El escándalo del buque

Francia está entre la rubia y la morena. En 2011, ese país firmó un contrato de 1.200 millones de euros con Rusia para suministrarle dos buques militares nuevos tipo Mistral. Según las fechas estipuladas, tenía que entregar el primero a Moscú el 14 de noviembre de 2014 y el segundo a finales de 2015. Pero el conflicto en el este de Ucrania lo cambió todo porque Estados Unidos y la Unión Europea acusan a Rusia de fomentar el separatismo y han presionado a París para que suspenda el contrato. Aducen sobre todo que se trata de embarcaciones de desembarco, un concepto muy inquietante en ese escenario. Sin embargo, romper el acuerdo no será fácil, porque no solo el gobierno francés tendría que pagar una millonaria compensación al Kremlin, sino que pondría en vilo su reputación como gran exportador de armas. Por ahora Francia suspendió de forma indefinida la entrega y los representantes rusos dijeron que por ahora no van a demandar y esperarán a que los franceses cumplan. El episodio subraya que la tensión entre Rusia y Occidente no afloja.