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SIRIA

El caníbal sirio

La guerra civil en Siria parece no tener límites.

18 de mayo de 2013

La guerra civil en Siria parece no tener límites. En días pasados no solo sorprendió la cifra total de 94.000 muertos revelada por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, sino el macabro video de un rebelde que extrae con un machete el corazón y el hígado de un soldado de Bashar al Assad. “Juro por Dios que me comeré sus corazones e hígados, soldados del perro Bashar”, dice ante la cámara, y remata mordiendo el corazón. 

Aunque el personaje del video es el fundador de las brigadas de Farouk, parte del Ejército Libre Sirio (ELS), ahora lidera su grupo independiente que busca, ante todo, imponer un régimen islámico. Human Rights Watch y la ONU señalaron que “el video muestra un crimen de guerra”, y la Coalición Siria, representante político de la oposición, aseguró que “un acto semejante contradice la moral del pueblo sirio, y los valores y principios del ELS”. El suceso no solo deja al descubierto una oposición dividida, que ha permitido a al Assad resistir, y un conflicto cada vez más degradado, sino que mina los esfuerzos de la Coalición para convencer a las potencias de proveerles armamento.