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Dominic Pio Gundrum. | Foto: Foto: Childrenshospital.org

MEDICINA

El bebé milagro

Dominic nació con parte de su cerebro ubicado en la cara. La complejidad de la operación y reconstrucción es recordada como una de las más grandes proezas de la medicina.

3 de agosto de 2015

Hace un poco más de tres años Mary and Mark Gundrum eran una pareja estadounidense que esperaba con ansias el nuevo bebé que llegaría a la familia. En un control con su médico, se dieron cuenta de que el bebé mostraba algo poco común en la ecografía.

El doctor les anunció inmediatamente que se trataba de una masa que estaba creciendo en la cara del bebe, conocida como encefalocele con hendidura medio facial.  La combinación de estas dos condiciones es tan rara, que son contados los casos alrededor del mundo. 

El diagnóstico fue desconsolador. A los padres les dijeron que el bebé moriría despues de nacer pero Mary se aferró a Dios y rezó para que ocurriera un milagro. Dominic no murió justo después de nacer sino que pasaron los días y los meses y el bebé continuaba creciendo normalmente.

Los Gundrum no se dieron por vencidos, buscaron todo tipo de médicos, investigaron por ellos mismos, consultaron opiniones de diferentes especialistas y finalmente encontraron al doctor John Meara quien trabajaba con Mark Proctor, neurocirujano, del Childrens Hospital en Boston en Agosto del 2012. “ Esta fue una de las cirugías más complejas. Había riesgo de infecciones, pérdida de sangre y problemas con los huesos faciales. Hubo muchas noches en las que no pude dormir, porque todo podía pasar”, anotó Meara.

La cirugía de Dominic tardó siete horas, y hubo permanentemente, cerca de veinte médicos en la sala. El procedimiento consistía en remover la masa de la cara del bebé que a pesar de no tener tejidos, contenía fluído cerebral que le impediría el funcionamiento perfecto del cerebro. La otra parte del procedimiento consistía en reconstruir la cara del bebé. “Tomamos las dos mitades y logramos convertirlas en una sola”, dijo Maera.

A pesar de que su cerebro no quedó funcionando al cien por ciento, los médicos aseguran que los bebés tienen una “plasticidad” que les permite que otras partes del órgano se hagan cargo de aquellas que no funcionan bien.

Emocionados con el resultado, los médicos salieron de la sala de cirujía, abrazaron a los padres y celebraron el logro. Dominic permaneció en cuidados intensivos por un mes y tres semanas, antes de volver a Wisconsin con su madre.

El bebé milagro


Dominic Pio Gundrum. Foto: Foto: Childrenshospital.org

Dominic hoy en día tiene un poco más de tres años y no le quedaron daños cerebrales que le impidan moverse y continuar con su desarrollo. Sin embargo, su vista es mínima y existe el riesgo de que pierda la visión por completo más adelante.

Actualmente, su crecimiento continúa normal, y por estas fechas se recuerda su historia como uno de las verdaderas genialidades que ha logrado la medicina. Su madre, como muchos, recuerdan el día en el que Dominic entró a la sala de cirugía como “un verdadero milagro”.