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El aliado moro

Detrás de la alianza estratégica entre Estados Unidos y Marruecos podría estar el castigo de Washington a España por retirar sus tropas de Irak.

20 de junio de 2004

En Europa, y especialmente en España, crece la desconfianza por la reciente alianza estratégica de Estados Unidos con Marruecos, país al que George W. Bush acaba de declarar "socio militar preferente". Los motivos sobran: la disputa por el islote Perejil en 2002, el hecho de que los atentados del 11 de marzo fueron perpetrados por marroquíes y la ambición del rey Mohamed VI de recuperar Ceuta y Melilla, los dos enclaves españoles en Marruecos.

Ahora Marruecos tiene acceso preferencial al arsenal militar norteamericano antes vedado, y algunos analistas españoles lanzan la alarma. Marruecos y España están separados por 14 kilómetros en el Estrecho de Gibraltar y sus relaciones han sido difíciles. Es tan antigua la contradicción que los ejércitos árabes que dominaron la península ibérica durante ocho siglos llegaron en 710 por el territorio de Marruecos. En el siglo XIX y la primera mitad del XX, España y Francia se repartieron a su antojo el territorio marroquí, y por eso, desde la independencia de ese país en 1956, el objetivo de Rabat ha sido reconquistar su "déficit de soberanía" sobre Ceuta y Melilla, los reductos coloniales donde hoy viven unos 140.000 españoles. Este es el tema de fondo del conflicto en 2002 por el islote Perejil, una inhóspita roca española situada a pocos metros de las costas marroquíes.

Aunque el gobierno del Psoe oficialmente no le da importancia a la alianza, el experto en temas militares Arturo Vinuesa dijo a SEMANA que " Marruecos tendrá barra libre en la mejor tienda de material bélico del mundo y habrá que ver si por fin ve realizado su viejo sueño de tener cazabombarderos F-16".

Los temores de Vinuesa y otros analistas se basan en el militarismo marroquí, que desde los 70 se anexó a las malas el Sahara Occidental, pese a que la ONU declaró su independencia y lleva décadas buscándole una salida al conflicto con el Frente Polisario. También, en las constantes fricciones con España por los miles de ilegales que llegan desde Marruecos, y en el tema de Ceuta y Melilla. Y en los atentados de Casablanca en 2003 contra objetivos españoles, y las bombas del 11 de marzo en Madrid, planeadas y ejecutadas principalmente por marroquíes.

"No hay duda de que la alianza de Bush con Marruecos es un castigo a España por retirar nuestras tropas de Irak", aseguró a SEMANA Carlos Echevarría, subdirector de la Unidad de Investigación en Seguridad de la Uned (Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid). Echevarría explicó que "lo preocupante es que al convertir Washington a Marruecos en socio militar preferencial está abriendo las puertas a un equilibrio que puede crear un clima de tensiones donde el único beneficiado es Estados Unidos".

Mohamed VI de Marruecos maneja su país con mano de hierro. Hoy los fundamentalistas son perseguidos en todo el país. "No es un dictador a la antigua, pero sus reformas tampoco se pueden interpretar como un giro hacia la democracia", aclara Echevarría, para quien lo único que tranquiliza a España, "por ahora", es que Mohamed VI no tiene con qué pagar las armas norteamericanas.

Pero la alianza Marruecos-Estados Unidos incluye un área de libre comercio que elimina el 95 por ciento de los aranceles y propicia la llegada a Marruecos de inversiones norteamericanas. "Todos estos negocios le producirán mucho dinero y Mohamed VI contará muy pronto con una fuente de recursos para financiar su campaña militar para recuperar Ceuta y Melilla y después para emprender una guerra mayor", enfatiza Vinuesa. La antigua desconfianza española contra 'los moros' ha renacido con fuerza este año con los ataques del 11 de marzo en Madrid y con esta última jugada de ajedrez del Pentágono.