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EL BATALLON DE DON CUTOLO

Se abre proceso contra la Nueva Camorra Organizada

25 de marzo de 1985

El super proceso a la Nueva Camorra Organizada, la mafia napolitana, se inició el 5 de febrero. En un aula enorme, construida para la ocasión dentro de la cárcel más poblada de Europa, la de Poggioreale de Nápoles, 259 acusados de 640, esperan "el juicio del siglo" como titulan aquí los diarios. Es el ejército de don Raffaele Cutolo, el "rey de la Camorra". Entre los detenidos resaltan nombres de importancia como el de Enzo Tortora, el Pacheco de la televisión italiana, libre gracias a la impunidad parlamentaria por ser diputado del Partido Radical, religiosos como la monja Aldina Murelli y el cura Mariano Santini; empresarios como Antonio Sibila, presidente del equipo de fútbol de Avellino; cantautores populares ;omo Franco Califano, así como los abogados defensoes de Cutolo. Todos tienen la misma acusación: "Asociación para delinquir de carácter camorrístico, con estructuras jerárquicas rígidas y repartición de tareas específicas".
Citar a don Raffaele es como hablar de "una sombra protectora".
Digno representante de la mafia siciliana y la "Ndrangheta" calabrese en Nápoles (las tres hermanas del mundo del crimen, las llaman,el capo de la Nueva Camorra Organizada dirige desde hace 10 años su imperio financiero desde la cárcel. De adulto ha estado libre sólo en dos ocasiones, en 1971 y en 1978 cuando logró escapar del sanatorio donde se hizo recluir por motivos psicológicos. También desde la cárcel preside el "tribunal dé la Camorra", un complicado sistema que garantiza a sus hombres sueldo mensual, pago de los abogados en caso de detención, mantenimiento de la familia, préstamos, etc. Su organización cuenta con más de 70 mil simpatizantes.
Si la capital de la mafia es Palermo, en Sicilia, la capital de la Camorra es Nápoles. Aquí hasta la mafia tiene sus distinciones lingúisticas. Nápoles, a.200 kilómetros al sur de Roma, es una ciudad tan rica culturalmente como en criminalidad. Es el símbolo del deterioro de un desarrollo industrial que ha privilegiado al norte del país y sumido en la total pobreza al sur. Nápoles es la ciudad del "saber arreglárselas" y la Camorra allí se mueve como pez en el agua. Para el prefecto de Nápoles, Ricardo Boccia, la Camorra es "un poder alterno en contraposición al poder del Estado", por eso personajes como don Raffaele, más que jefes mafiosos son considerados como "grandes padres de familia" a quienes se puede acudir en todo momento. Durante el terremoto en Campania de 1980, las potentes familias camorristas se convirtieron en empresas edilicias y comerciales enriqueciéndose aún más con la reconstrucción y el acaparamiento de las obras públicas, sirviéndose de sus buenos contactos con la clase política local, sin contar con el histórico negocio de la extorsión. Es que casi todos los negociantes napolitanos no logran escapar al chantaje de más de tres mil camorristas que con intimidación, incendios, etc., controlan las zonas comerciales. Algunos estiman que la cifra anual por extorsiones llega a diez mil millones de liras (5 millones de dólares). Sin embargo, las denuncias no pasan de 374, pues el miedo sigue siendo el principal obstáculo.
Otra de las fuentes de riqueza de la Camorra es el contrabando, que ha pasado a una fase más desarrollada y menos improvisada a causa del emprendedor don Raffaele. Miles de personas viven de este comercio. En Nápoles, sede de una base norteamericana, se encuentran jeans americanos, Marlboro fabricado en Estados Unidos, imitaciones de Gucci, Armani, Valentino, mercancía que se distribuye luego regularmente en el mercado nacional. También han pasado al negocio de la distribución de drogas heróicas (a Tortora, el presentador de TV, lo acusan de traficar con cocaína). Cutolo, con mentalidad em presarial, había reclutado en Nápoles un ejército de desocupados dispuestos a vender el alma por un "trabajo".
Sienten ellos por su boss una especie de veneración. La estructura centralizada de la Nueva Camorra Organizada es un fenómeno único en el crimer organizado. Desde su despacho en la cárcel, don Raffaele da órdenes precisas sobre advertencias, asesinatos, vendettas. Enviaba mensajes en código mediante los dos religiosos incriminados. Para ser admitido en la organización, el aspirante debe ser presentado por un "compadre de sangre"; luego se le hace un proceso de admisión que se lleva a cabo como en un tribunal, con intervenciones por parte de la defensa (favorables) y del ministerio público (desfavorables). Al concluirse el debate, la admisión se registra en un libro de contabilidad, generalmente llevado por Rosseta, la hermana de Cutolo. El camorrista de esta manera entra en el libro de paga de la organización, la cual se compromete a cubrir todas las necesidades de sus miembros, con los dineros de las extorsiones. Así como el Estado se sirve de los impuestos, la Camorra se sirve del chantaje. Esta estructura particular y única ha sido la fuerza y la debilidad de don Raffaele. Por una parte, le procuró miles de adhesiones (se dice que los compadres--titulo oficial-son alrededor de 3 mil, de las cuales dos mil están en la cárcel y mil libres). Pero también le ha hecho adelgazar sus cajas fuertes. Así que para aumentar el flujo de dinero, Cutolo ha tenido que extenderse a zonas controladas por otros clanes, dando origen a guerras sangrientas e intestinas. En sólo 1983 se contaba un muerto cada 24 horas. Su rival más importante es la "Nueva Familia", un clan de estructura más familiar e inmune al fenómeno del "pentitismo", es decir a arrepentirse y "cantar': tan vigente en la Nueva Camorra. Precisamente la acusación al presentador de TV, proviene de un "pentito", Gianni "el bello", maestro en confundir acusados e inventar pruebas.
Por eso,aunque le llegue la hora de la verdad a don Raffaele, todos saben que estos golpes son como una cobija pequeña: tapa de un lado y se destapa del otro. -
Kelly Velásquez, corresponsal de SEMANA en Roma.-