en Alemania y Holanda para infiltrar el movimiento de los verdes. El, ex jefe de batallón, ha recibido entrenamiento en una unidad de combate submarino y es un peón de la división-acción de la DGSE. Los pasaportes suizos que portaban cuando fueron capturados no eran del todo falsos: pertenecían a personas verdaderas en Suiza, sólo que las fotos eran otras. Tal tipo de falsificación es reservada a las operaciones espías de alto riesgo.
En la "piscina", que es corno en París llaman al cuartel general de los servicios de espionaje francés, sugieren que los Turenge no son agentes suyos, sino del Ejército.
Por otra parte, las autoridades en Auckland, Nueva Zelandia, tienen una foto en la que aparecen estos dos militares en compañía de Frederique Bonlieu, "El Topo" que infiltró desde mayo del año pasado a Creenpeace para vigilar sus movimientos y sabotear sus proyectos en Mururoa, en el Pacífico sur. Pero la Bonlieu, quien ha sido descrita como una mujer joven, delgada, de pelo rubio, vestida siempre con bluyines, y fuertemente perfumada, desapareció rápidamente de la escena del crimen y fue a dar a unas excavaciones arqueológicas en Haisa, Israel, donde volvió a esfumarse hasta la fecha. Un mapa de Auckland con anotaciones de puño y letra de ella, fue encontrado por la Policia el 17 de julio a bordo del yate Ouvea.
La Bonlieu, haciéndose pasar por activista antinuclear y exhibiendo una carta de recomendación de Jean Marc Vidal, un amigo de Jean Jacques Servan-Schreiber, desde su expedición antinuclear de 1973 en el Pacífico, había logrado ganarse la confianza de Greenpeace para infiltrarlo.
El presidente de esta organización, David Mc Taggart, revelaría en una rueda de prensa en Paris, la semana pasada, que desde 1972 un barco de ellos fue abordado y dañado gravemente por un dragaminas francés y que al año siguiente--durante una campaña de Creenpeace contra los ensayos nucleares atmosféricos franceses en Mururoa--otro navío ecologista fue abordado ilegalmente en aguas internacionales por un buque y los naturalistas apaleados por los marinos franceses. Pero la lucha de Greenpeace y las denuncias de Australia y Nueva Zelandia en el Tribunal de Justicia de La Haya, lograron que los ensayos nucleares franceses en la atmósfera tuvieran que ser cancelados, elevando considerablemente los costos de tales pruebas al tener que hacerlas en el subsuelo.
El presidente mundial de Greenpeace sugirió que eso explica la hostilidad permanente de los estamentos militares franceses contra ellos. Según la prensa parisina, después de 1982 la DGSE ha estudiado nuevos proyectos de acción contra el grupo ecológico y, en el último, Frederique Bonlieu figuraba como una de sus fichas.
Ello le permite al semanario L'Express subir un escalón más en la carrera de los medios por dar los nombres de los creadores eventuales del atentado. La "neutralización definitiva" del "Rainbow Warrior", dice, fue decidida a comienzos de este año. El almirante Pierre Lacoste, director de la DGSE, dio las "instrucciones orales" despues de haber obtenido luz verde "de su ministerio de tutela y del gabinete militar de la presidencia o de sus consejeros particulares sobre seguridad". Tales acusaciones,nada menudas,dan cuenta del tipo de verdades gordas que deberá procurar el señor Tricot.
ESFUERZOS DE DESINFORMACION
Mientras tanto, el espacio que no es llenado por las conjeturas y logros reales de los investigadores, es ocupado por ciertos esfuerzos de desinformación. El mayor de estos, ha surgido por boca de Gilbert Picard, un periodista de derecha de la cadena radial oficial France-lnter. El planteó que los Turenge sí estaban en misión oficial en Nueva Zelandia, pero no instruidos para hundir el barco ni matar a nadie; que sus tareas eran sólo "vigilar la flota de Greenpeace" en el Pacífico e "identificar a los principales responsables de esa expedición".
Según Picard, esa misión se justificaba ampliamente, pues el "RainboWarrior" era un "barco espía" detrás del cual se ocultaba la mano de un país comunista. Fernando Pereira el fotógrafo muerto en el atentado, según Picard, era por lo demás casi un agente de la KGB soviética. Tales "revoluciones" fueron contestadas por Creenpeace, que enérgicamente las calificó de manipulaciones mentirosas.
La versión de la radio estatal tiene además, otros problemas. Los Turenge aparecen en ella como dos ingenuos sabuesos que permitieron que a sus espaldas (pero a nombre de ellos) otro servicio de inteligencia distinto al francés cometiera el crimen para desacreditar a Francia. Otra consecuencia sería que los Turenge hundieron el navío ecologista a instancias de los ingleses, ya que de esa manera Londres podría enlodar un poco a París y así "vengarse" de zancadillas que esta última le ha hecho a Inglaterra, como venderle misiles Exocet a Argentina en plena Guerra de las Malvinas. Y habría un problema adicional que no fue ni remotamente explicado por ese informador: cómo y por qué dos servicios de inteligencia, el soviético y el inglés, andabar en franca lid en el Pacífico, haciendo pilatunas, sin llamar la atención de nadie en un tercer país. La versión de France-lnter se desprestigió pronto.
PROYECCIONES
Los investigadores de Nueva Zelandia dieron una explicación menos rocambolesca acerca de por qué ellos habían podido seguirle los pasos a los Turenge desde el comienzo. El dúo dinámico, antes de arribar a Auckland, pasó por Londres y como ambos eran conocidos por los del MI-6 inglés, por haber participado en ejercicios interaliados con éstos fueron seguidos. Cuando los ingleses supieron que la pareja salia para Nueva Zelandia le pasaron el dato a sus colegas de Wellington.
Pero éstas no son las únicas proyecciones internacionales del tenebroso asunto. Se habla de un segundo equipo de zarpadores que llegó a Auckland, la vispera del atentado, en el velero Ouvea y actuó en concierto con los Turenge y la Bonlieu. Después se perdió en la ruta hacia Nueva Caledonia. Hasta el momento nada se sabe de ellos. Este elemento les permite a algunos analistas plantear la posibilidad de que el hundimiento del "Rainbow Warrior" fue obra de ultraderechistas de Nueva Caledonia para golpear al gobierno socialista de Mitterrand.
El affaire Creenpeace, pues, no tiene presa mala. El ministro de Defensa, Charles Hernu, bajo fuerte presión de la oposición para que renuncie, dijo que no piensa dimitir. Se espera que el Primer Ministro Fabius rinda al país un informe sobre las conclusiones de la investigación encargada a Bernard Tricot. El Partido Socialista, en el poder, expidió una declaración, aprobada por unanimidad por su comité ejecutivo, que condena "sin reservas" el sabotaje del "Rainbow Warrior".
Finalmente, la policia neozelandesa confirmó que Sophia Turenge es Dominique Prieur y que se trata, en efecto, de un capitán del Ejército francés.
La familia de Fernando Pereira muerto en el atentado, ha hecho saber que entablará una demanda contra Francia. Así, pues, el bombazo que se ganó Greenpeace por sus denuncias, está sacudiendo a la sociedad francesa. --