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| Foto: Getty Images

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El desafío de volver a clase después del tiroteo de Florida

Desde el domingo, estudiantes y profesores comenzaron a regresar a su escuela de Parkland, Florida, escenario de la masacre que dejó a 17 personas muertas el pasado 14 de febrero.

26 de febrero de 2018

La institución educativa organizó el domingo una sesión de "orientación" voluntaria para ciertos alumnos y profesores, mientras la totalidad del profesorado y el resto del personal empezarán a trabajar este lunes para preparar el regreso de los alumnos el miércoles, una perspectiva descrita por algunos como "abrumadora" e "intimidante".

El alumno Cameron Kasky, sin embargo, tuiteó una foto de la gente en el campus junto a las palabras: "Es BUENO ESTAR EN CASA".

"Imagínate que sufres un accidente de avión y que tienes que subirte al avión todos los días para ir a alguna parte", dijo de su lado en la cadena ABC David Hogg, uno de los supervivientes del tiroteo del pasado 14 de febrero en la escuela secundaria de Parkland, Florida, a manos de Nikolas Cruz, de 19 años. 

Hogg, junto a un grupo de alumnos de la escuela, ha pedido en los últimos días a los políticos estadounidenses que hagan frente a la violencia armada.

Una profesora, que ya había vuelto a la escuela, contó en la radio NPR que el impacto de haber regresado al aula tal y como quedó después del ataque, con los cuadernos en las mesas y el calendario aún marcando el 14 de febrero, fue tan fuerte que se tuvo que ir.

Delaney Tarr, otra joven superviviente, indicó en la cadena Fox que volver "es abrumador... (y) aterrador". "No sé si voy a encontrarme segura", pero "sé que tengo que hacerlo", señaló.

La escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas recibió también el apoyo de sus exalumnos, que se acercaron a preparar pancartas para decorar el centro, informó la cadena de noticias WSVN.

"Tengo a todos mis amigos aquí, conmigo, y esto me hace sentir que no estoy solo en esta situación", explicó en tanto Michelle Dittmeier a la ABC.

Vigilia y protesta 

En la cercana ciudad de Fort Lauderdale, líderes religiosos realizaron la noche del domingo una vigilia en la que dejaron 17 sillas vacías, en memoria de las víctimas. 

Poco antes, manifestantes se habían reunido frente a las instalaciones del fabricante de armas Kalashnikov USA en la vecina Pompano Beach.

"¡Reforma sobre armas ahora!", decía uno de los letreros de los manifestantes, mientras otro llamaba a que la "fábrica de muerte" cerrara.

Ante las numerosas demandas de estudiantes para que se tomen medidas de control de armas, el presidente estadounidense, Donald Trump, defendió el viernes en Washington su propuesta de armar a algunos maestros.

Mientras que el gobernador de Florida, Rick Scott, develó un plan de acción contra los tiroteos en los centros educativos que incluye desplegar oficiales armados en instituciones educativas.

En una cena con gobernadores antes de reunirse este lunes con los líderes de los 50 estados, Trump dijo que la seguridad en las escuelas será prioridad en la cita: "Creo que la tendremos de primera en la lista".

"Incumplimiento de responsabilidad" 

Una encuesta llevada a cabo por la cadena CNN una semana después del tiroteo, muestra una tendencia creciente de los estadounidenses a favorecer una reglamentación estricta sobre la venta de armas y a la prohibición de armas semi-automáticas del tipo del fusil AR-15, con el que Nikolas Cruz perpetró la masacre.

El 70% de las personas interrogadas entre el 20 y el 23 de febrero se manifestaron a favor de controles más estrictos de la venta de armas, frente al 52% en un sondeo realizado en octubre después del tiroteo en Las Vegas en el que murieron 58 personas.

El gobernador de Florida y miembro del poderoso lobby Asociación Nacional del Rifle (NRA), señaló el domingo en Fox News que sabe que probablemente "habrá algunas discrepancias" en cuanto a las propuestas. "Pero quiero que mi estado sea seguro", dijo.

Dana Loesch, portavoz de la NRA, dijo en ABC que las autoridades locales ya habían sido alertadas en varias ocasiones en los últimos meses del riesgo que representaba Nikolas Cruz, y que el agente de policía que supuestamente tenía que proteger a los alumnos no intervino el día de la matanza.

Loesch acusó a la oficina del sheriff de "incumplimiento de responsabilidad" por no haber detenido antes a Cruz.

Interrogado sobre esta cuestión en la CNN, el sheriff Scott Israel defendió el trabajo de sus colegas, indicando que de las 23 llamadas que recibieron sus servicios sobre el comportamiento errático o amenazador de Cruz, casi todas fueron tratadas correctamente, y otras fueron objeto de una investigación interna.

Por su parte, la presidenta de la federación estadounidense de profesores, Randi Weingarten, calificó la propuesta de Trump de armar a los maestros de "muy mala idea y punto".

Los alumnos, sus padres y los profesores "quieren que las escuelas sean santuarios de seguridad para la enseñanza y el aprendizaje, no fortalezas armadas", sentenció.