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EL EXTRADITABLE

La decisión contra Pinochet pone de cabeza a Chile y sienta un precedente histórico para el derecho internacional.

28 de diciembre de 1998

La mañana del 25 de noviembre no será olvidada por los chilenos. Ni los enemigos del general Augusto Pinochet, ni mucho menos sus partidarios, imaginaron jamás que el viejo ex dictador, a quien siempre habían visto con su soberbia pompa castrense como la imagen misma de la autoridad, pudiera pasar por la pena de versepreso en un país extranjero. Pero la realidad superó todas las expectativas. Eran las 2:08 de la tarde hora de Londres y las 11:08 de la mañana en Chile, y era precisamente el 25 de noviembre, día del cumpleaños número 83 del ex dictador y hoy senador vitalicio. En los cinco minutos que duró la emisión del fallo los Law Lords del Reino Unido cambiaron la historia de Chile. Pinochet vio denegada la inmunidad absoluta que había alegado la defensa para evitar su extradición a España, acusado por el juez Baltasar Garzón por crímenes de lesa humanidad cometidos bajo sus órdenes cuando era gobernante de facto de Chile. Permanecerá detenido en Londres en espera de una decisión del ministro del Interior británico, Jack Straw. Como funcionario de un país que se precia de la independencia de su Poder Judicial no se espera que Straw contradiga a los lores. La única razón que podría argüir sería que el proceso tiene una motivación política, pero los delitos de los que se acusa a Pinochet están documentados. El propio gobierno chileno comprobó que el ejército y los servicios de inteligencia realizaron al menos 2.095 ejecuciones extrajudiciales (muchas de ellas precedidas de torturas) y 1.102 desapariciones de personas, y que actuaban bajo órdenes directas del dictador. Otros, como la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, coinciden en que el número de víctimas es mucho más alto. De ser extraditado a España sería el principal acusado en las causas que se siguen allí por terrorismo, genocidio y torturas a los militares que gobernaron en los 70 y 80 en Chile y Argentina.
Hito histórico
Este hecho, sin duda, ha marcado un hito en la historia de la justicia internacional y sus efectos se sentirán en América Latina, donde la costumbre es convivir con dictadores que una vez que dejaban el poder buscaban refugio en otras latitudes que les ofrecieran garantías para gozar sus cuantiosas fortunas acumuladas con los despojos a los patrimonios públicos (ver recuadro). A fines de siglo la humanidad ha comenzado a eliminar los paraísos internacionales de los criminales y narcotraficantes, y eso no ha pasado inadvertido. La defensa de Pinochet argumentaba que al general lo asistía no sólo la inmunidad como ex jefe de Estado sino la incluida en la Constitución de su país como parte de la llamada 'Transición de la democracia'. Pero los miembros del comité judicial de la Cámara de los Lores decidieron que esa amnistía no es aplicable fuera de Chile. Otros países piensan lo mismo. Bélgica, Suiza y Francia ya tienen órdenes de arresto contra Pinochet. Y Alemania, Luxemburgo, Italia y Suecia podrían seguir el ejemplo. El fallo se convirtió en la confirmación de que nadie, ni los jefes de Estado, tienen inmunidad para crímenes de lesa humanidad y que la defensa de los derechos humanos es un tema de jurisdicción universal, esto es, puede ser aplicada por cualquier país sin importar dónde se cometieron los crímenes. No se trata de una idea nueva, pues estaba planteada desde la Carta de Nuremberg de 1946 y por varias resoluciones de la Asamblea General de la ONU, así como por múltiples tratados internacionales. En la Casa de La Moneda, en Santiago, el gobierno guardaba un tenso silencio. Sólo cerca de las dos de la tarde el presidente Eduardo Frei aparecía, pálido y con voz temblorosa, frente a las cámaras para declarar su decepción por el fallo e informar que el gobierno enviaría al canciller José Insulza a Madrid y Londres para negociar una salida política a la detención. El presidente, en un intento por tranquilizar a los militares y a la derecha, citó sorpresivamente al Consejo de Seguridad Nacional. El llamado había tenido origen en una declaración del ejército que acusaba al gobernante Partido Socialista de ser el causante del giro en la justicia británica. Sin embargo, quienes ven la situación política chilena a más largo plazo creen que, más allá de los hechos inmediatos, este episodio ha cambiado el rumbo de una transición anclada en los temores que generaba la presencia del ex dictador. En efecto, su detención pone a Pinochet por primera vez desde 1973 en un plano de debilidad y al arbitrio de sus contrincantes políticos. Podrá haber mucho de temor en las declaraciones de los miembros del gobierno que piden que Gran Bretaña devuelva al ex dictador por motivos humanitarios, pero también es cierto que esas voces temerosas son hoy la defensa más sólida con que cuenta el anciano general.El politólogo Oscar Godoy considera, como dijo a SEMANA, que "ahora es más posible hacer los cambios que conduzcan a una democracia plena". Y lo cierto es que el único argumento político que el gobierno de Chile podría esgrimir para que Gran Bretaña y los países que solicitan la extradición de Pinochet acepten una salida por "razones humanitarias" es demostrar que en Chile es posible abandonar los amarres dictatoriales y hacer justicia en el terreno de los derechos humanos. La extrema derecha tendrá que optar en los próximos meses entre el mantenimiento de sus enclaves autoritarios y de sus prebendas o la vuelta del general que les concedió esos favores. Si opta por traicionar a su progenitor e insiste en la inmodificabilidad del marco constitucional, entonces al mismo tiempo enfurecerá a los partidarios del general y echará a los sectores liberales en brazos de la concertación gobernante; si accede a democratizar las instituciones y promover la justicia podrá tener de vuelta a su caudillo. Si eso sucediera Pinochet regresaría a un Chile que ya no estaría hecho a su imagen y semejanza.

Nadie puede quedar inmune"El senador Jorge Lavandero, de militancia democristiana, fue tenaz opositor a Salvador Allende y tras su derrocamiento se transformó en un decidido opositor a la dictadura del general Augusto Pinochet, situación que le costó un atentado contra su vida en 1984. SEMANA: ¿Que le ha parecido el fallo de la Corte de los Lores que niega la inmunidad de Estado al general Pinochet ante las acusaciones de genocidio y torturas?Jorge Lavandero: A mí me parece que la opinión pública internacional ha quedado convencida de que ninguna persona puede quedar inmune, que hay delitos contra la humanidad, como los crímenes de Estado y el narcotráfico, que deben ser sancionados. Si Pinochet hubiese sido narcotraficante y hubiese estado premunido de un pasaporte diplomático ninguna corte internacional le hubiese otorgado la inmunidad de Estado.
SEMANA: El gobierno ha dicho que el fallo de la Corte de los Lores vulnera la soberanía nacional. ¿Qué piensa usted como senador de un partido de gobierno?
J.L.: El 67 por ciento de los chilenos quiere que Pinochet sea juzgado, y estoy hablando de un porcentaje de la población que ha dicho que considera a Pinochet como criminal y lo ha expresado en las encuestas que el propio gobierno reconoce. Yo creo que el gobierno se ha entrampado en una defensa que no tiene destino porque el mundo ha dicho que Pinochet es asesino y como tal debe ir a juicio por sus crímenes.
SEMANA: ¿Cree que va a cambiar la transición chilena este fallo?
J.L.: Va a abrir nuevas alternativas. En Chile el temor a Pinochet aún está o ha estado presente, pero cuando la gente interiorice que el general puede estar detenido va a poder descansar de su figura y va a poder hablar con la verdad sin esconder la mugre bajo el tapete.
SEMANA: ¿Es bueno que Pinochet sea juzgado en España?
J.L.: Es bueno para Chile y es bueno para la humanidad. No puede haber fronteras para los criminales, y ese es un principio de la más alta justicia que puede aplicar la humanidad a fines de este siglo."Siento asco" Evelyn Mathei es economista y senadora por el partido de derecha Unión Demócrata Independiente. Es hija del general Fernando Mathei, quien fuera miembro de la junta militar que gobernó junto a Pinochet y que figura en la larga lista de los 'extraditables' del juez español Baltasar Garzón.
SEMANA: Se ha pedido que si vuelve Pinochet a Chile él renuncie a su cargo de senador vitalicio y que se hagan reformas constitucionales. ¿Usted está de acuerdo?
Evelyn Mathei: La izquierda de este país tiene un lema, "ni perdón ni olvido", y nada de lo que se haga para aplacar el odio de la izquierda va a tener resultados. Lo que yo sostengo es que nunca nada va a ser suficiente para la izquierda, por lo tanto el que el general Pinochet pida perdón o que se hagan reformas constitucionales no va a servir de nada. Si les damos eso mañana van a pedir más. Hay gente que perdió familiares o amigos y ha perdonado sin ningún tipo de ofertas, pero la mayoría está movida por el odio, y ese odio no lo va a calmar nada. Por lo tanto yo creo que no debe concedérseles nada porque nada les va a saciar el odio.
SEMANA: ¿En qué medida le afecta personalmente lo que le sucede a Pinochet en Londres puesto que su padre está también pedido en extradición por el juez Garzón?
E.M.: Mi padre defendió mucho los derechos humanos y el informe de Verdad y Reconciliación así lo dice. Mi padre fue el primero en reconocer el triunfo del No en el plebiscito y eso lo ha reconocido siempre la izquierda, de tal manera que yo me siento muy orgullosa de mi padre. El juez Garzón lo que demuestra con este pedido de extradición a mi padre es su gran ignorancia y su odio contra todos los militares chilenos.Lo que sí le puedo decir es que mi padre no va a viajar ni a España ni a ningún país europeo a exponerse a lo que le ha sucedido al senador Pinochet. Yo siento asco de la actitud de juez Garzón por no distinguir la calidad de las distintas personas que participaron en el gobierno militar.América Latina y la impunidadEl subcontinente fue gobernado durante muchos años por tiranuelos que en su mayor parte se salieron con la suya después de múltiples abusos. También hay excepciones. Alfredo Stroessner: Tras dirigir con mano de hierro a Paraguay por 35 años y aplastar todas las formas de oposición, vive como un rey en Brasil.Jean-Claude Duvalier: Heredero de su padre, 'Papá Doc', y sus brutales métodos de represión, el haitiano vive en forma principesca en el sur de Francia.Hugo Bánzer: Dictador en Bolivia entre 1971 y 1978, es el caso más curioso. A pesar de sus abusos hoy es presidente elegido. Luis García Meza. Es uno de los pocos que está pagando por sus crímenes. Purga una condena de 30 años en su país, Bolivia, por 'violación de derechos del hombre'Rafael Videla. A pesar de haber disfrutado de la amnistía decretada por el gobierno, el general argentino Videla está en prisión por un delito antes no investigado: robo de niños. Manuel Noriega: Un caso inquietante. Tras ser agente de la CIA cayó en desgracia con Estados Unidos, que invadió a Panamá y lo apresó por 'tráfico de drogas'. "Transición acelerada"O scar Godoy rector del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica, aceptó conversar con SEMANA para adelantar lo que pasará con la transición chilena después del fallo de la Corte de los Lores en Inglaterra.
SEMANA: ¿Cómo ve usted la transición chilena después del fallo Pinochet?
Oscar Godoy: Yo creo que este hecho podría acelerar la transición a la democracia, hacerla más rápida. Este torbellino que está ocasionado por un sector en el cual Pinochet tiene un fuerte influjo podría ser movilizado por pequeñas dirigencias de extrema derecha y ello podría polarizar, un tiempo, el proceso político. Pero eso no podría significar que ellos logren imponerse por sobre lo que yo llamo la mayoría silenciosa que quiere estabilidad y que la transición conlleve a una democracia consolidada.SEMANA: ¿Cree que la detención de Pinochet ha logrado desnudar que esta transición era solo una burbuja?
O.G.: Lo que ha puesto al descubierto son todas sus debilidades y vulnerabilidades. Esta es una transición pactada, acordada, los puntos más débiles de este pacto han demostrado sus falencias. En ese sentido yo no diría que era una burbuja, pero sí que es un proceso con muchas imperfecciones donde ciertas instituciones convenidas en la realidad no funcionan porque pueden pasar cosas imprevistas que las contradicen. Por ejemplo la inmunidad de la persona de Pinochet, como tal, acordada en los pactos de esta transición.
SEMANA: Usted dice que los pactos de la transición incluyen la inmunidad de Pinochet y el gobierno dice que él puede ser juzgado en Chile. ¿Me puede explicar quién tiene la razón?
O.G.: Lo que dice el gobierno es falso, es irrealista. Hay un 40 por ciento del país que apoya a la derecha y que es parte del compromiso político de la transición; por otro lado están las Fuerzas Armadas que son, de acuerdo con la Constitución, garantes de todos los pactos convenidos. Entonces, cómo podría ser juzgado Pinochet en Chile. No es posible.