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EL CASO LEIGHTON

Se reabre en Roma el juicio por el atentado de 1975 al dirigente opositor chileno

6 de junio de 1983


Siete neofascistas italianos serían los ejecutores del atentado contra el dirigente de la Democracia Cristiana chilena Bernardo Leighton, realizado en 1975 en Roma, y la reapertura de las investigaciones judiciales podrá tener repercusiones internacionales, según la prensa local.

La magistratura italiana ha acusado siete años y seis meses después de los hechos, mediante una requisitoria enviada a fines de marzo por el fiscal Alberto Macchia al juez instructor Roberto Napoletano, quien debe sustanciar el proceso.

Los inculpados son Pierluigi Concutelli, Silvano Falabella, Adriano Tilgher, Bruno Di Luia, Giulio Crescenzi, Paolo Signorelli, y Stefano Delle Chiaie, todos militantes de "Ordine Nuovo", una organización terrorista de extrema derecha.

Según el diario romano "II Messaggero", los investigadores llegaron a tales conclusiones luego de una confesión hecha por Aldo Tissei, también militante de "Ordine Nuovo", el cual ingresó a la categoría de terrorista "arrepentido" revelando los entretelones de éste y otros atentados protagonizados por el terrorismo negro en Italia.

El diario dijo que "gracias a tales declaraciones, los investigadores supieron que la eliminación del líder opositor chileno había sido decidida por la DINA" (policía política chilena), que se dirigio, para la ejecución del atentado, a Stefano Delle Chiaie, el cual a su vez reclutó elementos de "Avanguardia Nazionale" y "Ordine Nuovo". Posteriormente, ambas organizaciones se fusionaron en el "Movimiento Ordine Nuovo" .

Por su parte, el periódico "Paese Sera" señaló que, además, la DINA pagó 100 millones de liras (unos 70 mil dólares) a los terroristas. El semanario "Panorama" reafirmando las informaciones anteriores, agregó la transcripción de las supuestas confesiones de Tissei, el cual habría dicho: "Pierluigi (Concutelli) me describió la acción en sus mínimos detalles. Disparó a Leighton a la cabeza, sintió gritar a su esposa, se giró rápidamente y la hirió a la garganta. Estaba por dar el tiro de gracia a ambos, pero renunció, convencido de su muerte. En cambio sobrevivieron y Concutelli me dijo: ha sido el único error de mi vida. Estaba muy disgustado. La esposa de Leighton quedó paralítica".

Leighton, que fue vicepresidente de Chile y varias veces diputado y ministro de Estado, vive actualmente en Santiago junto a su esposa, Ana Fresno, desde que en mayo de 1979 fuera autorizado para regresar a su país por el gobierno militar, luego de cinco años de exilio transcurridos en Roma.

El intento de asesinato fue inmediatamente relacionado con la calidad de activo opositor al gobierno militar que preside el general Pinochet, asumida por Leighton en su exilio romano.

Las primeras versiones sobre la participación de la DINA en el atentado a Leighton se conocieron en 1976, en el curso de la investigación realizada en los Estados Unidos por el asesinato de Orlando Letelier, otro dirigente opositor chileno, muerto en un atentado el 21 de septiembre de aquel año en Washington.

Los resultados de esa investigación fueron publicados en el libro "Labyrinth", escrito por el fiscal del proceso, Eugene Propper, en colaboración con el periodista Taylor Branch. En el libro se describen las presuntas actividades de los agentes de la DINA en Italia, que habrían sido encabezados por el agente Michael Townley, actualmente encarcelado en Estados Unidos.

Algunos de los neofascistas italianos que deberían ser llamados a juicio por el atentado a Leighton surgieron a la notoriedad en los últimos años al aparecer implicados en los más grandes atentados de origen ultraderechista ocurridos en Italia: Piazza Fontana, en Milán, el 12 de diciembre de 1969 (12 muertos y 20 heridos), Piazza Della Loggia, en Brescia, el 28 de abril de 1974(8 muertosy 112 heridos), estación de Bologna, el 2 de agosto de 1980 (85 muertos y 205 heridos).

Aldo Tissei, el terrorista "arrepentido" que reveló la mecánica del atentado a Leighton, hizo sus confesiones como implicado en la masacre del tren Italicus, que el 4 de agosto de 1975 dejó 8 muertos y decenas de heridos. Pierluigi Concutelli, indicado como el ejecutor de los disparos a los esposos Leighton, está condenado a cadena perpetua por uno de sus asesinatos, el del juez Vittorio Occorsio, realizado el 10 de julio de 1976.

Por su parte, Stefano Delle Chiaie está prófugo, luego de haber sido brazo derecho del coronel Luis Arce Gómez, ministro del Interior del régimen militar boliviano desplazado por el gobierno democrático de Hernán Siles Zuazo.

En opinión de diversos observadores, la apertura del juicio podría tener importantes repercusiones internacionales. En efecto, la prensa italiana ha destacado los aspectos internacionales de la trama que culminó en el atentado a Leighton.

El "Corriere Della Sera "refiere que el atentado "siempre según las afirmaciones del disociado Tissei, ocurrió luego de acuerdos de colaboración entre la ultraderecha italiana y los servicios secretos españoles y chilenos de la época". "Panorama" dice que la DINA "pasó la orden de muerte" a los terroristas italianos, y el diario "La República" escribe que "la acción habría sido realizada --siempre según Tissei-- en reuniones de agentes de la DINA, de los servicios de seguridad de la España de Franco y de fascistas italianos"-- Eugenio Llona, Roma